2 Canguros [Katsudeku]

Capítulo 3

Katsuki e Izuku buscaron por toda la casa, empezaron buscando juntos, pero al no encontrar a los niños pensaron que lo mejor era separarse, entonces cada uno se fue por su lado. Katsuki estaba visiblemente alterado, sabía que no solía tener mucha paciencia, pero que los niños saliesen corriendo no era algo que esperase. ¿Qué les había pasado para que reaccionasen así? ¿Ese era el motivo por el que no querían tener canguros? ¿Tenía que ir a partirle la cara a algún desgraciado que había intentado aprovecharse de sus primos?

Finalmente fue Izuku el que los encontró, estaban metidos en el armario y no querían salir de ahí, entonces empezó a hablarles a través de la puerta, pacientemente, esperando que los niños tuviesen la confianza de volver a salir, cuando Katsuki llegó a la habitación donde estaban vio dentro del armario asomando la cabeza, mientras Izuku esperaba pacientemente sentado frente a la puerta. Decidió esperar apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, le daría una oportunidad al método del nerd.

— No os voy a obligar a bañaros, pero ¿Por qué no queréis?

— Es que...— empezó a decir Kota

— No va a quedarse a solas con ninguno de vosotros— gritó Eri poniéndose delante de su hermano.

— ¿Qué? — Izuku miró a Katsuki alarmado, no quería sacar conclusiones precipitadas pero Izuku no se le ocurren muchas más opciones que las que está pensando, pero al ver a Katsuki lo ve apretando los puños e igual de alterado que él, así que imagina que no se equivoca demasiado, no obstante no quiere que los pequeños se alteren más así que piensa en algo rápido.

— Siempre podéis bañaros solos— dijo Katsuki

— No podemos, no nos dejan bañarnos solos.

— ¿Y si no bañamos los cuatro? — dijo Izuku con simpleza, Katsuki lo miró sorprendido pero antes de poder decir nada los niños dijeron a la vez.

— ¿Podemos?

— No le veo el problema, sois hermanos y lo suficientemente pequeños como para que Eri-chan no tenga ningún problema con ello, y Katsuki y yo somos dos chicos, no hay nada malo en ello – dijo encogiéndose de hombros

— ¿Qué? No vamos a bañarnos los cuatro juntos– dijo Katsuki mirándolo de arriba abajo

— ¿Por qué no? — dijo Izuku girando la cabeza interrogantemente

— Por qué no

— Sino no nos bañamos– dijeron los niños al unísono.

— Oh, vamos Kacchan, mientras no me mires demasiado no hay problema— Katsuki se sonrojó violentamente, así que para intentar salvar algo de su dignidad dijo.

— Ni que hubiese algo que ver Deku... andando mocosos.

Nada más entrar al baño, les piden a los niños que se desvistan y empiezan a desvestirse ellos también, Katsuki intenta por todos los medios no mirar a Izuku, pero lo ha visto agacharse por el rabillo del ojo y no puede evitar fijarse en su maravilloso y redondeado trasero, así que dejando a tras su vergüenza y sabiendo que Izuku no puede verlo se da el lujo de contemplarlo de espaldas, entonces lo ve, tiene el brazo derecho destrozado, con grandes cicatrices a lo largo del mismo y una gran cicatriz que le ocupa todo el bíceps.

— ¿Zuku-nichan ya puedes mojarte el brazo?

— Sí, no te preocupes Kota, ya está curada, ¿ves? — dijo acercando la mano de Kota a su hombro.

— Es como la de Katsuki ¿no?

— Oh, Kacchan, tú también tienes una cicatriz— dijo Izuku acercando su mano al pecho de Katsuki delineándola con sus dedos, sin llegar a preguntar nada. Katsuki vio la pregunta en sus ojos, pero agradeció que no preguntase nada en ese momento.