Cloe es madre soltera, la relación con su ex esposo termino muy mal, ahora está intentando reorganizar cada pieza que perdió de ella misma mientras intenta ser una buena madre para su hija.
Paul es un hombre de negocios, exitoso y con un alto estatu...
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They said, "Babe, you gotta fake it 'til you make it" and I did
Lights, camera, bitch smile, even when you wanna die.
Un año después.
Cloe.
Tomo el pequeño sobre que hay en mi mesa de noche, su textura suave me hace cosquillas en la yema de mis dedos, lo abro y dentro hay una pequeña nota que dice:
"Para nuestro océano. Feliz cumpleaños"
Junto a la nota, una pequeña cadena con la inicial de mi nombre y una pequeña perla. Sonreí. Mis padres se habían colocado como propósito que el día de mi cumpleaños volviera a ser especial.
Dejé él sobre otra vez en la mesa y salí al balcón colocándome la cadena en el proceso. La brisa fría me abrazó cuando puse mis manos sobre la baranda, respire hondo y recordé todo lo que he logrado cambiar en mi vida este último año, un año, la verdad no parece mucho tiempo, pero fue un año tan duro, que me degastó emocionalmente. Fue duro y difícil, por eso esta noche brindaré por mí.
Tomo la copa de vino tinto de la mesa, y como si estuviera chocando la copa con las olas del mar a través de mi balcón, brindo por un nuevo año. Por uno mejor, por uno más tranquilo. Por uno sin Samuel.
Salgo del balcón y tomo mi teléfono dos llamadas perdidas de mama desde las siete de la noche, ya han pasado dos horas. Le envió un mensaje preguntando si todo estaba bien, el mensaje le llega, pero no responde luego de unos minutos, así que me dispongo a salir para ir a acostar a Yvonne, y seguir con mi celebración más tarde.
Yvonne está sentada en la alfombra de la sala jugando con sus muñecas, al verme lanza su brazos hacia mí con una gran sonrisa, sus ojitos ya están empezándose a apagar.
—¿Tienes sueño pequeña, Yvonne? —le pregunto mientras la levanto del suelo.
Me da un leve asentimiento y posa su cabeza en mi hombre mientras camino hacia su cuarto.
—Mamá, tengo mucho sueño —dice cuando entro a la habitación, su voz cuando tiene sueño es más delicada.
—Si tenías tanto sueño, ¿Por qué no me dijiste que te llevara a la cama?
La siento en la cama mientras acomodo sus almohadas, está pensando que responderme y al final dice:
—Quería seguir jugando con mis muñecas.
Una sonrisa sale de su boca, y me la contagia.
—Bueno, si es así, mañana podrás seguir jugando con ellas —digo, recontándola en la cama.
Le coloque encima la sábana y me despedí dándole su beso de buenas noches, sus ojitos ya estaban cerrados cuando apague la luz de la habitación.
