Mi propia aventura

Capitulo 3

Pov. Luke Evans

Ser militar es difícil, es todo un desafío, levantarte temprano, entrenar, seguir órdenes, soportar cada misión, golpes, heridas, huesos dislocados de vez en cuando, pero lo más difícil son las pérdidas que tienes en él proceso...

Y cuando tienes tantos años dentro de este ámbito, incluso puede que te vuelvas desinteresado, y tal vez te limites en crear lazos que después podrían doler.... o eso es lo que yo hago al menos...

Desde mis18 años estoy dentro de la militarizada, al principio como cada nuevo cadete entras con la esperanza de ayudar, defender y proteger a los ciudadanos, pero después de ver las muertes de las personas que estabas acostumbrado a convivir, solo tratas seguir adelante con las pérdidas...

Aún que ahora no son tan comunes las guerras... te quedas esas alarmas en tu cabeza de que en cualquier momento todo puede pasar

Teniente Coronel Luke Evans, 37 años, después de años de ir a batallas ahora yo me encargo del los entrenamientos militares con los nuevos soldados su plan de actividades como también de la plantación de algunas misiones, pero aun que ya no voy al campo de batalla, evito lo más posible tener relaciones de amistad o relaciones de cualquier tipo para evitar pérdidas futuras, lamentaciones y culpa...

Suficiente tengo con las del pasado

Y es que los golpes pueden ser tan  fuertes como para causar dolor que con el tiempo curan, sin embargo el dolor en tu mente puede ser un maldito infierno que dura toda tu vida

Un maldito infierno que empeora en las noches...

—Teniente - me llama el único hombre con más rango que yo en esta base, al que le debo mi respeto además de ser mi padre aun que no lo parezca - ¿Ya pensó lo que le propuse? - me pregunta, a lo que me mantengo la misma postura sin inmutarme...

—Coronel, lo pensé pero no estoy de acuerdo - le dije con voz firme con respeto...

—Vamos, no has tenido vacaciones los últimos 15 años - me recuerda como si no lo hiciera siempre - Hagamos algo - me propone - Solo toma un mes de tus vacaciones, si después de eso ya no quieres más, ya no hablare de eso - me dice a lo que lo pienso un poco...

¿Que se supone que haré?

¿Y si sucede algo en ese lapso donde no estoy?

No es que no quiera estar de vacaciones, solo que no sabría que hacer durante eso tiempo, no hay nada que me entretenga tanto como entrenar nuevos cadetes o dirigir...es mi trabajo...

Suena algo aburrido para algunos, pero así soy, se convirtió en mi rutina diaria después de tantos años

—Señor yo.... - No puedo terminar de hablar ya que llegan los cadetes que están a cargo de la vigilancias...

—Teniente, Coronel ! - dicen ambos en saludo que es correspondido por lo que le doy orden para que puedan hablar - Capturamos un espía en las orillas de lado sur del pueblo - me hace saber uno, a lo que asiento comprendiendo que es urgente...

—Andando - le digo para terminar con un saludo hacia el Coronel, y segui a los cadetes hasta las celdas donde torturan a los espías, intrusos o traidores por supuesto..

Ellos me abren la puerta, por lo qué pasó sin quitar la firmeza en mis pasos, encontrándome con un cuerpo demasiado debílucho y pequeño para ser un militar, ¿A este mandaron a espiarnos? ¿es una broma? Esta sentado en una silla sostenido por cuerdas y con un costal cubriendo su cabeza hasta su cuello, claro que mis cadetes no lo evaluarán sin mi permiso...