FLOWERS // kiss

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– ¿Otra vez?

– No sé si alguien es muy valiente o muy estúpido.

– A veces es la misma cosa.

– Aw, está vez son tulipanes, qué bonito.

Katsuki estaba sentado en su escritorio con su bola de amigos rodeándolo. La razón era porque de nuevo había sido el destinatario de un ramo de flores.

Bien, no era algo así como que diario los recibiera, pero cada 2 a 3 días había uno nuevo en su pupitre. No sabe cómo, ni cuándo, pero antes siquiera de que él –la persona madrugadora de la clase– entrara, ya estaba el ramo.

Todas las veces eran flores nuevas. Rosas, jacintos, girasoles, gerberas, y hoy, tulipanes. A Bakugou le molestaba porque de esa manera se volvía el centro de atención pero no de una manera amenazante. Arruinaba su reputación.

Además, había un ligero inconveniente con las flores producto de un quirk mutado herencia de su familia paterna. Si resultase ser cierto, sería su única debilidad y los villanos se aprovecharían de esa condición.

– ¿Alguna pista de quién puede ser tu admirador secreto? – Preguntó Mina.

– No sé y no me importa – Katsuki hizo a un lado el ramo para tener su pupitre vacío – Pero tanta basura va a apestar mi habitación.

– Es tan varonil que blasty conserve sus obsequios. Solo un hombre respetable haría eso – Dijo Kirishima con el puño en el pecho, lleno de orgullo.

– Tch, como sea, bola de inútiles. Lárguense ya, Cementoss está por entrar.

Tal como Bakugou dijo, el docente no tardó en ingresar al aula por lo que todos dentro del salón tomaron sus respectivos asientos listos para empezar el nuevo día escolar.

><><

De nuevo en su dormitorio, Bakugou fue lo suficientemente decente de poner las nuevas flores en un jarrón con agua, antes de ir a su escritorio y apuntar la especie junto al significado de esta.

Las rosas que recibió eran amor pasional: las gerberas que su amor era noble; los girasoles que solo tenía ojos para él; los jacintos que era delicado y alegre; y ahora las nuevas flores, los tulipanes, significaba que su amor por él es extremo.

En cierta medida le halagaba, porque a fin de cuentas estaba recibiendo muchos regalos ganándose la envidia de sus compañeras chicas y hasta de algunos chicos.

Pero también le preocupaba el asunto de la mutación genética. Cómo sea, si su admirador secreto continuaba mandándole estos ramos, probablemente encontraría a la flor culpable de sus futuras desgracias.

Bakugou también hizo una relación respecto a las personas que pudieron enviarle tal cantidad de flores en cortos periodos de tiempo. Después de todo, las flores no eran baratas.

Para que alguien entrara tan fácilmente en su salón de clase y lograse irse antes de que llegara, debía ser una persona madrugadora y muy probable que sea de su salón o alrededores. También había la posibilidad que de otras áreas o apartamentos, incluso de grados mayores, pero sería un riesgo grande que pasarán por ahí sin llamar la atención.

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