Namjoon es un híbrido de conejo, y siempre muerde a Hoseok.
-¡Namjoon, deja de morderme!
-¡Lo siento, Hyung!
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[태] Hoseok x Namjoon
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— Hoseokie Hyung, ¿puedo quedarme aquí? No puedo dormir.
Namjoon se puso delante de Hoseok, hablando con la voz un poco rasposa pues eran las cuatro de la mañana y extrañamente estaba hablando así.
A Hoseok se le salió el alma del cuerpo unos segundos, la sombra de Namjoon era enorme, y escucharlo hablar así daba miedo.
— Namjoon, deja de aparecer así de la nada, me va a dar un paro cardiaco la próxima vez.
Joon rio, acostándose a un lado del mayor, abrazando su cintura.
— Perdón.
Hoseok se volteó, quedando frente a Joon, quien mantenía los ojos cerrados pero tenía una gran sonrisa en la boca. Hoseok le dió un beso corto, un solo roce de labios, sin embargo Namjoon volvió a acercarse a él, haciendo el beso más profundo.
— Debo mencionarte que eres lindo, Hyung...
Namjoon se alejó de él, mirándolo unos segundos, antes de voltearse, dándole la espalda al mayor.
— Deja de decir esas cosas Namu. Se siente extraño.
¿Extraño?
— ¿por qué?
Namjoon no volvió a girarse, no quería avergonzar al mayor.
— No lo sé. Solo deja de decirlo, ¿sí?
Namjoon sonrió levemente, aún si no podía verlo.
— De acuerdo, Hyung.
Entender a tu pareja es importante, tienes que respetar si algo le gusta, así como lo que no le gusta. Tal vez es extraño que no le guste recibir halagos, pero es respetable, debe ser respetable. Decirle cumplidos es solo una manera de hacerle entender que lo amas, existen cosas como: dar regalos (no exactamente materiales o caras, las cartas o flores favoritas es una buena opción), escribirle buenos deseos en su trabajo por mensaje, recomendarle películas, libros o música, dependiendo de su actividad favorita, platicar sobre cómo les fué en el día, dar besos o abrazos, y así una infinidad.
Cuando algo no le guste, pueden platicar sobre aquello, respetando el hecho de que tal vez no quiera dar explicaciones, solo hazle saber que puede confiar en tí.
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Namjoon caminaba tranquilamente por la universidad, eran las tres de la tarde y su clase empezaría en treinta minutos, tenía tiempo para reflexionar su vida y tal vez leer un poco.
