El error que cometí (Go tobun no hanayome)

Capítulo 11 Calma

Nos encontramos con Futaro que estaba en la cabaña realizando sus tareas de la escuela. 

Habían pasado un par de horas desde que había hablado con la maestra Sonoda y de hecho, comenzaba a anochecer, cuando estaba por terminar cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta,  lo que como puedes imaginar fue de hecho bastante inusual, así que Futaro simplemente suspiró y fue a abrir pensando que quizá  serían niños que perdieron su camino,  cosa que ya había sucedido en el pasado.

Sin embargo,  al momento en que abrió la puerta se llevó una no muy agradable sorpresa pues la persona que estaba llamando a la puerta no era otra que Hanako.

En cuanto Futaro la notó,  de inmediato puso un semblante bastante serio que incluso reflejaba algo de molestia.

—Chico...

—Lo siento —interrumpió Futaro —, pero no estoy interesado en lo que sea que vendas —mientras cerraba la puerta

—No, espera, escucha —mientras veía el modo en que cerraba la puerta —, necesito hablar contigo

Sin embargo, no obtuvo respuesta por parte de Futaro

—Yo, lamento el modo en que te traté —mientras llamaba a la puerta, fui demasiado grosera sin razón alguna, fue de hecho algo bastante infantil —mientras se sentaba recargándose en la puerta

De nuevo, no hubo respuesta por parte de Futaro

—Solo, abre la puerta para poder hablar

De nuevo, no hubo respuesta, sin embargo, a loc pocos minutos y momentos ante de que Hanako decidiera retirarse del lugar.

Al momento en que Futaro abrió la puerta Hanako se fue de espaldas golpeando su cabeza, a lo que Futaro simplemente suspiró

—Sigues aquí huh

—¿Por qué hiciste eso? —mientras se sobaba la cabeza

—Necesito ir por leña

—¿Leña?

—Para mi cena claro

—¿No tienes una estufa?

—Claro que tengo, pero como puedes imaginar, las líneas de gas no llegan hasta aquí, además, traje malvaviscos, lo que me lleva a deberías de regresar a tu casa, queda tiempo de luz suficiente para que regreses sin ningún inconveniente —mientras comenzaba a caminar

—No me iré hasta que no escuches lo que tengo que decir —mientras comenzaba a seguirlo —¿De verdad vas a jugar esa carta?, mira, desde el inicio fuiste hostil conmigo, cosa a lo que ya estoy acostumbrado, así que realmente no me importa, ya he tratado con demasiadas personas así como para que me interese, quieres que acepte una disculpa, ¿Por qué motivo?, es decir, somo s desconocidos, no tenemos relación alguna, solo eres la hermana mayor de una compañera de clase

—Es cierto, solo soy la hermana sobreprotectora de Rumi, una chica de 17 años bastante ingenua, dulce, tierna, una chica que es acosada en la escuela porque la gente trata de aprovecharse de ella, una chica a la que ayudaste desinteresadamente, una chica a la que salvaste, una chica a la que has estado ayudando

—Irónico ¿No es así? —dijo Futaro —, viniendo de una persona extremadamente extraña que no tiene un buen aspecto

En ese momento Hanako recordó las palabras que le había dirigido a Futaro la ocasión en que había ido a su casa.

—Yo...

—Mira, ya déjalo así, regresa a casa, aprovecha que aún hay luz.

—Puedes no perdonarme si así lo deseas, pero por favor, no culpes a Rumi, ella no te dijo nada, ella confía en ti, Rumi ha estado distante últimamente