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B I B L E


El día había transcurrido de forma rápida. La rutina era tan aburrida pero al menos se burló de Jeff cada que intentaba cubrir la enorme mancha sobre su pómulo.

Uh, si que tiene un buen puño —comentó observandolo— sí asiste a esta universidad debería incluirse a las prácticas de boxeo. —la mano del chico apartó la suya de un golpe— no me estoy burlando, hombre.

Deja de joder, me duele —tanteaba el área con cuidado y termino por quitarle la botella de agua helada que tenía enfrente— espero que desaparezca en un par de días porque el maquillaje no ayuda y tenemos presentación en el bar de Perth. ¿Vas a ir? .

No me lo pierdo por nada —Bible intentó tomar la botella pero su vista se desvió hasta una escena particular a escasos metros de ellos. Build caminaba de forma apresurada mientras Apo iba a escasos pasos detrás.

¡Deja de seguirme ya, Apo! —gritó exasperado él deteniendo su camino.

¿Quién te esta siguiendo, idiota? ¡Estás loco!

Tú lo haces, deja ya de acosarme.

¿Te sientes bien, Jakapan? Vamos hacia el mismo sitio. —Apo respondió haciéndolo obvio.

Toma otro camino, lo que sea, solo deja de seguirme, me estorbas.

Soy libre de caminar por donde me de la gana, deja de ser tan infantil y madura de una vez, ¿quieres? —al darse cuenta de que comenzaban a llamar la atención, tan solo le paso por el costado sin evitar golpearlo con el hombro y dando un par de miradas que hacían a los curiosos girarse, siguió su camino.

Build no dijo nada. Permaneció unos instantes en su sitio hasta que reaccionó para retomar el camino con el rostro sonrojado. No sabía sí de rabia o vergüenza de crear un alboroto así. Aunque de algo estaba seguro; eso fue culpa de Apo, como siempre.

Demonios, ese de ahí es mi vecino. —Jeff rompió el silencio sacando del transe a Bible, quien había permanecido mirando fijamente la escena.

¿Me estas diciendo que esa cosita tan linda casi te rompe la cara? —volteo a verlo con una expresión burlesca, a lo que recibió un golpe en la parte posterior de la cabeza, y no tardó en devolver el golpe de inmediato— parece no poder ni con su alma, no me jodas, Jeff.

¿De qué hablas? No, no. El pequeño gritón no, el otro. —Así tenía más lógica. Aquel otro chico se veía con un semblante tan frágil que le resultaba imposible imaginarlo golpeando a alguien, sin embargo había algo en él que llamaba su atención.
Seguramente asistiría a esa universidad y sí el destino decidía estar de su parte por una vez, lo volvería a ver.

Tal parecía que el día sería aburrido. Luego de aquel incidente durante el período de entrada, nada inusual sucedió.
No volvió a ver al chico gritón, como su amigo lo había llamado y la mayoría de sus clases habían sido repasos por lo cual su aburrimiento era enorme.
Al salir decidió pasar por casa y cambiarse luego de almorzar, todavía tenía que ir a la iglesia para presentarse por fin como orientador. No entendía para qué, puesto que poca gente nueva se unía a la congregación y sí lo hacían, ya tenían asignaciones especiales.

Nada más entrar al lugar sintió un poco de arrepentimiento por haber aceptado.

Bible, bienvenido hijo. —el sacerdote Mark se acercó hasta él para recibirlo seguido de un par de jóvenes que recordaba haber visto alguna vez en el campus— Ellos son tus compañeros en esta noble causa de propagar la palabra del señor; Job Yosatorn y Bas Asavapatr. Ellos te mostrarán lo necesario mientras te adaptas. —con una sonrisa alegre logró que los jóvenes se acercaran— Tengo un par de asuntos pendientes, Bas, quedas a cargo mientras regreso.

No se preocupe, padre, vaya con Dios. —le otorgó la mejor de sus sonrisas antes de verlo desaparecer y tanto él como Job dejaron salir el aire contenido mientras se acomodaban la sotana con incomodidad.

Así que era cierto, ¿te unes al club de los que callan las habladurías con estas mierdas? —el tono de Bas cambió en su totalidad, cosa que hizo sonreír al mismo Bible, quien solo elevó ambas manos en un gesto gracioso.

¿También debo usar esa cosa? —preguntó curioso. Realmente parecían próximos sacerdotes con esa cosa puesta.

No —esta vez Job habló— pero le da el toque, ya sabes. —los tres rieron y las puertas se abrieron de repente. Un rostro desconocido ingresó con la vista en el suelo y una expresión miserable. Entre ellos compartieron miradas en espera de que aquel infeliz se acercara.

Oh Dios, perdoname por fallarte así —murmuraba en voz baja casi en un lamento— enséñame el camino de la misericordia y purifica mi mente. —continuaba hablando hasta percatarse de la presencia del resto a escasos pasos del atrio. Rápidamente intentó recuperar una postura decente pero su aspecto dejaba en evidencia que había pasado por una crisis reciente. Tenía el cabello desordenado por haber estado tirando de este, la camisa fuera de su sitio cuando casi se la arranca intentando no golpearse contra un árbol que vio en el camino y ni hablar de sus labios hinchados por haberlos estado mordiendo para contener sus gritos de frustración.

Bienvenido seas, hermano. —la voz de Asavapatr volvía a ser serena, como sí de otra persona se tratara— Llegaste al lugar correcto. Cual sea tu problema, estamos aquí para ayudarte.

¿Qué es lo que te aflige? El señor todo lo perdona y sabrá guiarte a través de nosotros. —Job habló esta vez, tomando por sorpresa a Bible, quien no entendía como era que podían hacer eso tan bien. En serio parecía que se dedicaban a eso por convicción.

Yo... —la voz de Build tembló. Apretó los labios en un intento de tomar la fuerza necesaria para hablar y en unos cuantos segundos mantuvo prisionero a su labio inferior contra lo afilado de sus dientes, provocando que este sangrara levemente por el previo desgaste— necesito ayuda. No puedo recordar mi propósito en la vida y creo que perdí el camino correcto.

La mirada de Build se mantenía en el suelo, incapaz de verles a la cara por la aparente vergüenza que sentía. Tal vez por eso no había notado que uno de ellos lo miraba a detalle. Inspeccionando cada detalle de su fisonomía, centrandose en su rostro y no fue hasta que la misma voz de la primera vez se hizo presente fue que elevó la mirada, arrepintiendose al instante cuando ante sus ojos fue apareciendo la imagen más impresionante que hubiera visto en toda su vida.

No te preocupes, nuestro hermano Bible se encargará de ayudarte. Te pondrá en la posición correcta para llevarte de vuelta al buen camino.

𝐓 𝐀 𝐊 𝐄   𝐌 𝐄   𝐓 𝐎   𝐂 𝐇 𝐔 𝐑 𝐂 𝐇   [ EN PAUSA ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora