Carta segunda.

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Ha pasado un tiempo desde que ocurrió lo que me hundió.

Conectar con sus ojos.

Hace dos meses, cuando por primera vez en toda mi pequeña trayectoria aquí, usted se fijó en mí.

Fueron breves momentos, pero los suficientes para dejar a mi corazón con una frecuencia cardíaca acelerada y con un incesante anhelo de más.

Es curioso como es que nuestra naturaleza es tan ambiciosa. Antes solo quería que me mirara. Sin embargo, ahora que lo hizo, ese querer creció a muchas más escalas de lo que pude haber predicho.

Es desconcertante el hecho de que mis ojos estén buscándolo con tan urgente constancia, es un imán, usted funciona como uno. Y es tan gracioso que nunca considerara que algún día esto pudiera ocurrirme, porque no lo pensaba, no lo esperaba, ni lo deseaba. No obstante, heme aquí, escribiéndole a otro hombre, uno de orbes tan comúnes como únicas.

En otro universo. | kth×pjm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora