Una Sugar ¿Qué? ||NingSelle

Twenty-two: Te Haré Hablar.

En casa de mis padres todo parecía que había salido bien, mi madre aceptó casi de inmediato a Aeri luego de verla en persona. Mi padre dijo que la estaría vigilando, pero se llevaron algo bien, hablaron de negocios y claramente me estaba durmiendo cuando los estaba escuchando.

¿Los medios dejaron el tema? Tardaron unos días, ahora no he leído nada al respecto. Solo una que otra vez he escuchado sobre mi relación con Gigi en la facultad y sinceramente ellos no saben nada, no saben cómo nos amamos, ¿amarla está mal? No lo creo. Ellos están mal.

Ahora estamos regresando a Seúl, Aeri está durmiendo en mi hombro, es tan linda cuando está dormida, dice que yo hablo dormida, está equivocada, no hago eso. No es el punto.
Aquí viene lo que he estado pensando durante estas horas del vuelo, ¿qué demonios habló con mi padre exactamente? Sé que no fue de negocios, parecía nerviosa después de salir de hablar con él y evitó hablarme, ¿y si sí la amenazó? Él no haría eso, no estoy segura en realidad, pero diré que no.

Tomé mis audífonos y decidí no pensar más en eso, ya le preguntaría a Gigi al llegar, además tenía algo de sueño. Recargué mi cabeza sobre la de ella y me dormí, la posición no era cómoda, pero estar cerca de ella siempre es bueno.

...

Abrí mis ojos asustada buscando a Gigi con la mirada, ella estaba leyendo un libro, me miró confundida.

-¿Qué pasó, mi vida?

-Es que... -Traté de calmar mi corazón que se agitó del susto.- Soñé que estábamos de regreso a Seúl, por separado, debido a que las cosas no funcionaron en casa de mis padres, todo salió terriblemente mal, no recuerdo con exactitud qué cosa, pero todo fue empeorando al llegar, y estaba más que decidida a romper comtigo.- Giselle me escuchaba atenta con su ceño fruncido al final.- Te lo juro que se veía real, ¿no planeas hacer eso?

-¿Qué?

-Ohh, que si una sueña algo, se hace realidad, ¿Aeri, qué hablaste con mi papá? -Encontré la excusa perfecta para preguntar eso.

-¿Eh? ¿Eso a qué viene? - La agarré con la guardia baja porque hasta soltó el libro nerviosa.- Solo hablamos de negocios. Don't worry, honey.

-Sé que no fue solo eso, estoy segura. ¿Cómo quieres que no me preocupe? Soñé eso, fue por algo.- Murmuré abultando mis labios hasta hacer un puchero, y si esto no funciona, tendré que ir a más.- Solo dime la verdad, bebé. Estoy preocupada, ¿y si te amenazó?

-Amor, hablemos de esto en casa. Por favor.- Resoplé. Esto no funcionó.

...

-Solo dime qué era, bebé...

Habíamos llegado hace 2 horas, pero como no habló, tuve que recurrir a lo último que se me ocurrió. La única forma de abrir una tumba como es la boca de Aeri Uchinaga al jurar algo.

-M-mi vida, no sé de qué hablas.-Soltó un jadeo y mordió su labio viéndome directamente.- ¿Qué forma de sacar información es esta?

Volví a hundir mi cara en su intimidad hasta que se volvió un desastre de jadeos y balbuceos.

-N-Ninggie...-Alcé la vista, y joder, qué vista.- S-sigue por favor.

-Dime de qué hablaron y te dejo correrte. Es un trato justo.

-N-no puedo, Yizhuo, mi vida. Por favor.- Y ahí estaba la Giselle que suplica, otro día me hubiera convencido, pero hoy no. Ella lo notó y pareció dudar, pero la urgencia entre sus piernas le ganó cuando di un ligero lenguetazo.- ¡Al demonio! Me dijo que te pidiera tu mano.

¿Qué? ¿Escuché bien?

-¿Mi... Mi mano? ¿Qué? -Pregunté atónita, incluso olvidé lo que estaba haciendo.- ¿Hablas de matrimonio?