TodoBaku Week

DATE // safe place

Bakugou se sentía como prostituta mientras esperaba a Todoroki en su primera cita oficial como pareja. El bicolor le pidió esperar en la esquina de la agencia de su padre porque tenía que hablar con él de unas cosas, pero vamos que alguien tan precioso como Katsuki anduviera parado en una esquina no tardaría en atraer autos que le preguntaran cuánto cobra.

– Tch, estúpido mitad y mitad, solo le digo que sí a su tonta pregunta de qué quiero ser su novio y deja de tratarme como la maravilla que soy – Murmuró con disgusto, de brazos cruzados.

Bakugou continuó esperando por una cantidad baja de tiempo, hasta que el bicolor apareció en la calle. Pero no venía solo, tenía a un niño con él.

– ¿Qué es eso? – Preguntó cuándo Shouto llegó con él.

– Es un niño.

– Sé que es un niño – Dijo con obviedad – Pero ¿por qué está contigo?

– Es que... – Shouto desvió la vista hacia el menor, mientras buscaba qué decir – Es mi primo.

Todo quedó en silencio mientras la mirada de Katsuki alternaba entre su novio y el mocoso que venía con él, que para variar se escondía detrás. No les encontró mucho parecido, pero en definitiva tenía la misma aura de tonto que Shouto.

– ¿Y? – Siguió cuestionando.

– Lo dejaron en la agencia pero se había aburrido. Dijo que quería venir conmigo y el viejo lo autorizó, realmente no fue idea mía.

Katsuki entonces se agachó a la altura del niño, quien se escondió más detrás de su primo. El rubio intentó quitarse el aura amenazante e irritado de encima para al menos obtener la confianza del menor y hablarle sin que se asuste.

– ¿Cómo te llamas? – Preguntó. El niño se tomó su tiempo, claramente tímido e introvertido.

– Kou – Dijo en un susurro.

Bakugou entonces se volvió a incorporar para ver a su novio.

– Nuestra primera cita como novios va a ser con un niño – Y antes de que Todoroki dijera algo – Y no estoy preguntando, lo estoy afirmando.

– Lo siento, podemos... podemos posponer la cita y puedes irte a casa si quieres. Es mi responsabilidad al fin y al cabo y no quisiera molestarte.

– ¿Tienes contigo la tarjeta de tu viejo?

– Sí, ¿Por qué?

– Ya estoy aquí y vamos a tener la maldita cita. Pero si tenemos al mocoso con nosotros vamos a necesitar unas cosas extras.

Shouto miró confundido a su primo y este le devolvió la mirada, ninguno sabía de lo que el rubio estaba hablando.

><><

– ¿En serio es necesario todo esto?

– Tu primo tiene 5 años, sí, lo es.

La primera parada de su supuesta primera cita oficial como novios era un supermercado. Bakugou pasó a la poca sección de ropa y escogió una gorra, una camisa, ropa interior y un suéter de la talla de Kou. La camisa era para cambiarlo por si sudaba mucho, la ropa interior por si sucedía algún accidente y el suéter por si más al rato hacía frío. La gorra no necesitaba explicación.

Después pasaron por el pasillo de cosas de bebés y Bakugou metió en el carrito toallitas húmedas, gel desinfectante, talco para bebé, una caja de pañuelos, protector solar, repelente de insectos, jabón, un kit de primeros auxilios y crema para rozaduras. Shouto era tonto pero no tanto para no saber el uso de esas cosas.

Finalmente pasaron por donde había botellas para agua de niños –sin agua, claro, el rubio compró eso aparte–, metió paquete de 2 coches para niño y siguió su camino. Compró un paquete de galletas y una paleta, y le pidió a Kou que escogiera una de las mochilas para infantes; el niño escogió una de dinosaurio.

Pasaron a la caja registradora para pagar, Shouto se sorprendió de lo realmente caro que eran las cosas para niño pero terminó dando la tarjeta de su padre para que le cobraran ahí. Al salir, Katsuki ordenó todo perfectamente en la mochila de dinosaurio –después de ponerle protector solar al niño y la gorra en la cabeza– y luego se la puso en el hombro.

– Listo, vámonos.

Kou se sintió incómodo por la textura de la crema en su cuerpo, pero además de eso no había nada malo. La gorra le gustaba y le protegía del sol, así que tomó la mano de Shouto para comenzar a caminar.

– ¿Y bien? ¿A dónde iremos? – Shouto no se preparó realmente para esa pregunta. Su plan era improvisar sobre la marcha pero no contaba con la presencia de su primo.

– Bueno, no había pensado sobre eso.

– Tch, típico de ti. Parecías un pretendiente prometedor pero ahora que somos novios me doy cuenta de que quizá cometí un error al elegir.

Un signo de exclamación salió sobre la cabeza de Shouto al ver que su status de pareja oficial de Bakugou estaba en peligro.

– Creí apropiado que tú eligieras el lugar, ya sabes, por ser la primera cita – Uff, buena salvada, Todoroki. Bakugou le vio con duda antes de poner su mente a pensar.

– Podemos tomar el metro e ir al zoológico – Comentó, bajando su mirada a Kou – Para que él tampoco se fastidie.

– No, déjame... – Todoroki metió la mano libre en su bolsillo para buscar su billetera – Déjame retirar algo de efectivo y podremos irnos en taxi.

– Bien.

– Ten, cuida de mi primo en lo que vuelvo.

Todoroki salió corriendo al cajero más cercano que encontró. Esperó a que se desocupara y enseguida sacó el dinero suficiente y un poco extra por si acaso. Regresó igual corriendo y jadeando por aire a donde había dejado a su novio y primo, esperando que la paciencia de Bakugou no se haya terminado.

Pero al volver se encontró la imagen más tierna que podría haber predicho. Bakugou estaba sentado en una banca con Kou en sus piernas, mientras le mostraba sus manos, o más bien sus uñas, que estaban pintadas de muchísimos colores.

– Exacto, naranja. Ahora este color y este color, ¿qué color forman? – El rubio le mostró solo sus uñas pintadas de azul y amarillo.

– Mmm.... – Kou lo pensó unos segundos hasta que – ¡Verde!

– Muy bien – Bakugou levantó la vista cuando una sombra le cubrió a él y al niño – Ah, helado de fresa, ya volviste. Oye, ¿Por qué tienes esa sonrisa tonta en tu estúpida cara?

Todoroki no podía decirle que ya pensó los nombres que les pondrían a sus futuros hijos.

N/A: Cabrón, se me había olvidado esta cosa. Avísenme también ustedes(?)