El mayor de los tesoros [Pandora's x Naberal]

Cap. 11_ Primavera

Después de días de espera finalmente había llegado una carta, se trataba del anterior noble que habían escoltado solicitando un pedido especial, que fueran sus escoltas en su viaje al imperio recalcando la mayor discreción posible

—En otras palabras, es una misión ilegal ya que implica a los aventureros en un movimiento político—

—¿Debemos rechazarlo?—

—No, solo debemos ser más cautelosos, si es necesario silenciar a los mirones—

—Entendido—

Pandora miro a su compañera, aun pensaba sobre las palabras de Cocytu a si como la sugerencia de su padre, aquello hizo que su corazón se acelerara por el nerviosismo, ¿Qué pasaría si lo rechazaba? ¿Estaría interesada en una cita? ¿Tendría el valor de pedírselo? lo mejor seria acercarse lentamente a ella, una sutil insinuación como caminar juntos o comer en un restaurante, eso ayudaría a que no se sintiera incomoda

—¿Pandora-san, se encuentra bien?—

—¿Eh? ¡Estoy perfectamente! Se.. Sera mejor empezar con la misión—

Narberal miro confundida a su amigo por la extraña reacción, pensó en insistir sobre si se encontraba bien ya que últimamente se perdía en sus pensamientos, pero antes de poder decir algo más Pandora se estaba transformando en Momon

—Vamos—

—Si—

El viaje fue tranquilo a excepción de algunos orcos que intentaban atacarlos junto con un grupo de bandidos que fue rápidamente repelido, en cambio Pandora aun trataba de idear un plan que fuera lo suficientemente bueno para reducir las posibilidades de rechazo, priorizando que Narberal no se sintiera presionada aun que para su desgracia su viaje termino más pronto de lo que desearía. La capital del imperio Baharuth, Arwintar se mostraba con toda su magnificencia opacando por mucho al Reino, una vez se organizaron el noble hizo el pedido de reagruparse a primera hora de la mañana, dejando tiempo libre para el grupo

Esta era la oportunidad que esperaba, ambos en la capital donde podrían ir a cualquier lugar sin que se viera extraño, Pandora calmo su nervioso corazón mientras tomaba valor

—Nabe ¿Qué te parece tomar algo?—

—¿No crearía confusiones?—

—Nos encontramos en el imperio donde somos pocos conocidos, compartir unas bebidas no debería crear rumores—

—En ese caso, esta bien—

Ambos entraron a uno de los restaurantes de lujo mas conocidos del imperio, aun si querían solo tomar algo seguían siendo los aventureros adamantita Momon y Nabe, por lo que tenían una reputación que mantener. El lugar era mucho más lujoso que sus contrapartes en E-Rantel, sin duda un restaurante de alta categoría

Sentado detrás del mostrador estaba un hombre con apariencia de haber recibido una educación adecuada. El recepcionista hizo una profunda reverencia

—Bienvenidos. Por elegir honrarnos con su presencia durante su visita al Imperio, deseo expresar nuestro profundo agradecimiento—

Después de una breve conversación fueron escoltados hasta una mesa cuya apariencia de las sillas aparentaba extrema comodidad. Incluso había juglares suavemente tocando música de fondo

—El lugar tiene su encanto, pero palidecen con los restaurantes del noveno piso—

—Estoy de acuerdo—

Un camarero tranquilamente camino hacia ellos

—¿Ustedes dos decidieron qué ordenar?—

—Voy a querer un Shakerato ¿Qué quieres, Nabe?—

—Voy a querer un helado Makyatia con leche añadida—

Después de haber recibido las órdenes, el camarero se inclino profundamente para luego retirarse

—No suelo salir de la Tesorería, debo admitir que es agradable salir de vez en cuando—

—¿Aun si el nuevo mundo no se compara con Nazarick?—

—Señorita, aun una mariposa puede tener la misma belleza de una escultura, todo dependerá de quien lo vea—

—Debe ser un experto teniendo acceso a las hermosas más gemas—

—Y ellas palidecen ante tu hermosa sonrisa—

Podía notar la sorpresa en sus ojos, tal vez fue demasiado directo haciendo que se incomodara, no ayudaba tampoco el hecho que ella bajara las vista en silencio, su corazón empezó a sentirse ansioso temiendo una negativa pero antes que pudiera decir algo Nabe se levanto bruscamente y sin mirar a Pandora se retiro del lugar

El doppelganger se quedo en su lugar sin entender que pasaba hasta que reacciono, de inmediato fue tras ella. Pandora perseguía a Nabe a través de las calles del imperio, trataba de no resaltar pero aquello era imposible no solo por su apariencia de Momon si no también por que seguía con insistencia a su compañera

—Nabe...—

Antes que pudiera decir algo más Narberal se internaba por una calle menos transitada alejándose de la multitud, poco a poco redujo su velocidad hasta que finalmente paro, de inmediato lanzo hechizos contra el espionaje

—Nabe ¿Sucede algo? ¿Dije algo malo?—

—No quiero... salir así contigo—

Pandora se mantuvo en silencio procesando aquellas palabras, sin duda las palabras eran más filosas que cualquier otra arma, se deslizaban ignorando las armaduras clavándose en el corazón, le dolía tanto como si realmente hubiera sido apuñalado ¿Acaso era él el problema?

—¿Soy... soy tan repulsivo?—

—¡No!—

La negación lo tomo desprevenido, Nabe lo encaro mientras seguía negando con su cabeza

—¿Entonces por que?—

—No quiero salir con Momon-San... quiero salir con Pandora—

Su rostro teñido por unas mejillas sonrojadas con una voz tímida, era como si el gélido invierno hubiera dado paso a la mas hermosa primavera, si a Pandora le hubieran dicho que había muerto no le parecía tan extraño, pues delante de él estaba las más bella de los ángeles

—Nabe... no, ¡Narberal! ¿Me concederías el honor de tener una cita?—

Los ojos de Narberal se iluminaron mirando a su amigo, los latidos de su corazón retumbaban ante su pregunta, sus labios se curvaron en una tímida sonrisa 

—Si, me encantaría—