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Jungkook dejó caer la cabeza, frotándose los ojos. Levantó la mirada ante el pesado suspiro de SeokJin.

—¿Más callejones sin salida?

—Hay demasiada paja, aquí —dijo SeokJin frustrado—. Sin algo para seguir, un número, una palabra clave, no hay manera de encontrar nada.

Abandonó las carpetas y en su lugar abrió el correo electrónico de Milton. Estaban escudriñándolo cuando algo pesado resonó detrás de ellos. Jungkook se giró, buscando un arma que no estaba allí. SeokJin se paró también, pero ninguno de los dos estaba armado. Se tensaron, preparándose para lo que saliera de la pared.

El panel cubierto de cuero que estaba al lado de la chimenea se abrió y Jimin salió con la pistola en mano, barriendo la habitación antes de apuntar a Jungkook y SeokJin. Se enderezó rápidamente, bajando la pistola.

—Hola –dijo.

NamJoon salió detrás de él un momento después, apartando las telarañas de sus hombros.

—¿Qué diablos? —gritó Jungkook. Miró a su alrededor, en busca de algo, cualquier cosa, que lanzarles—. Nos asustaste a muerte, ¿y si hubiéramos estado armados? ¡Podríamos haberos disparado!

—Sí, pero no lo hiciste —dijo Jimin.

—¿Cómo acabasteis en las paredes? —preguntó SeokJin, sonando como una madre cansada regañando a sus hijos.

—Doc se dio cuenta de que deberíamos haber visto al asesino cuando bajamos a la cocina. Así que empezamos a buscar lugares en los que podría haberse ocultado.

Jimin sonrió ampliamente.

—Encontramos otra entrada.

—¿Cómo? —preguntó Jungkook.

—Las tallas de ángeles con una bola y una cadena —dijo NamJoon. Miró por encima de la chimenea a su lado, luego señaló una de las tallas—. Ellos son el camino.

—He visto media docena en la casa. —SeokJin pareció escandalizarse—. Incluso vi uno en el exterior, en la esquina de la pared cerca del patio.

—Ruta de escape –supuso NamJoon.

—Espera, espera —dijo finalmente Jungkook—. Encontrasteis los pasajes por accidente. ¿Cómo saben nuestros asesinos que están ahí?

NamJoon se encogió de hombros y se rascó distraídamente el antebrazo.

—¿Familia? ¿Personal?

—Me pregunto si estarán en los planos públicos de la casa —añadió SeokJin—. Un poco de investigación podría haberlos expuestos.

—Eso es improbable —dijo NamJoon—. Eran básicamente un laberinto de salas de pánico. Fueron construidos para proteger a la familia de la guerra, la invasión, la rebelión. Habrían sido secretos.

—Vamos a tener que sentar a la familia y ver quién sabe sobre ellos –supuso Jimin.

Comprobó la pistola y luego la metió en los vaqueros de NamJoon.

—¿Y el teléfono? —preguntó Jungkook.

—Es como.... explotó —respondió Jimin.

—Pero obtuvimos fotos de algunas cosas antes de lo hiciera. Por lo que podemos decir, usó mensajes de textos para organizar una reunión anoche. O bien tenía un amplificador de señal o él era quien bloqueaba la señal de todos los demás. Estaba vendiendo algo a alguien en la isla.

—Por eso había empaquetado todo –dijo Jungkook. Jimin asintió con la cabeza—. Iba a recibir su dinero y largarse. Entonces, ¿cómo terminó muerto?

Bola&Cadena || #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora