¿Realmente crees conocer a tu artista favorito?
¿Crees que la perfección que siempre admiras y ves podría ser real?
Somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos y a cambiar
Incluso ellos
Y está bien.
La siguiente historia es ficticia y utiliza tem...
Borracho - Yo realmente creí que eras hermosa cuando te conocí, aunque un poco pequeña ¿Qué clase de persona mide 1,60cm hoy en día? – me dijo mientras soltó una carcajada - podría pisarte -. Me levante de mi asiento y con voz firme le dije que se callara y puse su brazo en mi cuello para alzarlo – ¿Cuánto pesas? – era demasiado para mí, pero era muy tarde para seguir en el bar. Camillo rio exageradamente debido al supuesto efecto del alcohol y me pregunto - ¿te voy a aplastar? -. Lo solté bruscamente y grite –¡sigues y te dejo aquí ¡- Camillo entre risas pidió perdón y me siguió apoyado a mi hombro.
Duramos varios minutos en silencios, exactamente hasta llegar al hotel, y Camillo siendo Camillo, me vio con una mirada seductora cuando entramos al ascensor y me dijo – Eres linda cuando te molestas, eres... sexy – y soltó otra irritante carcajada más, pero debido a que es mi protagonista no dije nada y bajamos del ascensor. Ya en la puerta de su cuarto, me acorralo contra la pared y me vio fijamente, al igual que yo a él. Lentamente bajo su mirada a mis labios y al instante la subió a mis ojos para verme otra vez y pregunto.
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- ¿quieres un beso? –
- - ¡quiero las llaves! – respondí seria.
Me señalo que estaba en la parte delantera de su pantalón, se suponía que estaba borracho así que las tome sin vergüenza - ¿Solo las vas a tomar así? ¿No harás nada más? – me dijo extrañado cuestionando mis acciones, a lo que respondí irónicamente mientras abría la puerta.
- ¿quieres un beso? -.
Camillo me vio confundido, pero continuaba con su mentira. Entramos a la suite. Lo acosté en la cama, pero este aprovecho su peso e hizo que yo callera al igual que él, con la mitad superior de mi cuerpo encima de Camillo y la mitad inferior fuera de la cama
Los ojos profundos y obscuros del chico, sus cejas espesas y sus labios carnosos, la adrenalina de estar tan juntos, con nuestros labios tan cerca, solo a milésimas de tocarse y a punto de cumplir el sueño de la Dina de 11 años, que aún lo admiraba y lo amaba por ser el Camillo Cano de las redes sociales, eran un coctel de sentimientos que me hicieron sentir una euforia nunca antes experimentada por mí.
Pero en un segundo, tuve una epifanía, que me hizo recordar mi presente y despertar. Con los ojos cerrados dije - No puedo – y me levante. Camillo confundido me pregunto desde la cama - ¿por qué no puedes? - él pensaba que mis sentimientos por el seguían intactos. Y yo volteando desde la puerta respondí - Pero no así, ya no - cerré la puerta y me fui.
Camillo se preguntó a el mismo - ¿Qué me sucede? – mientras procesaba sus sentimientos actuales.
Por primera vez se sentía nervioso por una chica, ya que estaba acostumbrado a que por más que la chica no fuera su fan, siempre caigan a sus pies, pero esta vez el sentía la necesidad y la curiosidad de saber ¿Qué la hizo cambiar de opinión sobre él? ¿Por qué a pesar de ser su fan y admirarlo, ella actuaba diferente a las otras admiradoras con las que se ha cruzado en sus 18 años de carrera? Por primera vez, él se interesaba realmente en los sentimientos de una chica, en los sentimientos de una fan.
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