Tres veces por semana.
Ese era el único trato que sus padres habían exigido a cambio de no emitir su opinión respecto a los particulares gustos de su hijo mayor.
No le sorprendía el fanatismo de su familia por la iglesia. De hecho, había obtenido su nombre precisamente de ello.
Bible Sumettikul.
Uno de los solteros más famosos entre los universitarios.
Un característico sentido del humor. Poca paciencia y la suficiente presencia para intimidar a cualquiera que se le pusiera enfrente.
— ¿En serio fue tan fácil? —la voz de Jeff se escuchó al otro lado de la línea mientras se acomodaba la camisa— Digo, me sorprende que con lo religioso que es tu papá no te haya matado a golpes o azotado como mínimo cien veces. —la risa de ambos inundó el lugar al tiempo que se dejaba caer sobre la cama.
—Esta manejando una especie de sabiduría infinita, no sé qué le picó. No me interesa. —admitió— Lo único que debo hacer es asistir a esa aburrida iglesia y servir como guía para los nuevos integrantes. Sí lo piensas no es tan malo, tal vez me divierta un poco. ¿Y tú? No creas que se me olvida el moretón que tenías esta mañana y la forma en que huiste para no dar explicaciones. ¿Otra vez intentaste colarte en los vestidores de animadoras?
— ¡Solamente fue una vez, ya déjalo ir, Bible! —la molestia en la voz del chico se disipó en medio de una risa al recordar lo que realmente había sucedido.
— Un par, querrás decir. Pero vamos, habla. —insistió con mayor Interés.
— ¿Recuerdas que te hablé sobre los nuevos vecinos? Que Mile y yo estábamos emocionados porque parecía que tenían dos hijas. Bueno, pues resulta que si son dos, pero no precisamente chicas. —Bible emitió un sonido con la lengua, esperando que continuara— Yo había ido con toda la intención de ayudar. Desde el otro lado de la cerca había una preciosa vista. No te imaginas; estaba de espaldas intentando levantar unas cajas mientras esos benditos jeans se ajustaban a su trasero como la gloria —movía una de sus manos delineando la forma— y como el buen samaritano que soy, me acerqué a ayudar pero pego un grito que casi me revienta los tímpanos. Salió su hermano y me tiro un golpe directo al rostro. Me llamó pervertido y de no ser por Mile que salió a ayudarme, me habría matado a golpes.
La risa de Bible era lo único que podía apreciarse desde que iba por la mitad de la historia. No podía creer lo estúpidamente hormonal que era Jeff. Ni tampoco el porqué seguían siendo amigos. Lo conocía de muchos años atrás. Crecieron juntos después de todo.
— Solamente a ti se te ocurre acercarte así a las personas. —habló una vez se había calmado un poco— Yo también te habría golpeado. ¿Pero sí estaba muy bueno como para decir que valió la pena?
— No te imaginas. Aunque no pude verlo bien porque se escondió detrás de su hermano, puedo apostar a que es guapo.
— Tendrás tiempo para averiguarlo, a menos que te pongan orden de restricción.
— Espero que si. ¿Y qué tanto tienes que ir al templo ese?
— Tres veces por semana, además de la misa regular. Se supone que debería estar ahí mañana por la tarde después de la escuela.
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𝐓 𝐀 𝐊 𝐄 𝐌 𝐄 𝐓 𝐎 𝐂 𝐇 𝐔 𝐑 𝐂 𝐇 [ EN PAUSA ]
General FictionBuild un chico confundido respecto a su orientación sexual, busca ayuda en la iglesia de la nueva ciudad sin esperar que ahí encontraría algo más que la respuesta a sus sentimientos.