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El desayuno a la mañana siguiente tardó en llegar, principalmente porque nadie había pensado en prepararlo.

Mara asumió el control, dirigiéndose hacia abajo para ver qué podía hacer para cocinar para treinta personas. Tan pronto como anunció que iba a la cocina, SeokJin y NamJoon la siguieron, alegando que la ayudarían.

Jungkook sabía que iban más para protegerla que para usar sus considerables habilidades culinarias combinadas. Apreciaba que ambos hombres hubieran asumido la responsabilidad de proteger a su madre lo más rápidamente posible.

Jungkook pasó la mañana en la habitación de SeHun y Solar, rebotando a Amelia sobre su rodilla y compartiendo la noticia del asesinato de Nikki Webb.

SeHun se sentó con la cabeza entre las manos, sin ni siquiera tratar de ser estoico. Solar se tomó la noticia un poco mejor de lo que Jungkook esperaba, sin embargo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero Jungkook también la había visto sollozar por la muerte de Milton. Solar tenía un corazón más blando que con los que estaba acostumbrado a tratar.

—Esto es horrible —dijo Solar—. Ni siquiera la conocía tan bien. No sé cómo ponerme en contacto con su familia.

Jungkook frunció el ceño, y dejó de rebotar a Amelia durante un segundo.

—¿Qué quieres decir?

Amelia le arrulló, quejándose porque parara. Empezó a rebotarla de nuevo, sonriéndole.

—Quiero decir que en realidad no la conocía bien —dijo Solar de nuevo—. La conocí hace unos meses cuando tomó una de mis clases. Tengo tres amigas muy íntimas y... francamente temía elegir una de ellas. No tengo hermanas ni primas. Así que cuando descubrí que Nikki era organizadora de fiestas, simplemente hizo clic. Se convirtió en la dama de honor, planeó todas las cosas antes de la boda, y no tuve que elegir entre mis amigas más cercanas.

Jungkook asintió, todavía un poco confundido. Estaba aliviado, sin embargo, porque había estado absolutamente aterrorizado de hacerla llorar.

Amelia le agarró la nariz y soltó una risita. Jungkook intentó apartar el rostro, pero no pudo salir de su alcance. Solar rio temblorosa, todavía limpiándose los ojos.

—Jungkook, ¿qué está pasando aquí? —Preguntó SeHun. Sonaba desesperado—. ¿Es esta tu mierda siguiéndote, o es una mierda totalmente nueva?

—Estoy bastante seguro de que es una mierda nueva —respondió Jungkook, su voz nasal mientras Amelia le apretaba la nariz. Casi deseaba poder decir que era culpa suya, que se trataba de su pasado. Pero no iba a mentirle a SeHun para hacerle sentir mejor. Había acabado con las mentiras.

—Pero ¿qué tenía que ver Nikki con el señor Milton? —preguntó Solar—. Entiendo que la señora Boyd estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, pero ¿por qué matar a Nikki?

—Buena pregunta. Tengo la intención de averiguarlo.

 SeHun y Solar asintieron, con idénticos ceños fruncidos.

Amelia apretó la nariz de Jungkook, y este hizo un ruido que la hizo sonreír.

—¿Quieres quedarte con ella un rato, Jungkook? —preguntó SeHun. Jungkook lo miró, enarcando una ceja.

—Quiero decir, cuando no estés investigando la serie de asesinatos en mi boda — dijo SeHun con ironía—. Apenas la has visto. Sé que está a salvo contigo. Y Maisie llega tarde, así que necesitamos una niñera de todos modos.

—Maisie es la chica que encontró el cuerpo de Milton —dijo Jungkook frunciendo el ceño— ¿Por qué llega tarde?

—No se sentía bien —respondió Solar—. No está manejando todo esto...

Bola&Cadena || #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora