𝐑𝐞𝐧𝐠𝐨𝐤𝐮'𝐬 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 || 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙡𝙩𝙧𝙖𝙙𝙖 𝙚𝙣 𝙨𝙪 𝙈𝙖𝙛𝙞𝙖.

fifteen.

Mis manos temblaban cuando miraba el baño de hombres. Digo, si he ido al baño de hombres con mi hermano cuando éramos pequeños, pero ahora... esto es incómodo.

Entré a un cubículo y me quedé ahí, sentada por varios minutos. Cuando ya me estaba dando por vencida, la puerta del baño se abre con fuerza y dos personas entran. Miro por debajo y veo que es Kyojuro y Tokito. Están con cara de molestia.

-¡¿Cómo que estará en venta?!- Kyojuro le grita a Tokito, muy enfadado. -¡¿Dónde mierdas sacaste esa puta información?!

-¡Tu padre habló con Hashibira!

El momento en que dice el apellido ''Hashibira'' me tenso, me mareo un poco y por accidente me pego. El silencio reina.

-¿Quién está aquí?- pregunta Kyojuro, muy enojado. -¿Acaso no dijiste que nadie iba a estar aquí?

Abro la puerta, lentamente y los dos me miran. Pongo la típica cara de pocos amigos como lo hace mi querido hermano.

-¿Inosuke Hashibira? -pregunta Tokito frunciendo el ceño.

Muevo la cabeza en señal de ''si, soy yo'' y camino hacia la puerta.

-Espera.

La voz fría de Kyojuro me detiene y volteo a ver. 

-Hashibira, ¿Podría quedarse un momento? necesito hablar con usted por sus calificaciones.

Maldije. Sabía que Inosuke era malo en Historia también. Bueno en todas las materias era malo excepto Jardinería y Química. Voltee a verlo,  con los nervios encima mío.

-Tokito, puedes irte.

Tokito asiente y sale sin decir nada. Intento hacer lo mismo, pero la mano de mi profesor de historia me agarra de la cintura y me voltea, haciéndolo mirar.

-¿Q-qué haces?

-¿Porqué nos espías?

-Yo n-no... - intento zafarme pero el no lo hace. Me pone contra la pared, el no deja de mirarme y entro en pánico.

Número uno: estoy en un baño de hombres.

Número dos: estoy con Rengoku-sensei.

Número tres: creo que voy a morir.

Kyojuro alza mis brazos y usa una de sus manos para poder tocar mis labios. Estoy tan sonrojada que mis mejillas están más calientes que un horno. 

-T/n.. ¿dejarías todo por mi?

sus preguntas eran muy confusas. Sus expresiones también, todo en él era misterioso, confuso y atractivo. Lo miré y su cara estaba lleno de deseo, sonrojado, con su mirada intensa que me hace temblar mis piernas.

***

Uffff se viene, se viene!

se viene un capitulo pero bien... uf.