〘Lección Tres: Atrévete a correr riesgo〙

131 23 36
                                    

Stole my tortured heart

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Stole my tortured heart. Left all these broken parts. Told me I'm better off, But I'm not

(Robó mi corazón torturado. Dejé todas estás partes rotas. Me dijo que estoy mejor, pero yo no).

My Boy Only Breaks His Favorite Toys - Taylor Swift.

Cloe D'angelo.

Introduzco la llave en el cerrojo de la puerta principal, entrando en la casa, el aroma de unas tostadas llena mi nariz. Se ha vuelto costumbre que mi madre me ayude todas las mañanas con el cuidado de Yvonne.

  —Estoy en casa —informo dejando las llaves en el colgadero.

Escucho unos pasitos que vienen en mi dirección y una risa muy linda:

  —¡MAMIII!

  —¿Dormiste bien bebé? —digo sonriendo, y tendiendo los brazos para alzarla.

Su cabello dorado está hecho una maraña, intento peinarlo con mis dedos, pero sus rizos rebeldes no cooperan a esta hora del día.

  —Si mami, ¿y tú? —responde tallándose los ojos con sus dedos.

  —No te talles los ojos Yvonne, vamos a lavarte la cara —le digo colocándola en el suelo de nuevo, agarro su mano y nos guio al baño de visitas.

Entramos en el baño y la subo a un banquito para que pueda llegar al lavamanos.

  —Lávate las manos, y luego lávate la cara —le digo, mientras abro el cajón de las toallas.

  —Mami —me llama en un susurro, yo murmuro para hacerle entender que la escuche y prosigue susurrando—, la abu está enojada ¿verdad?

Me toma desprevenida su comentario, suspiro fuertemente y le preguntó:

  —¿Por qué lo dices Yvo?

  —Es que, estaba gritándole a su celular hace un rato —siguió susurrando como si fuera un secreto, pero sus susurros eran lo suficiente fuertes para escucharlos a medio metro de distancia.

  —De seguro solo está enojada con la persona detrás del celular, corazón, así que no te preocupes —digo, acercándome a ella para ayudarle a secar las manos.

Yvonne tiene cinco años, y la verdad le presta mucha atención a las personas, más de lo que debería. Es muy atenta a cualquier cambio en el ambiente.

  —Vamos Yvo, a desayunar —murmuró, tomando su mano para ir a la cocina.

Mi madre está colocando un plato de tostadas francesas en la mesa, al verme, me regala una sonrisa, sus manos empiezan a jugar con el borde de su blusa color azul marino.

  —¿Cuándo llegaste? —pregunta sorprendiendose de verme llegar a la cocina, su cara se transforma con una expresión difícil de describir, pero lo que era un hecho es que mostraba angustia, la suficiente como para que mi estado de ánimo decayera.

  —No tengo ni diez minutos de haber llegado —le respondo, tomo a Yvonne para ponerla en su silla.

  —¿Quieres que te prepare algo para comer? Voy a hacernos unas tostadas a nosotras —comenta apresuradamente caminando a la cocina.

  —Mamá. No tengo apetito —respondí mirándola fijamente a los ojos. Su mirada se vuelve sentimental, y da un leve asentimiento de cabeza— ¿Puedes quedarte con Yvo mientras tomo un baño?

  —Claro —responde rápidamente volviendo a la mesa—, anda, anda, yo me quedo con la niña.

Le ofrezco una sonrisa de agradecimiento, y le doy un beso en la cabeza a Yvonne antes de salir de la cocina. Mi celular suena en mi bolsillo trasero, lo reviso antes de entrar al baño, dos ofertas de una tienda, y un mensaje de buenos días de mi padre, junto con un emoji de corazón. Mi corazón se volvió minúsculo al recordarlo; en estos momentos debe de estar en camino a la fábrica, a rescatar lo poco que nos queda ahí; mi madre ha tenido miles de discusiones con él por la fábrica, ella dice que debería soltarla, que ya no queda nada que podamos sacar de ahí, pero él se niega a dejarla ir. Lo entiendo cuando dice que el aun puede hacer algo para salvar ese lugar, es difícil decirle adiós a algo que pensaste que iba a durar para toda la vida, una vez que ves que no puedes hacer nada para cambiar el hecho de que tienes que decirle adiós para siempre, es donde los sentimientos juegan en contra y te hacen pensar que algo podría cambiar, la mayoría de veces no llega a suceder y la vida se encarga de recordarte lo jodida que puede ser.

Le respondo, y le informó sobre nosotras, diciendo que estamos juntas y que vamos a salir durante el día.

En mi familia nos hemos acostumbrado a reunirnos solo cuando es estrictamente necesario, hace más de tres meses que no hemos pasado un día en familia, luego de que mi hermano se fuera de la ciudad persiguiendo su sueño y su único amor. Para terminar así. No siento que tenga algo que reprocharle, los dos hemos hecho cosas que nos terminaron perjudicando, pero no por eso, siento que debo de pagar por sus actos, no lo digo en voz alta, pero esto me esta carcomiendo por dentro, todo lo que he soltado a lo largo de este año, las charlas que he tenido con mi psicologa, todas esas noches en las que no podía dormir pensando en que ese hombre iba a venir a buscarme, a quitarme a mi hija, y ahora tengo que contraer matrimonio con alguien que no conozco, que capaz sea igual o peor que Samuel.

Desenredo mis rizos antes de entrar a la ducha, una lágrima rueda en mi mejilla al verme al espejo. Hay cosas que simplemente no puedes olvidar, sobre todo cuando hay una cicatriz recordándote todo lo que pasaste.

******

Decidimos salir al parque para que Yvonne saliera a jugar con otros niños, debido a que somos solo mi hermano y yo, no hay niños en la familia que puedan jugar con Yvonne, trato de que interactúe con niños de su edad, pero es difícil cuando normalmente no tiene contacto con alguno.

  —Yvonne ¿Quieres ir a jugar con esos niños? —le pregunto. Voltea para verlos, y simplemente niega con la cabeza. Suspiro pesadamente.

  —Vamos Yvo, yo te acompañare, no estarás sola —le dice mi madre. Yvonne se lo piensa y termina aceptando la mano de mamá para ir a jugar.

Yvonne pronto cumplirá cinco, me parece algo irreal, como madre puedo decir abiertamente que nunca vas a estar preparada para ver crecer a tus hijos.

El timbre de un celular, me saca de mis pensamientos, oigo el celular de mi madre sonar en su cartera, lo saco y leo que es un número desconocido. La veo en medio del pasto disfrutando jugar con Yvonne, y decido contestar la llamada por mi cuenta.

  —¿Bueno?

  —¿Cloe? —escucho una voz ronca que conozco a la perfección detrás del teléfono.

  —¿Carlo? —pregunto casi gritando, mis ojos viajan a donde está mi madre, pero ella sigue inmersa en el juego con los niños.

  —Cloe, Dios, quería hablar contigo, pero Ofelia dijo que estabas enojada, y que no sería lo mejor. Hermana no tengo mucho tiempo y se que necesitamos hablar, quiero pedirte perdón, por todo esto —su voz se entrecorta y se me crea un nudo en la garganta al escucharlo asi—, te juro que no he sido yo, y Paul lo sabe, pero todas las evidencias apuntan en mi contra y no supe qué más hacer... —alguien lo interrumpe diciéndole que ya no puede hablar más—, Cloe, tengo que irme.

  —Carlo, espera...

  —Paul se contactará contigo pronto, por favor, ayúdame a salir de aquí —dice, cortando la llamada y dejándome con un vacío en el corazón. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 07 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sad Beautiful Tragic〘Español〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora