Cap. 12_ La cita

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—Tendré una cita—

Repitió por doceava vez en lo que iba del día, aun no podía creer que ella aceptara, incluso considero que estuviera dormido u alucinando pero no fue a si, realmente tendría una cita con Narberal

—¡Me siento feliz!¡Tengo una cita!—

Su alegría era tal que deseaba gritarlo aun si nadie lo escuchaba ya que se encontraba nuevamente en la tesorería, de golpe su felicidad fue opacada por la preocupación, aun que sabia lo que era una cita en teoría no tenia mucha confianza en la practica ¿Y si lo hacia mal? ¿Se arrepentiría? 

"¡Concéntrate Pandora! Eres la creación del líder de los 41 seres supremos, no debes retroceder"

—Solo recuerda las palabras de Sebas-san, veamos... ir a los restaurantes del noveno piso era un buen plan—

Nuevamente observo la hora, la cita estaba planeada para las 3 pm y apenas era la 1, tendría que empezar a alistarse si quería estar presentable para ella, con eso en mente puso manos a la obra.

Su uniforme impecable aun que revisaba nuevamente que todo estuviera en orden, cada accesorio en su lugar sin ninguna mancha o rayadura, sus botas relucientes y en orden, su presente el cual era un ramo de rosas tan rojas como la sangre; en efecto todo estaba listo menos su nerviosismo, sentía que su corazón estallaría por lo que tomo varias respiración para tranquilizarse, finalmente se teletransporto al noveno piso

Ya ahí, tomo coraje para caminar hasta los aposentos de las pleiades ignorando las miradas sorprendidas de las sirvientas que al verlo se detenían momentáneamente, ya en frente de la pueta dio algunos golpes suaves para llamar, aun que podría jurar que sus latidos hacían más ruido, pronto la puerta se abrió

—¿eh? ¿Te perdiste?—

—Buenos tardes, Lupusregina-San estoy aquí para recoger a Narberal-San—

—Pareces motivado, aun que Nabe-Chan ya esta en una cita—

—¡¿Que?!—

—Jajajaja, caíste redondo—

Personalmente aquello no fue una broma agradable, de hecho se sentía algo molesto por ser burlado, aun que se contuvo de replicar ya que lo menos quería era llevarse mal en un inicio con las hermanas de Narberal, ya una vez repuesto trato de preguntar nuevamente pero la risa escandalosa de Lupusregina no le dejaba hablar hasta que un golpe por detrás de la cabeza la calló

—Auch, eso dolió—

—Es de mala educación burlarse de otros, hermana—

Pandora enmudeció, fue como si todo junto con su corazón se hubiera detenido cuando la miro, delante de él se encontraba Narberal con un hermoso vestido azul que hacia juego con su cabello trenzado, sus labios ligeramente pintados con un leve color carmesí en sus mejillas, sin duda alguna era la más hermosa de las estrellas

Pandora enmudeció, fue como si todo junto con su corazón se hubiera detenido cuando la miro, delante de él se encontraba Narberal con un hermoso vestido azul que hacia juego con su cabello trenzado, sus labios ligeramente pintados con un leve colo...

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—¿Pandora-san?—

—Me disculpo mademoiselle, su belleza me ha dejado sin palabras—

Nuevamente aquella expresión en su delicado rostro, aun que ahora sabia lo que era, ella estaba sonrojada por sus palabras lo que le pareció una expresión muy linda, ahora que recordaba desde un inicio Narberal se había mostrado así, antes que pudiera hilar una idea fue interrumpido por el acercamiento de su amiga

—¿Nos vamos?—

—¡Si!—

Con facilidad llegaron a la zona de restaurantes, la mayor parte gracias al anillo; donde Pandora ya había realizado una reservación, su mesa estaría junto a las grandes ventanas que daban una esplendida vista a los jardines, esperaba que el ambiente fuera cómodo y agradable para su compañía, sin embargo por su parte volvía a ponerse nervioso

Ambos se sentaron uno enfrente del otro mientras una camarera tomaba su orden, una vez se retiro ambos quedaron en silencio

"waaa, debo comenzar un conversación pero mi mente esta en blanco... ¿debería preguntar sobre su día?... su vestido es realmente lindo... aun que ella es más linda, ¡ah! ¡mi corazón no deja de latir rápidamente!"

—Pandora-san—

—¡Si!—

Su voz había salido más enérgica de lo que esperaba, no pudo evitar sentirse avergonzado por ello, a si que bajo la mirada a la vez que trataba de calmarse hasta que escucho una suave risilla, al mirar de donde provenía observo que Narberal dándole una sonrisa

—Su rostro esta rojo, es adorable—

—¡Es inevitable si estoy en compañía de tan hermosa dama, por eso espero acepte este obsequio!—

Pandora le entrego un ramo de rosas traídas directamente del 6° piso, los nutrientes de la tierra a si como luz solar exacta las volvió de un rojo intenso y vibrante, aun que debía de admitir que palidecían ante su presencia

—Son tan lindas, gracias—

—Tienen el hechizo de conservación, por lo no se marchitaran—

Narberal pudo notar su delicado aroma, al mirar observo a su compañero más tranquilo, finalmente comenzaron una conversación que se hacia más fluida conforme avanzaba, sonrisas y sonrojos como verdades y miradas, Pandora no dejaba de maravillarse cada vez que la veía sonreír 

"Podría morir y estaría en paz"

—¿Sucede algo?—

—Recordaba los días anteriores, me alegra el que hayas aceptaste mi amistad—

—Igualmente, tus reacciones son lindas—

"¡lin.. lin.. lindas! ¡¿Acaba de decir que mis reacciones son lindas?! !Por el supremo, este soldado esta siendo acribillado por sus dulces palabras!"

—Narberal-san, si me permite ser sincero ¡usted tiene un encanto indescriptible! puedo notarlo cuando los rayos de su magia iluminan su persona, su mirada decidida y afilada a si como un temple digno de un guerrero, ¡Por esa razón... yo...—

La mirada sorprendida y expectante de Narberal hizo que el corazón de Pandora se acelerara  entorpeciendo sus palabras, un color carmesí se esparció por sus mejillas mientras trataba de tomar valor para confesarse, podía escuchar sus propios latidos retumbando en sus oídos junto con un nudo en su garganta

—yo.. yo.. ¡Tengo sed!—

Talvez tomar un poco de agua aclararía su mente pero su mano temblorosa fue incapaz de tomar la jarra correctamente, Pandora trato de evitar lo inevitable pero fue demasiado tarde ya que la jarra perdió el equilibrio vertiendo el agua sobre el vestido de Narberal, el delicado color azul ahora se tornaba oscuro mientras se deslizaba más profundamente en la tela, por dentro Pandora estaba shock

"¡Por los 41 seres supremos! ¡Me quiero morir!"

—¡Mis disculpas! ¡No era mi intención! ¡Déjeme ayudarla!—

Trato de limpiar con una servilleta de tela pero era obvio que no funcionaria, el agua ya se había expandido en la tela. Narberal tomo la mano de Pandora deteniéndolo

—No importa, yo quisiera cambiarme—

—Entiendo... entonces permítame acompañarla, pero antes...—

Deslizo su chaqueta en los hombros de Narberal, tal vez no fuera posible limpiar la mancha pero al menos podría cubrirla un poco, nuevamente aquella linda expresión en su rostro, aquello calmo levemente su afligido corazón.

El mayor de los tesoros [Pandora's x Naberal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora