- Jael, Jael, ¡JAEL!
Grito y mi amiga despierta de golpe.
-¿Que te pasa?
-¡Nos quedamos dormidas! -Le digo mientras salto de la cama para compensar a vestirme y hacer mi labores.
-¡Lorelain, nos matará! -Exclama ella mientras sale deprisa de la cama y comienza a bestirce.
Anoche casi no dormimos por quedarnos a hacer limpieza para que hoy no estuviéramos tan saturadas de trabajo, hoy el alfa de la manada desidira nuestros destinos, sabremos si seremos libres -si como no(?)- o pasearemos a manos de otra persona.
Me aterra la idea de separarme de ella, aunque por lo general en esta manada a ningún hijo de renegados le es perdonada la vida.
Por ley deben de esperar a la mayoría de edad después de la primera transformación para decidir que pasará con nosotras pero al ser las únicas más adultas en el orfanato se me permitió ser enjuiciada junto a Jael.
No quiero estar sin ella y nos isimos a la idea de morir juntas.Esa mañana los pisos brillaban, a decir verdad nos hisimos muy buenas en eso de pulir pisos y limpiar, la satisfacción al ver a la bruja con su cara de frustración por no poder castigarnos por eso, pero siempre hay más tareas para hacer, más trabajo, nos toca dar el desayuno de los niños ella despidió al personal cuando cumplimos 13 y desde ahí nos hacemos cargo de todo; aún recuerdo el dolor de los primeros azotes por alguna razón me solía azotar más a mí, pero el miedo a los azotes nos hizo esforzarnos hasta ser buenas limpiando, visitando, cuidando, puliendo, barriendo, vale hasta carpinteria aprendimos entre otras cosas, en fin, pero bueno los accidentes siempre pasan y esa mañana antes de salir al terminar de servir los alimentos un pequeño tiro algo de papilla al piso y yo resbale con ella justo llevando una docena de platos sucios a la cocina.
Ya sabía lo que pasaria.
Jael corrió a ayudarme y Lorelain entro en ese momento al vernos a ambas en el piso y el montón de platos rotos tirados sonrió diabólicamente, parecía casi excitada.-Par de inútiles, limpien ese mugrero y las espero en el cuarto de castigo.
Ambas suspiramos y aseptamos nuestro destino, esto será duro pues en toda la semana no le habíamos dado razones para azotarnos.
...
10...
11...
15...
20...
25...
Ya no creo aguantar más...
En total 30 azotes, no sentía fuerzas toda mi energía la diriji a mi espalda para hacerla más resistente y soportar lo azotes pero mientras más resistente me hago más fuertes y desgarradores son los azotes.
La bruja sale de la habitación con una extraña mirada de satisfacción y excitación, se reclamé los labios al mirar mi espalda como si lo que hizo fuera una obra de arte, ¡maldita bruja enferma!.
Cuando ella sale me limito a suspirar. Hoy me dio menos azotes pero más fuertes.
Jael se acerca con dificultad a mi para poder ayudarme, ella resibio nuevamente menos azotes que yo pero por una extraña razón logro resistir más que ella.
Comprendimos a la mala que mientras más gritabamos, llorabamos o nos quejamos, mayor número de azotes resiviamos, así que aprendimos a ser tan calladas que pareciamos las sombras de ese lugar, pero aún más calladas al momento de ser azotadas.
Pues hacernos llorar le causan una mayor excitación, si excitación, era una bruja sádica.-Sabia que no nos dejaría ir limpias.
Dijo Jael.-Así es.
-Nahia, tienes la espalda destrozada, ¿Cómo soportaste eso?
-Igial que las últimas 200 veces que nos a azotado en estos 10 meses .
-Si desde entonces e notado mayor resistencia en tu espalda.
-Nesecito que cubras mi boca. Me siento en extremo débil. Y sabes que el dolor lo sentiré de golpe.
-Lo se...
Ella fue por la almohada y yo perdí esa consentracion de energía.
De pronto el dolor que era una simple molestia y un ardor soportable se convirtió en las mismas llamas del infierno en mi espalda, un grito potente salió desde lo más profundo de mi ser y Jael sostuvo con mayor fuerza la almohada sobre mi rostro para acallar un poco mis gritos, hasta que el dolor me hace perder el conocimiento.Luego de nosé cuánto estuve desmayada Jael comenzó a despertarme.
-¿Por qué me duele tanto?
-Esque te azotó con un látigo diferente.
-¿Que?
-Mientras estaba desmayada ella volvió y traía aún el látigo en la mano, la muy maldita dijo que habia olvidado mostrarte su regalo de despedida, para que te acordarás de ella cada vez que trataras de moverte. El látigo era de varias tiras y en cada una de ellas habia pequeñas cuchillas como garras, dijo que los últimos 8 latigazos te los di con el.
¡Nahia desgarro tu piel!
Te abrí la espalda.
Trate de curarte pero no pude hacer mucho e incluso rompí una sábana para poder venderte bien.Me costaba moverme ni siquiera podía quejarme bien me dolía más si me quejaba. De verdad la mal nacida quería que me acordará de ella cuando me moviera.
-Nahia ¿puedes levantarte? El sol está por marcar el medio día.
-Tenemos que ver al Alfa.
-Tenemos que ver la Alfa.
Me repitio ella y con mucho dolor y me puse de pie cada paso era un martirio tendría suerte de llegar viva a mi ejecución por que tenía que aceptarlo, nos dirijamos a nuestra ejecución.
Cuando salimos del orfanato los niños y niñas se acercaron a despedirse, hasta ellos sabían que nos pasaría, algunos lloraban inconsolables y me partía el alma, una parte de mi se quedaba con ellos, de pronto la brisa trajo a mi un aroma desconocido y a la vez familiar era un aroma entre mentolado y chocolatoso se me iso agua la boca, era un aroma tan delicioso, que cada parte de mi se estremeció pero la sensación más extraña fue la que paso entre mis piernas, no puedo describir, lo que pasó es algo que jamás había sentido en mi vida.
Cuando mire al frente para reanudar nuestro camino a la salida mire un par de autos lujosos en la entrada donde la directora hablaba con unos hombres de traje bastante elegantes.
Jael y yo nos terminamos de despedir de los niños y comenzamos a caminar.-Compermizo -decimos al unísono y con la mirada al suelo mientras pasamos junto a la bruja y los hombres en bellos y elegantes trajes.
Estos nos permiten pasar y siento con mayor fuerza aquel embriagador aroma que me consume por dentro, mi corazón late con fuerza y mi estómago siente un extraño básio, exalo fuete algo así como un gemido, al pasar junto a un hombre, sierro mis ojos y lo descubro el aroma viene de el, ese delicioso y embriagador aroma viene de el, cuando abro los ojos me topo de frente con un par de ojos grises que me miran fijamente, me quedo ipnotizada por ellos hasta que siento un tirón que a la vez me recorre la espalda y me regresa a la realidad por el dolor.-Vamos Nahia, tenemos que llegar a la plaza y nos queda mucho camino por recorrer.
Desbió la mirada de el y miro al piso nuevamente, resignada al fin, ya que ambas nos dirigimos a nuestra ejecución.
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El Pecado De La Luna. Laycas
Hombres LoboAlguna vez te has despertado sintiéndote que no eres diferente a los demás. Oh que tus padres no son tus padres pero, no no hay memoria más que de ellos. Pues una vez más desperté así en la cama del orfanato donde me encuentro, si la poca memoria qu...