Cap 9 [final]

62 6 1
                                    

—Ya lo recordaste, ¿No es así?

—Creo... Que sí. —Yoongi sólo lloraba. Jungkook había hecho todo eso solamente para verlo y él... Él era todo un desagradecido. —Por favor... Perdóname.

—No pienso perdonarte. Ni siquiera lo recordaste. Ni siquiera cuando ya había hecho lo que el Diablo quiso que hiciera para que el efecto de la amnesia pasara.

—Yo lo siento mucho... En serio... Déjame remediarlo...

—No puedes remediarlo. No me recordaste. Nunca me agradeciste por todo lo que he hecho por tí, y yo lo aguantaba, Yoongi. Aguantaba todo lo que me hacías. Aguantaba que no me recordaras. Aguantaba todo por tu culpa. No mereces mi perdón.

—Prometo recordar cada momento. Prometo recordar todo. Sólo dame una oportunidad...

—Ya lo hiciste todo. Me materialicé porque quería besarte, me materialicé porque quería abrazarte, me materialicé porque quería que me sintieras también, pero seguiste pensando que era simplemente una alucinación cuando claramente sabías que me sentías.

—Tú... No eres real... —Yoongi no lo creía aún. —Eres simplemente una alucinación, esto no está pasando.

Jungkook finalmente abrió la puerta.

—Si sigues creyendo que soy sólo una alucinación, regresaré al infierno.

—No... No lo hagas... Te necesito...

—Tú me necesitas, pero yo también a tí y parece que eso no te queda claro aún. Sólo piensas en tí.

—No es cierto, yo prometo que lo arreglaré...

Por alguna fuerza extraña, Yoongi no podía acercarse a Jungkook.

—No, Yoongi. Dilo en serio.

—Yo lo prometo... —No podía más. Simplemente quería echarse a llorar.

—¡YOONGI ESCÚCHAME! —Yoongi se calló. Iba a escucharlo. —¡Soy una persona real, que murió por tí y por tu amor, hice todo lo que estuvo en mis manos para poder verte de nuevo, te amé por 10 años y no pude encontrarte y ahora que te encuentro no crees que siempre he estado contigo, eres un idiota, Min, pero no puedo odiarte porque siempre te he amado, te amo y siempre te voy a amar! —Jungkook se lanzó hacia Yoongi, lanzándose ambos al piso mientras lo abrazaba. —Yoongi, yo... Soy real. Escucha mis latidos.

De repente lo único que se escuchaba en la habitación eran los latidos de Jungkook. Era el sonido más bello que Yoongi jamás había escuchado, y en ese momento una nube de humo apareció. No se podía ver nada.

Yoongi al fin creía que Jungkook era más que una alucinación. Y ahora que lo quería pintar más que a nada en el mundo, se dió cuenta de que el mundo no era sólo una pintura.

Solo Una Pintura (Yoonkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora