Entre Encajes y Alfileres

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Los Grandchester iban por todo el camino en un carruaje dorado, con incrustaciones de oro, dando a conocer la suntuosidad en la que vivía la corona Francesa, si sacaban las narices del carruaje podrían ver las casas elaboradas de madera que a duras penas proveían un resguardo al invierno vislumbraban en el paisaje, a un que era primavera y parecían parte de una hermosa pintura, pues estaban rodeadas de flores y plantaciones, habian arboles pero no en tan generosa cantidad pues habian sido arrancados para cosechar; los niños afuera jugaban detrás de las mariposas, sus ropas se veían roídas y maltrechas, sus pies corrían descalzos, peor felices en medio de la naturaleza; las ovejas y cabras eran pastoreadas por jóvenes que apenas tendrían unos siete años, las niñas se dedicaban a cosechar, elaborar quesos, cuajadas para la comida, otras cruzaban con la ropa en canasta e iban cantando en grupo para ir a lavarlas al rio, si todo eso podrían a ver visto, sin embargo la conversación de la pareja ducal de Reino Unido los tenia ensimismados, miraban al pequeño heredero – Esta unión es de suma importante y beneficiara a la corona en gran medida, pero sobre todo a las arcas de la familia, solo hay que esperar, decia mientras le acariciaba la cabellera oscura a su hijo – Si las joyas que nos han entregado son exquisitas – Ahora, debes criar a nuestro hijo para que cumpla su palabra, dijo con sus ojos fríos como el acero y un brillo llena de avaricia; no te preocupes hijo, yo te enseñare a ser hombre, le decia ya tienes una futura esposa a la que deveras cumplirle y enseñarle quien manda. El niño solo acento a un que no tenia idea a lo que su padre se refería- Ojala, que no sea una niña fea y obesa como lo es el rey, a un que su hermano no es tan rellenito, plaf, se escuchó una cachetada- Tú no puedes voltear a ver a ningún hombre, le dijo molesto el duque, ella cayo y se voltearon a ver ambas esposas para después la segunda le tomara la mano a su esposo y le beso, con besos cariñosos y arrumacos lo fue calmando, el la subió a sus piernas mientras su primera esposa solo podía mirar, pues por su posición social no debía hacerlo, según la educación que le habian dado, una lagrima bajo por sus mejillas y la limpio sin que nadie se diera cuenta, endureciendo cada vez mas su corazón, a ella la habian prometido a su ahora esposo cuando a un no sabia ni caminar, con el objetivo de hacer alianzas entre gales e Inglaterra, para luego formar parte de Gran Bretaña, de la misma manera que lo habian echo los escoces recientemente, la habian educado para tener una actitud dura y sumisa a la vez, recordaba las palabras que le decia su madre, mientras la peinaba ( Hija, recuerda que la mujer debe callar siempre pues le debe obediencia a su esposo, tu serás la primera esposa y con tigo concebirá a los herederos, pero para desfogarse ocupare de otras mujeres, pues tu eres como una gran joya que nadie puede tocar. Es pecado siquiera que nosotras sintamos algo cuando nuestros esposos nos tomen; recuerda eso, porque si no cumples con eso, tu esposo te puede repudiar. Recuerda que siempre debes caminar con pie de plomo y no hacer nada que pueda causar alguna discordia en tu casa, si no puedes perder todo lo que tienes y recuerda concebir rápido y de preferencia a un varón que pueda asumir el cargo que ejerza tu esposo y pueda heredar el titulo) y cumplí madre, a un que no fue a la primera, pero como lo decía, y desde que lo tuve el prácticamente no me toca, solo lo ha hecho una que otra vez, a un que a un no ha embarazada a su otra esposa, ni a ninguna de sus concubinas, a un que a la mayoría las ha dejado y entregado a otros nobles para que puedan gozar de sus atenciones.- Triste era el destino de la mujer, que debía ser objeto de un hombre, ya fuera para procrear o para dar placer; como mercancía de cambio y tristemente eso habia pasado siempre y seguiría pasando en el transcurrir de los tiempos.- Necesito parar, dijo ella, pues deseaba salir de ese coche que la estaba asfixiando- Aguanta, mujer, le contesto el- Amor, necesito hacer mis necesidades le dijo la otra mujer con ojos de cachorro, y el duque cedió, por la rendija abierta de la ventana el duque Frances iba escuchando todo lo que iban diciendo, y fue testigo de la conducta de su futuro con suegro; en su cabeza ya trabajaba un plan B, por si acaso pues el jamás le habia levantado la mano a una mujer, a menos que ella lo deseara mientras sucumbían a las bajas pasiones, paro los caballos, y los adentraron con todo y coche a un claro, por donde corría un manantial, para que descansaran un momento, se alimentaran y tomaran agua.- Duquesa, dijo haciendo una reverencia, bajen para estirar un rato las piernas y comamos, si desean también pueden lavarse la cara..... Agradecidas las mujeres bajaron, llamando a sus siervas para que las acompañaran para hacer sus necesidades, detrás de un árbol y tapadas por la maleza las siervas suspendían el vestido de las mujeres, mientras ellas se bajaban el fustán, se ponían de cuclillas con las pernas separadas para hacer sus necesidades, sin embargo por todos lados habian bichos que las asustaban y gritaban, llamando la atención de los hombres, sin embargo, ya ellas se habian levantado pálidas y caminaban hacia ellos, para irse a lavar y a comer; de una canasta las siervas sacaban un largo mantel para que pudieran comer, servían los platos y colocaban la carne ahumada, las uvas, el queso, la mantequilla y el pan, para que degustaran, luego sacaron un exquisito vino tan rojo como el color de la sangre, en silencio comieron, pero pronto este se quebrantó- Ya estamos en los limítrofes de mis tierras, dijo el duque, ya pronto llegaremos, espero y les guste la sorpresa que se les tiene preparada.

IS TU M' EALÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora