El Ajolote

25 1 0
                                    


Cuentan que hace mucho, pero que mucho tiempo, al comienzo de todo, los dioses crearon el sol y la luna, a partir de Nanahuatzin (de él surgió el sol al tirarse a un fuego encendido por el resto de dioses) y Teciciztécatl (el que dio origen a la luna y que fue golpeado por uno de los dioses con un conejo para castigar su soberbia, dejando uno de sus lados a oscuras).  Pero los dioses se dieron cuenta de que y la luna permanecían quietos, sin movimiento, y a los dioses se les ocurrió matar a alguno de los dioses para que al resucitar, pudieran dotar al sol de movimiento. Sin embargo, uno de los que debía ser sacrificado, Xólotl, se negó a morir. Es más... ¡se escapó! Y el dios del viento, Echécatl, que era el encargado del sacrificio, le fue a buscar.

Resulta que Xólotl se escondió primero en , convirtiéndose en los pies del tallo del maíz que tiene dos tallos (al que los campesinos llaman xólotl). Y al ser descubierto por el dios del viento, fue a esconderse entre otras plantas, los magueyes. Pero también fue descubierto y de nuevo huyó, esta vez, arrojándose al agua. Y allí es donde se transformó en ajolote, y el lugar donde finalmente fue atrapado por el dios del viento. Desde entonces, el ajolote se convirtió en manjar para los príncipes aztecas. 

𝕃𝔼𝕐𝔼ℕ𝔻𝔸𝕊 𝔸ℤ𝕋𝔼ℂ𝔸𝕊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora