¿Realmente crees conocer a tu artista favorito?
¿Crees que la perfección que siempre admiras y ves podría ser real?
Somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos y a cambiar
Incluso ellos
Y está bien.
La siguiente historia es ficticia y utiliza tem...
¿Me conoces? – pregunto Camillo. Claro que si – dijo Lea sin apartar la mirada del reloj - Camillo curioso y extrañado pregunto - ¿trabajas aquí?, nunca te he visto. Vengo de la nueva editorial, soy de Crónicas Entretaiment – Exclamo Lea.
Desconozco totalmente – dijo Camillo sin dejar de verla, analizándola por completo. En ese momento, Lea sintió que algo se paró en su pecho y dijo
- pero si trabajaremos juntos en la nueva película
- Fíjate que es la primera vez que escucho de ustedes – respondió mientras reía.
Y casi salvada por una campana sonó su celular, era yo llamándole. Ella se despidió de manera amable, aunque seguía desconcertada y Camillo, su ejemplo a seguir, la vio irse en el ascensor sin decir nada.
- Creí que por lo menos se había tomado el tiempo de saber quiénes iban a trabajar con él o que sabría de la película o siquiera que sabría de la empresa – Pensó Lea mientras subía en el ascensor.
Lea llego a la sala de reuniones, donde todos estábamos esperando que llegara la directiva y mi amado Camillo. En el tiempo de espera note que Lea se encontraba distraída, como si algo le molestara o le preocupara, pregunte si necesitaba algo, pero ella solo dijo – Recuerda que antes de venir te dije que no debemos subestimar a las personas, porque pueden ser muy distintas a como son en sus redes – lo que me dijo me sorprendió, y sentí como un regaño interno, pero luego supe que había pasado algo cuando fue a buscar su celular, ya que antes de eso era una de las mujeres más felices que había visto.
Por fin Camillo y la directiva llegaron, yo sentí una emoción tan grande como si de ganarse la lotería se tratara, por fin la tenía en frente a la persona que tanto había amado, aunque llegue a notar que me ignoro y que Lea no se veía tan emocionada como pensé que lo estaría.
Hicimos la revisión del guion, hablamos de la temática romántica que tendría la película, de los lugares en donde se filmaría y del protagonismo que Camillo tendría. Todo era perfecto y soñado, la directiva estaba enamorada del trabajo. Pero en un sencillo momento la felicidad, se apagó. Camillo tenía el guion original en sus manos y lo rompió como si de una bolsa se tratara y dijo – lo siento estúpido y no pienso trabajar en él, ni con ustedes – con esas pequeñas y dolorosas palabras se levantó pidió permiso y se fue. El silencio incomodo en la sala retumbaba en los oídos de todos y ahí entendí a qué se refería Lea y entendí que lo había visto antes pero no sé en dónde.
Mateo avergonzado pidió disculpas y salió corriendo detrás de su amigo. Lo encontró justo en el pasillo, con su mano lo volteo bruscamente y cuestiono con un tono de rabia
- ¡¿Qué es lo que te sucede? Dijiste que si lo harías y que pondrías de tu parte ¿Por qué cambias de opinión ahora?! Sabes que esas chicas te admiran más de lo que hemos visto antes y lo hacen de manera sana. – Solo son unas fans más, ¿Qué debería preocuparme?. – Mateo enfurecido le pregunto - ¿Cuál era tu problema? Recuerda que gracias a personas como ellas tu estas aquí. - ¡No me dijiste que sería una película romántica! – respondió molesto - ¿Ese es el problema? Entiendo la razón por la qué no quieres que sea romántica, pero eso no lo justifica, tus problemas no justifican tu mala actitud.
Camillo al escuchar esas palabras, solo vio a Mateo de una manera fulminante, pero no dijo nada.
Mateo se dio cuenta de que la situación de Camillo podría seguir igual y pregunto - ¿está todo bien en tu casa? – pero Camillo sin ser capaz de ver la cara de su amigo respondió que no, de una manera seca, y se fue en el ascensor sin decir nada más. Mateo sintió remordimiento, pero debía arreglar lo que su amigo había dañado.
Se dirigió a la oficina y nos re agendo una cita dentro de una semana. Como recompensa nos dejó todos los gastos pagados en el hotel esa semana adicional que no estaba en nuestros planes. La película se haría con Camillo o sin él, pero en ese momento no había nada que pudiera llenar ese vacío que el dejo en mi pecho y en la moral de mis compañeros, los cuales volvieron al hotel casi sin ella.
El trayecto de la agencia al hotel fue casi, el viaje más doloroso e incómodo de mi vida, me sentía estúpida, estaba avergonzada, por lo mucho que lo idolatre y porque mi mejor amiga había predicho lo que acabábamos de ver, y no la escuche, pero ahora solo quedaba descansar y esperar la fecha de nuestra próxima cita.
Camillo dio vueltas por todos lados con el propósito de no llegar a su casa. Vivía en una ciudad costera hermosa y muy modernizada, con edificios brillantes y altos, ver a la gente feliz y el aire salado en su cara lo relajaban, pero en algún momento debía volver.
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El chico subió al piso 22 del edificio. Al abrir la puerta de su casa lo primero con lo que se encontró fue con un jarrón estrellándose en la pared que cierra la puerta, casi impactando en su cara y su esposa gritando tirada en el piso- ¿Dónde estabas idiota? – Mientras ella reía el entraba alzando los pies debido al desorden que le impedía caminar y se asqueaba debido al olor de alcohol que impregnaba la casa.
Camillo se acercó a ella y en cuclillas le pregunto de manera amable con quien estaba en la casa, mientras sobaba su hermosa y sucia cara. Pero ella respondió sin filtro –¿con quién más? – y soltó una carcajada gigante. - ¿Dónde está la niña? - Con tu mama – dijo Sofía - ¿Por qué estaría conmigo? - El alcohol era más que sangre en su cuerpo en esos momentos.
La vio con dolor en sus ojos y la alzo llevándola a la cama en donde ella durmió plácidamente, pero al mismo tiempo él pensaba si dormir con ella, ir a un hotel o dormir en el carro. La casa era un caos. Aunque ya estaba acostumbrado a estas situaciones, ya se sentía cansado, y decidió pararse en el balcón, le gustaba la playa y esta se veía desde ahí. Se sentó y solo podía esperar a que esta caótica vida solo fuera una pesadilla, una pesadilla de la que no podía escapar debido a la manipulación de su familia.
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