El Pecado De La Luna. Laycas

Capítulo 4

Narrador omnipresente.

La mirada de insertidumbre acompaña a las las chicas junto con la miradas de todos sobre ellas.
Pero algo que no puede pasar desapercibido por el rey es ver el rostro aterrado del alfa Mauro. ¿Cual es su temor? Se pregunta antes de dar la vuelta y darle la espalda.

¿Que pasará ahora? ¿Cual será nuestro destino? ¿Por qué el mismísimo rey interferiria en el juicio de un par de renegadas?
Eran las preguntas que pasaban por la cabeza de las chicas, pero el más sorprendido sería el mismo rey, pues se dejó llevar por sus impulsos algo raro en el y ahora lleva a un par de renegadas a su palacio.

Lo más extraño es que se quiso quedar solo con Nahia en la parte trasera del auto enviando a su amiga en el otro auto. "Hay algo en esta chica que me atrae y me resulta difícil controlarlo". ¿Que rayos me pasa con esta chica?
Gracias a la conexión psiquica pudo llamar a su beta para traer lo autos a tiempo y salir de es asqueroso lugar, hay muchas inrregularidades en ese lugar. Enviaré a alguien a investigar.

En el camino Kilian se encarga de hacer el interrogatorio a Jael mientras que en el auto del rey se siente un ambiente incómodo y pesado ya que el fresco aroma de ella lo vuelve loco a pesar de que este cubierta de restos de lo que le arrojaron en la plaza.

La examina con cuidado y puede notar que usa un vestido sucio roto y al parecer ni su talla es pues se nota corto y ajustado, las costuras abiertas casi al borde de romperse.
¿Que clase de vida tenían estas chicas?
Estaba sucia como si no se hubiese bañado en varios dias. Su cabello se veía sucio y enmarañado y su rostro, su rostro no lo podia ver desde que salimos de aquel lugar se a mantenido con el rostro abajo,  no e logrado apresiar bien sus facciones.

Mientras que Nahia cruzaba sus piernas y trataba de consentrar la energía de esa nueva sensación rara que no le permitía dirigirla a su espalda para minimizar el dolor.

Todo lo que conocía desde hace ocho años eran castigos por expresar
sus sentimientos e incomodidades ante una persona de más poder que ella, que en su caso lo eran todos, así que no quería enfurecer al rey haciéndole saber sus males, ni siquiera sabía cómo sería el juicio del rey.

-Su magestad - Se conecta Kilian psíquicamente -La chica es inocente no ha cometido delito alguno, a excepción de un vez que mando al hospital a un hombre por haber defendido a su amiga cuando este se encontraba abusando de ella, pero el castigo que resibio por parte de la directora fue algo inhumano digno de una verdadera vestía. —De pronto la rabia se apodera de todo el ser del rey al pensar que la pequeña Nahia pudo ser ultrajada de tan vil manera, sus ojos resplandecen de la irá  quisiera golpear algo o alguien pero trata de  controlarse ya que tal vez podía asustarla  —¿Que a averiguado de la chica que va con usted? —La ira del rey disminuye al darse cuenta de lo distraído que estaba tanto por ese delicioso y desesperaste aroma, que es más fuerte que el de la suciedad que trae encima, que no ha hablado con ella en todo el recorrido.

—Es verdad e estado divagando tanto que olvide interrogar a la chica. —admite.

—Esta chica que viene conmigo asegura que su amiga es aún más inocente que ella y es quien a sufrido más a manos de la directora, por puro gusto de ella.

Nuevamente una oleada de irá lo invade sin saber por qué, ya que no es normal está clase de impulsos.

—Detente. —Ordena el rey.

—Señor es una zona boscosa sería peligroso detenerse aquí.

—Solo será unos segundos. —responde el rey ya gruñendo pues es algo que no pude controlar.

El auto se detiene y el se baja enseguida.
Gruñe furioso y da un fuerte golpe contra un árbol haciendo que esté caiga. "¿Por qué pensar que le hacen daño a esta chica me pone así? No lo entiendo."
Piensa el rey tratando de calmar esa irá, la bilis que creo fue tanta que de repente comienza a sentir un par de arcadas y termina vomitando.

Nahia desde el auto solo puede ver la escena y sentirse mal por si misma.

Entonces no tan lejos pudo escuchar algo que la calmo, rápidamente salió de auto y corrió deprisa.

—¿Que pasa? —pregunta al rey al ver a unos de sus hombres correr hacia el bosque.

—¡La chica que venia con usted está hullendo!—Dice Kilian bajando del auto y asegurándoce de que la otra no se mueva.

Antes de siquiera pensarlo el rey se dirije asia donde todos corrieron.
¿A dónde voy por qué corro tras de ella igual? ¿¡Que demonios sucede conmigo!?

A unos cuantos metros del río puede ver a sus hombres parados sin hacer nada.
—¡Maldita sea era una trampa! —penso el rey —si hay que pelear lo aré.

Dicho esto abansa decidido y de pronto al igual que sus hombres se había detenido contemplando aquella ¿Tierna ecena?

La pequeña chica se encontraba dentro del río labandose pies y manos y limpiando como puede su viejo vestido, tratando de quitar cualquier rastro de lo que sea que aún traía pegado en su cabello y cuerpo.
Una escena que impresiona a todos pero más que nada conmovedora, sobre todo para el rey cuando al arcecarse a ella, ella se puso de rodillas en el agua del río y se disculpo con el.

—Perdone a esta renegada su magestad ya que mi asqueroso hedor le hizo tanto mal, no soy digna siquiera de su presencia.

¿¡Pero que que rayos!?