IX

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-Por eso siempre digo, mejor conocidas y buenas a luego, arrepentirse. -Abby decretó mientras se reía, se hizo para atrás en su asiento. Spreen asintió en de acuerdo y se carcajeó por su risa contagiosa.

Ella le sonrió, y él también, era un momento ameno. Pasaron un par de segundos así, Spreen estaba feliz, la chica era su distracción de todo el quilombo que tenía en su vida. Ambos se encontraban sentados en la sala del departamento de Quackity, habían pasado toda la tarde viendo la saga de Harry Potter.

Agradecía que ella estuviera ahí, se supone que los dos irían a una fiesta ese sábado en la noche, hasta Quackity estuvo invitado e incluso ya se había ido. Iván no se sentía del todo bien, tenía cosas que pensar, una psicóloga con quien hablar y con el humor que traía, solo arruinaría la diversión.

Así que, le canceló a la rubia, mintiéndole que tenía hacer un par de llamadas por unos pendientes urgentes en Argentina, que le tomaría toda la noche. No le gustaba mentir, pero no sonaría peor si admitía que su mente estaba hecha un lio desde que vio a su casi ex. Y bueno, ella le creyó, proponiéndole una tarde chill, en lo que llegaba la noche y cada uno fuera a hacer sus cosas.

Regresando a la realidad, Abby se fue acercando hacia él, sin dejar de mirarlo a los ojos y sonreír. Iván notó las intenciones y desvió la mirada, haciéndose para atrás. Se agarró la cabeza y rió nerviosamente, la chica lo observó asintiendo.

-Creo que debería irme ya, es tarde. -Abby revisó su celular, eran las seis de la tarde, tendría un largo que camino que recorrer hasta su casa, estaba bien lejos y ella, aun así, había decido ir- tengo que alistarme para la fiesta.

-Eu, sí, obvio. -soltó sin saber que más decir, la situación se estaba tornando incómoda. Los dos se levantaron del sofá- te acompaño a la puerta.

Caminaron hasta allá sin decir una sola palabra. Spreen sabía que la cagó, no fue intencional, no quería hacerlo, aunque suene infantil, no se sentía listo para volver a besar a alguien. Porque sí, gente. Después de un tal ojiazul, no hubo alguien más.

¿Sentirse así estaba mal?, ¿está exagerando y debió besarla igual?, ¿debería disculparse?

Llegaron a la puerta y ella se paró del otro lado, lo miró y volvió a sonreír, ¿esta chica no tenía una mala cara?, por otro lado, él hacía muecas en lo que encontraba que decir.

-Yo-

-La pasé muy bien hoy. –ella lo interrumpió, evadiendo el tema.

-Estuvo piola, gracias por pasarte, Abs. -se relajó. La chica entrecerró los ojos por el nuevo apodo que se le ocurrió a Iván y por el cual, Abby no estaba tan feliz, le recordaba a abdominales; con más razón Iván lo usa para molestarla. Toda la tarde estuvieron discutiendo por eso.

-Gracias a ti por aceptar ver mis películas favoritas. -lo envolvió en un abrazo de despedida- ¿seguro no quieres ir a la fiesta? -ella preguntó en lo que se alejaba.

-No. -respondió rápido. Era una respuesta definitiva- y perdón por cancelar, te lo recompensaré otro día.

-Está bien, que sea un café para dos. El miércoles puede ser, o no sé, ya lo veremos después. -propuso en lo que caminaba para atrás por el pasillo- nos vemos, Esperen. -lo molestó en venganza- cuídate. -finalmente, desapareció por el pasillo y se metió al elevador. Suspiró con una sonrisa, le encantaba ese argentino.

En medio de sus pensamientos llenos de amor, recordó que no llevaba su bolso, deteniendo el elevador antes de que cerrase y volvió corriendo al departamento. Tocó varias veces la puerta, en lo que su cara se sonrojaba de la vergüenza, que torpe era.

For your eyes only || SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora