TodoBaku Week

CRUSH /and/ JEALOUS

Todoroki era alguien en paz con sus emociones. O bien, las sabía esconder lo suficientemente para que no repercutieran en su vida diaria. Bakugou en cambio era lo contrario, sus emociones estaban a flor de piel y era rápido encenderlo cómo una bomba con cuenta regresiva.

Aún así, Bakugou procuraba que sus emociones positivas no sean visibles para los demás tan fácilmente, fuera del enojo y disgusto.

Por eso Todoroki se sorprendió cuando encontró a Bakugou en en salón de clase supuestamente vacío –porque era hora del almuerzo– mientras veía una foto con adoración.

No hizo ningún ruido que delatara su presencia, no se movió y ni siquiera respiró, esperando no ser notado por aquel rubio que ahora tenía una mirada tierna y casi soñadora hacía el pequeño objeto sujetado en sus manos.

Lo vio sonreír tontamente, las mejillas sonrojarse y el brillo singularmente hermoso en sus ojos. Incluso Bakugou fue tan atrevido de llevarse la foto a los labios para darle un beso y abrazarlo contra una de sus mejillas.

– Eres la mejor, no hay duda. No entiendo cómo dicen que a nadie le importas, si yo fácilmente moriría por solo un puto saludo tuyo – Todoroki casi se desmaya cuando escuchó la voz suave de Bakugou – Mira lo que haz hecho, ahora me volviste un cursi de mierda.

De nuevo otro beso hasta que el timbre atrajo la atención del rubio. Afortunadamente, al mismo tiempo que el sonido, Todoroki tuvo la oportunidad de esconderse quedándose afuera del salón.

– Maldición, olvidé comer algo – Pudo escuchar la voz de Bakugou desde afuera, mientras lo oía revisar su cosas y sacar algo que probablemente sea comestible por el ruido de plástico.

Todoroki se fue alejando pegado a la pared, porque si alguien regresaba primero al salón en definitiva no iba a ser él, porque no podría con la tensión de quedarse solo con Bakugou después de haber visto su actitud cuando estaba enamorado.

¿Qué otra explicación había para eso? El rubio literalmente actuó como los protagonistas de los Doramas que las chicas de su clase veían en la sala común.

¿Enamorado? ¿Katsuki Bakugou? Parecía algo imposible, pero con lo que vio no cabía ninguna duda. Todoroki soltó un suspiro resignado de que su crush tuviera otro crush y no se tratará de él. De cualquier forma, ¿Por qué pensó que se trataría de él?

Katsuki no ha demostrado tener una preferencia en cuanto a su sexualidad, pero al escuchar cómo se dirigía hacia la foto, daba por hecho de que el destinatario era una mujer. Entonces Bakugou no era gay, era hetero o en todo caso bi o pan.

También podía ser otra cosa, pero Todoroki aún no entendía el asunto de las banderitas LGBT+ y solo sabía que a Bakugou le gustaba una mujer y punto.
Él, por otro lado, no había experimentado un enamoramiento hacia nadie fuera de Bakugou, así que tampoco era quien para afirmar ser gay. Pero hetero era claro que no era.

Pero eso no viene al caso porque el chico que le gustaba estaba enamorado de otra persona. La actitud linda y soñadora de Katsuki que escondía detrás de su carácter molesto para Shouto era simplemente perfecta solo que el inconveniente consistía en que no estaba dirigida a él.

– Todoroki-kun, ¿Qué haces aquí afuera? – Midoriya venía llegando junto a Iida y Uraraka – El salón queda para allá.

– Yo, eh... – Recobró su compostura, actuando de nuevo como una persona decente – Ya sé, solo iba a buscarlos.

– Eso es muy amable pero no tenías que hacerlo, ya estamos aquí – Respondió Ochako, al parecer cayendo en la mentira.