Lee MinHo y Han JiSung son mejores amigos que están perdidamente enamorados del otro, sin embargo, tienen un miedo terrible a confesar sus sentimientos por miedo a arruinar su hermosa amistad. Para desgracia de ambos, justo cuando iban a dar el prim...
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—¿Y tú qué haces despierto tan temprano?—lo molestó JuYeon bajo el umbral de la puerta—. Son las diez, los días sábados con suerte despiertas a las dos de la tarde.
MinHo sonrió, asegurándose de llevar todo lo necesario en su mochila. Entendía la sorpresa de su mellizo, a pesar de que era muy común para él despertarse tarde los fines de semana, esa rutina se vio interrumpida desde el día que lo llamaron para decirle que la familia Han había tenido un grave accidente y se hizo una costumbre diaria que despertara temprano los sábados y domingos para ir a visitar a JiSung al hospital, rezando que pronto despertara de ese coma que tenía a su familia y amigos sumergidos en un inexplicable dolor.
—Ya te había dicho que iré a casa de JiSung para darle clases de química—recuerda.
—¿Qué clase de química vas a darle? Recuerda que soy muy joven para ser tío—bromeó el otro alfa, tomando el atrevimiento de sentarse en la cama de MinHo.
—Claro, siéntate—dice con sarcasmo, provocando que su mellizo ría—. Siguiendo con el tema inicial, primero necesito que se acuerde de mí, después hablamos de hijos—se colgó la mochila al hombro cuando se aseguró de tener todas sus cosas listas.
—No has negado que quieres tener cachorros con JiSunggie—el mayor por solo unos minutos lo miró subiendo y bajando las cejas, riendo cuando MinHo le lanzó una almohada a la cara—. ¡Agresivo! Bueno, debes saber que uno debe llamarse como yo o sino no quiero nada.
—No es como que tu opinión sea válida si son mis hijos—responde, dándose un vistazo en el espejo de su habitación—. A ver, espera, ¿cómo terminamos hablando de esto?
—No sé, pero de esta conversación concluimos que quieres tener hijos con JiSung. ¡Qué romántico! Esto es como uno de esos clichés que Eric ama ver en dramas y...
—Ya que te gusta hablar de mi vida amorosa, estoy en todo mi derecho de preguntar por la tuya—interrumpe a su hermano con una sonrisa maliciosa—. ¿Cuándo le dirás a Eric Son lo mucho que lo amas y quieres que sea el padre de tus futuros cachorros?
—No me gusta este tema de conversación, mejor hablemos de ti y JiSung. ¿Cómo va la memoria del omega que te tiene babeando desde los trece? ¿Ha recordado algo?—pregunta el alfa contrario, él fue testigo de lo mucho que sufrió su mellizo y no era para menos, el accidente los dejó a todos en shock.
Es bastante curioso como la vida es capaz de cambiar en un segundo.
MinHo suspiró.
—No, no ha sido capaz de recordar nada, tengo la esperanza de que pronto eso cambie.
—Podrías traerlo a casa, tal vez así podría recuperar la memoria—propone JuYeon, estrujando en sus manos la almohada que MinHo había arrojado a su cara—, ustedes pasaron muchos momentos lindos aquí. Además, te aseguro que mamá y papá enloquecerán cuando lo vean, lo adoran demasiado.
