Eight

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-Segura que estás bien?...

Mamá no ha dejado de preguntar si he estado bien, si no me duele y blah blah blah.

-Que estoy bien, ma, no te preocupes-

-Sabía que no debí salir- dijo con un tono de tristeza.

-Hey, ma- dije mirándola -Es tu vida, tienes derecho.- sonreí, recordando lo que dijo Inosuke.

Lágrimas caían sobre mi madre. Me destrozaba el alma.

-Pero tienes el brazo morado, T/n- dijo a lo bajo.

-Lo se ma, pero estaré bien- sonreí –Tu hija es muy fuerte-

Ella se seca las lágrimas y pone un poco de mentol, mientras lo frota, la puerta es tocada.

-¿Quién?

-Soy yo, Ma- Inosuke estaba afuera.

-Pasa- contestó mi madre mientras guardaba el botiquín.

-Ma, ¿tienes dinero? Iré a comprar unas cosas para cocinar con T/n-

-Oh, si, claro- ella le da dinero y le sonríe –No te olvides de traer botanas- le guiña un ojo y le sigue sonriendo.

-Claro, no lo voy a olvidar- y con eso cerró la puerta.

Las dos suspiramos.

-Mírate, con esas ojeras- dijo pasando su pulgar en mis ojeras – ¿Segura que quieres cocinar con tu hermano?-

Asiento levemente con la cabeza.

-Bien, si tú lo dices- Sonrió con ternura –Pero no te esfuerces mucho, ¿ok?-

Lo siento mami, tengo que esforzarme

-Ok, mami- le di un besito en la mejilla y salí del cuarto. Miré a todos lados, si es que mi padre no se encontraba por ahí. Como no lo vi, fui a la cocina a sacar los platos y todo lo que usamos para hacer un pastel, a mi mamá le encantan los pasteles que hacemos Inosuke y yo, sin mencionar que YO soy la que tengo que limpiar el desastre de Inosuke.

-Ok, este viernes-

¿Qué era lo que mi padre debía? ¿Dinero? ¿Y que si no paga?

La puerta principal se abrió de golpe e Inosuke con Tanjiro y Zenitsu estaban con fundas muy sonrientes.

-¡Hola, T/n!-

-¡Tanjiro!- digo asombrada y luego miro a Zenitsu – ¡Zenitsu!

Tanjiro se rie, mientras que los dejaba pasar.

-Me encontré a Tanjiro y a Monitsu en la calle, así que decidí invitarlos- Inosuke cruzó de brazos orgulloso de si mismo.

-Si, si a la mierda todo, pero dijiste mal mi nombre- dijo Zenitsu, mirando mal a Inosuke.

Regla núm. 1 de la familia Hashibira: puedes decir malas palabras, con tal de que tus mayores no te escuchen.

Inosuke y yo nos miramos y le dimos un golpe.

-¡Au! ¡Au! ¡Au!- dijo Zenitsu con unas lágrimas en los ojos -¿Por qué el golpe?- nos miró con una cara de enojo.

-¡No decir malas palabras en voz alta!- dijimos a la vez y Tanjiro se queda riendo.

-Tienen razón Zenitsu --Comentó Tanjiro –No es tu casa para andar por ahí insultando—

-Si, si, como sea- dijo mirando otro lado.

-¿Y si comenzamos? – preguntó Inosuke, desesperado.

-Claro- contesté sonriente.

Diez pasteles más tarde...

Al menos por esta vez, Tanjiro me ayudó a limpiar el desastre que, ahora, Inosuke y Zenitsu provocaron.

-Muchas gracias, en serio- le dije a Tanjiro.

-Estamos a tu servicio, T/n- dijo sonriente –Por cierto, mañana es la tarea de biología y no lo hicimos, tienes que hacerlo con Inosuke- este guiñó un ojo y se fue, arrastrando a Zenitsu por el piso.

***

-¡Al fin!- suspiró pesadamente Inosuke -Esta tarea de biología no lo entendía, te doy las gracias por explicarme- sonrió inocentemente

-Que gracias, anda lava los platos que dejaste- dije molesta.

-Ash, me pongo en modo buen hermano y tu lo arruinas- y luego salió de mi cuarto, junto a sus cuadernos.

Miré la hora, eran la una de la mañana. Como no tenía sueño, me fui a mi escritorio, donde se encontraba mi laptop.

Aburrida, cerré mi laptop, me acosté en mi cama, y me dispuse a dormir, con la cara de Rengoku-sensei atormentandome.

𝐑𝐞𝐧𝐠𝐨𝐤𝐮'𝐬 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 || 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙡𝙩𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙈𝙖𝙛𝙞𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora