Como cada mañana, Valentina caminaba rumbo a la estación de tren, iba un poco más apurada que de costumbre porque la noche anterior, a pesar de estar de vacaciones de la universidad, había leído hasta muy tarde. Era parte de su personalidad, adoraba estudiar y aprender cosas nuevas, sobre todo relacionadas a su carrera y los nuevos avances en el área. Desde pequeña supo que deseaba seguir los pasos de sus padres y convertirse en médico, ayudar a salvar vidas, y ese siempre fue el motor de su dedicación y disciplina hacia los estudios, primero en la escuela y ahora en su tercer año en la universidad. Tenía una inteligencia muy por encima del promedio, sus calificaciones eran simplemente impresionantes, tanto que resultó la primera ganadora unánime del programa de Jóvenes Talentos Nacionales en el área de ciencias. Esto le valió una beca completa para sus estudios en la universidad más importante del país en la carrera de medicina.
Pero en la vida no todo resulta color de rosa, la brillante, intelectual y un tanto tímida ojiazul perdió a sus padres en un accidente aéreo ocurrido dos años y medios atrás cuando regresaban de un congreso realizado en Ginebra. Así que se había quedado sola en el mundo, sus únicos acompañantes eran su mascota, una tierna cachorrita llamada Bella, y su amiga y socia Kate Martin. A esta última la conoció durante sus años en la escuela y desde entonces han sido grandes confidentes, compañeras y consejeras mutuas, a pesar de ser muy diferentes y ver la vida desde perspectivas muy distintas.
A Kate nunca le agradó la escuela, no se sintió cómoda, y siempre supo que terminaría siendo autónoma de alguna manera, cosa que ocurrió algún tiempo después de salir de la secundaria al abrir su propio negocio. Cuando Valentina recibió la indemnización por parte de la compañía de seguros, a causa del accidente de sus padres, decidió invertir con ella en una pequeña pastelería a la que pusieron por nombre "Moon Bakery". Está ubicada a unas cuadras de la universidad, sirve casi todo tipo de café y algunos aperitivos y postres. Cuenta con un empleado adicional, Carlos, eterno enamorado de la ojiazul, pero ella no tiene tiempo para nada que no sean sus estudios y ayudar en el local en sus periodos libres que, honestamente, son muy pocos. Así que la otra dueña se encarga prácticamente de todo mientras ella ayuda los fines de semana y lleva las cuentas.
Subió al tren y se sentó junto a la ventana, abrió el libro que llevaba en sus manos y se dispone a leer. Eran poesías de Bécquer, uno de sus autores favoritos, ajustó sus gafas y sonríe imaginando si realmente existía esa clase de amor que describían los poetas. Ella nunca se había enamorado, pero realmente podía pasar que te toparas con alguien al caminar y de repente, en solo un segundo, te cambiara la vida para siempre, acaso era tan fuerte e intenso el amor que su fuerza te haría entregar el alma y sentir aquellas famosas mariposas de las que hablaban las novelas. No lo sabía ni pensaba descubrirlo, al menos no en un futuro cercano. Sonrió para si misma y se perdió en la belleza de aquellas letras que hace 154 años plasmó el corazón del escritor.
Aquella mañana Juliana Valdés se encontraba más emocionada que de costumbre, hacía poco tiempo que había retornado a su país natal y estaba a punto de cumplir uno de sus sueños más importantes, se convertiría en catedrática universitaria en la misma institución en la que habían enseñado sus padres y sus abuelos algún tiempo atrás. Se sentía feliz y orgullosa pues, a sus 28 años, llevaba más éxitos profesionales que la mayoría de los jóvenes de su edad. Tres años antes logró cumplir con excelencia la residencia de su especialización en neurocirugía y obtuvo el premio de ciencias en la universidad de Oxford donde obtuvo su grado de medicina con los más altos honores.
Se encontraba frente a la salida de la estación de trenes, pero no sabía cómo continuar. Esa era la parte mala de no conocer bien la ciudad, hacía años que no estaba en ella y básicamente había olvidado como moverse de un lugar a otro en transporte público. Parecía más grande, con más gente y se sentía algo perdida.

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Miedo al Qué Dirán
FanfictionJuliana y Valentina se enamoran sin saber que en el siguiente semestre serán maestra y alumna. Qué pasará con este amor "imposible"?