Minho es el alfa en un grupo de hombres lobos, salvaje, hermoso y varonil hombre.
Para su manada lo mejor es que se casé con uno de su clan, pero todo cambia cuando conoce a Felix. Un vampiro de sangre pura, delicado, educado y hermoso.
Que lo caut...
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En el país existe una ciudad donde las tres razas podemos convivir sin miedo, pues hay demasiada vigilancia de las dos partes. Licántropos y vampiros.
Después de aquella reunión me arme de valor para hablarle y así pedirle que se reuniera conmigo, pues mis deseos de verlo eran hasta cierto punto, absurdos y desesperados.
Decidí verlo en la noche para no tener el sol como una ventaja hacia a mí, además sentir esa fuerza que lo rodea, me recordaba aquella vez que salvó mi vida.
Me coloqué la mejor ropa que pude encontrar, camine por la ciudad, para sentarme en una cafetería, no tengo mucha información sobre los vampiros más que lo siempre nos cuentan, nuestros padres y manada, pues no se si toman o comen algo más que la sangre, pero aun así quise estar en un cómodo lugar para hablarle.
Quería conquistarle, quería hacerlo mío, sin importar que nosotros seamos de raza distintas, sentía que mi corazón latía fuertemente mientras pasaba el tiempo.
Una hora después lo vi llegar, con esa elegancia particular de los vampiros, con ropas elegantes y un dulce aroma, mi alfa se sentía emocionado al sentir ese olor cerca de mí. Ese olor al roció en las mañanas.
Se sentó después de que lo llame levantando mi mano, en un alegre movimiento.
Me miro de manera fría y distante, eso hizo vibrar mi polla y una sonrisa ladina se colocó en mi estúpido rostro de perro.
—Hola, gracias por venir —sonreí cálidamente, indicándole que se sentara frente a mí.
—Dime, ¿Qué necesitabas de mí? —se sentó no muy convencido de estar ahí, aun así, no me importo.
—Claro pero antes de eso, ¿deseas tomar algo? —indiqué
—Claro, un café.
Después de pedir nuestras bebidas y ser llevadas a nuestra mesa minutos después, me quede observando cada minúsculo detalle de lo hermoso que es.
—¿Entonces? —preguntó, sintiendo la intensidad de mi mirada.
—Solo quería conocerte y tener un lazo, es que a nosotros los lobos, nos dicen las peores cosas de los vampiros y yo quiero conocerlos como el líder que soy de la manada —alzando levemente mis cejas, lo mire.
—Ya veo, dime que dudas tienes y yo respondo —respondió con simpleza para beber de su café.
—¿Tu edad?, o bueno, ¿Cómo se mide la edad en los vampiros?, es claro que es diferente a la nuestra —pregunté
—Yo tengo 128 años, mi edad física es de 28 pero en total tengo 128, mientras en otros vampiros, se puede medir en el tiempo convertido, digamos que si te convirtieron hace 10 años, tiene 10 años, ¿me explico? —finalizó mirándome.
—Oh, ya entiendo un poco más —dije tomando de mi bebida, la cual era un té —¿Solo te alimentas de sangre?
—La sangre es el alimento principal, pero no el único, podemos comer lo mismo que ustedes o de los humanos, pero no obtenemos los nutrientes que nos da la sangre —respondió mirándome con aquellos hermosos ojos.
