don't run away ; hanknow

dos

Minho estaba en el baño lavándose las manos, pensando en el encuentor incómodo de hace dos minutos. Esperaba que el chico, Jisung, haya vuelto con sus amigos, no porque no le agradaba, es que había algo en ese chico que lo asustaba. O bueno, lo intimidaba mejor dicho.

Tristemente, cuando abrió la puerta, el peliazul estaba aún parado en frente de la puerta del baño, apoyado contra el marco de la puerta.

"Oh", Minho lo miró sorprendido, "todavía sigues aquí."

Jisung soltó una risa, "Bueno, si, no eres el único que quiere hacer pis."

Eso tenía sentido.

Minho asintió y se dirigió a su habitación otra vez.

"¿No te unirás a nosotros?" Jisung preguntó curioso.

"Oh, umh, no, estoy un poco cansado ahora así que voy a..." apuntó a su habitación, "si."

"Está bien," dijo Jisung.

"Bueno, ¡fue lindo conocerte!" Minho dijo de repente, tal vez un poco fuerte. Hubiese querido golpear su cabeza contra la pared si Jisung no estuviera mirando.

El otro chico sonrió, "lo mismo digo," dijo antes de cerrar la puerta del baño.

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Minho se sentó en la cama y se preguntó que hacer ahora. Obviamente no podía ir a la cocina por algo para comer porque los chicos seguían ahí. Pero a la vez tampoco quería estar encerrado el resto del día.

Terminó levantándose cuando eligió ir a caminar y explorar un poco el nuevo vecindario. Se cambió de ropa y se dirigió a la puerta principal. Se detuvo por un segundo para pensar.

¿Se supone que debería decirles a Changbin y Chan que se iba un rato? Creía que era un poco grosero irse sin siquiera una palabra. Pero por otro lado, estaba asustado de enfrentar a los otros chicos otra vez y decirles que se iba, lo que significaba que todos dirigirían su mirada a él.

El simple pensamiento lo asustó tanto que decidió abrir la puerta e irse. Tal vez ni siquiera se den cuenta de que se fue.

Lo primero que notó cuando salió fue el clima, el cual no era el ideal para salir a caminar. El cielo estaba nublado y se veía como si lloviera pronto. Dudó pero decidió seguir ya que era solo una caminata rápida y volvería antes de que se dieran cuenta.

Estaba caminando por la acera y podía escuchar el sonido de sus propios pasos junto el de los pájaros cantando. Se sentía tan pacifico.

Rápidamente notó que la mayoría de las cosas en el vecindario se veían iguales, solo cambiaban los colores.

No había gente afuera y ningún auto pasaba. Era solo Minho, el solo con sus pensamientos.

Tenía que admitirlo, no era una de sus caminatas favoritas, no camina generalmente ni siquiera le gusta hacerlo. Pero tenía que mantenerse ocupado.

Sonrió después de ver a dos gatos sentados en frente de la puerta de alguien. No era tan malo después de todo.

Notó un banco al final de la calle y soltó un suspiro de alivio. No tenía energía suficiente como para seguir caminando. Se sentó y respiró profundamente.

Se preguntaba cómo estaría Momo. Le prometió hablarle pero realmente olvidó hacerlo. Se asustó de inmediato e inmediatamente buscó su celular para escribirle.