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—Te molesta, ¿no? —Preguntó SeokJin mientras Jungkook se paseaba delante de la chimenea en su habitación. Ni siquiera se había despojado de su ropa sucia, había estado demasiado ocupado pensando en lo que NamJoon y Jimin probablemente estaban haciendo al lado.

—No —insistió Jungkook. Se estremeció, dándose cuenta de la mentira en su respuesta. Se volvió hacia SeokJin casi desesperadamente—. Sí. Un poco. ¿Debería? Siento que no debería.

—No lo sé, Jungkook—respondió SeokJin. Estaba sentado ante el pequeño escritorio, abriendo su portátil. Todavía tenía la unidad flash que SeHun les había dado, y era la primera oportunidad que tenían de mirarla.

Jungkook se detuvo y se pasó las manos por la cara.

—Pensé que estaba bien, ¡pero es raro!

SeokJin simplemente sonrió y sacudió la cabeza.

—No, no lo es.

—Tal vez no para ti. Pero nos conocemos desde hace quince años, y de repente son todos... y es... —Hizo un gesto de desamparo a la pared.

—No es el hecho de que estén follando –le dijo SeokJin. Jungkook señaló la pared.

—¡Eso es exactamente lo que están haciendo!

SeokJin sonrió, asintiendo.

—Jungkook. Estás molesto porque sabes que hay algo más con NamJoon, y no te ha hablado de ello.

—¿Cómo pudo no contármelo?

 SeokJin enarcó ambas cejas.

—¿Tal vez temiera que reaccionaras así?

—¡Bueno, no lo hice delante de él!

—¿Y ahora qué sabes que están juntos? — continuó SeokJin—. Estás bastante seguro de que le ha dicho a Jimin lo que lo está molestando, y no a ti. Ha hablado de cosas con Doc que solía reservar para ti y eso te molesta.

Jungkook tragó con fuerza.

—Cuando lo pones así, me hace sonar como un idiota.

SeokJin se rio entre dientes. Se quedó en silencio un momento, luego maldijo en voz baja.

—¡Mi portátil está frito! —gritó SeokJin—. ¡Hijo de puta!

—¿Cómo sucedió?

—No lo sé, parece que no le gustó el viaje. Está completamente muerto.

Creo que NamJoon tenía razón, estas islas están malditas.

—Te dije que compraras un Mac.

SeokJin cerró de golpe la tapa del portátil y se apartó del escritorio, acercándose a la cama.

Jungkook lo miró, sintiéndose descompuesto y un poco desesperado por entender por qué. SeokJin se compadeció de él y le pasó una mano por la cabeza.

—Es tu mejor amigo, Jungkook. Duele cuando sientes que tus amigos se están alejando, lo sé. Perdí a cada uno de los míos, pero ninguno de ellos era como NamJoon es para ti, ¿sabes? No te está reemplazando con nada. Confía en él.

Jungkook hundió los hombros, frunciendo el ceño mientras miraba el anillo de sello del USMC en su dedo. Lo torció, tratando de encontrar la verdad en las palabras de SeokJin. Aparte de SeHun, NamJoon era el amigo más consistente y más antiguo que tenía. Habían pasado por todo juntos, compartido todo juntos. Habían vivido en la misma habitación durante casi siete años, de alguna manera eran más íntimos que los hermanos, y no tenían secretos.

Bola&Cadena || #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora