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Pov Kate

— ¿Nos van a atender?— Pregunté a Wanda.

— Si, no te preocupés, las dos tienen un por qué atender— Me contestó ella.

— ¿Cuáles?— Le cuestioné.

— A Natasha le trajimos una milanesa con puré, o baja o baja. Yelena quiere conocerte desde que se hablaron por el celu, así que va a abrir— Me contó ella con una sonrisa en su cara.

— Oh, chicas interesadas, a mí me gustan de esas— Dije bromeando.

— A mi también, somos twins— Rió chocando los puños conmigo.

Mientras tratábamos de volvernos a calmar de las risotadas que nos pegamos alguien no abrió la puerta.

Yelena estaba parada con su mejor cara de seriedad, mirándonos.

— Eh, h-hola— Le saludé medio nerviosa.

— Kate, ¿qué tal?— Me preguntó ella con la sonrisa más bella que vi en mi vida.

— Bien bien, ¿Y vos qué onda?— Le devolví la pregunta.

— También estoy bien, gracias por preguntar— Lo que quieras te pregunto, linda; Pensé.

— Hola Wanda, ¿cómo estás?, Estoy bien Yel, gracias por preguntar— Wanda me sacó de mis ensoñaciones homosexuales con su comentario sarcástico.

— Perdón— Río Yelena ante lo dicho por Wanda.

— Bueno, pasemos— Dijo Wanda.

Fui detrás de Yel y Wanda, adentrándome en su casa. Había algunas fotos enmarcadas de ellas tres, Natasha, Wanda y Yelena. Eran fotos que parecían ser de cuando eran pequeñas u otras actuales.

Llegamos hasta la cocina donde una pelirroja le saltó encima a Wanda haciendo que esta casi se cayera. Supongo que es Nat.

Le empezó a llenar la cara de besos y eso me dió ternura, yo también quisiera estar así con mí pareja, pero como no tengo me callo.

— Pero si es la ojo morado— Natasha se acercó a saludarme y el apodo que me dijo me hizo rodar los ojos.

— Me llamo Kate, forra— Le dije un poco ofendida.

— No no, acá somos una familia libre de malas palabras— Alcé una ceja ante ésta frase, miré hacia abajo y le pisé un pié.

— ¡Hija de re mil puta!— Natasha levantó su pierna derecha y empezó a masajear el pié que le había pisado.

— Así que libre de malas palabras...—Me le burlé, igualmente creo q fue de muy mala educación hacer eso.

— JAJAJAJAJAJAJA— Escuché una melodiosa risa al lado mío y sentí como una mano se apoyaba en mí hombro.

Era Yelena. Se estaba meando de la risa, se agarraba con su brazo derecho el estómago y cerraba sus ojos mientras se ahogada en risa.

Wanda miraba toda la situación atónita, su cara parecía q estaba intentando no reírse, así q se llevó una de sus manos a la boca.

— Dios, Kate, Jaajajaj— Yelena seguía riéndose, muy malvado y malo de su parte.

— Sos una hija de puta, Kate, me dejaste re doliendo el pié— Natasha se seguía lamentando por su pié.

— Tomá plata para comprarte algún analgésico— La colorada me miraba atónita mientras le ofrecía dos mil quinientos pesos.

— ¿Cagas plata o qué onda?— Preguntó a quién le ofrecía la plata.

Katelena en Twitter | Au SocialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora