I V

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A P O

— Besé a un chico —le escuchó decir.
El asombro era evidente en la mirada del moreno.

Al principio había dudado en tomarle la llamada, pero en el fondo no tenía ningún resentimiento contra Build, a pesar de no entender el cambio que experimentó de un día para otro luego de una fiesta.

No recordaba mucho de ese día, tan solo un estúpido juego entre jóvenes inexpertos. El beerpong no era su fuerte, y luego de mezclar la suavidad de la bebida artesanal con lo fuerte del vodka, su conciencia se despidió de su cuerpo.

Había despertado en su habitación, totalmente solo y al intentar contactar a su mejor amigo, este solo lo ignoró, así como el resto de la semana. Nattawin creyó que sería un berrinche pasajero, pero los días se convirtieron en semanas, y cuando menos pudo darse cuenta, cinco años habían transcurrido desde el día que lo perdió.

Se preguntaba en ocasiones sí le había hecho algo para justificar ese rechazo incontenible que desarrolló. Dio muchas vueltas para llegar al mismo punto en donde no comprendía, y a esas alturas, perdió el interés en averiguarlo.

Ahora estaban ahí, frente a frente en el jardín trasero de la casa de los Puttah. Ocultándose como sí fueran confidentes, y de pronto esos años de insultos, indirectas, miradas con desdén y bromas pesadas desaparecieron para dejar a dos chicos al borde del colapso por algo tan cotidiano como un beso.

¿Estás de broma? ¿Dónde está la cámara? —le hizo a un lado, intentando buscar algún indicio de que se trataba de una broma, más el pánico mezclado con confusión le delataba que no trataba de ninguna—. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? —sus palabras salían agolpadas y en un tono tan alto que la mano del menor cubrió su boca, acallando así el alboroto que comenzaba a formar.

Cállate un segundomurmuró en voz baja— todo mundo va a escucharte.

— Lo siento, me alteré, pero anda, dime, cuéntame todo con detalle. —Tomando asiento sobre el césped, colocó ambas manos sobre sus rodillas, ansioso por saber del tema.

Luego de imitar su acto, Build comenzó a relatarle lo que había sucedido, sin omitir la parte en donde él era protagonista de su confusión.

Espera un minuto, —Nattawin agitó una mano en el aire interrumpiendo— ¿Estás diciéndome que todo este tiempo me has tratado como la mierda porque tenías un crush en mí?

— Algo así, ese no es el punto, enfócate, Apo. —dándole un leve empujón, intentaba desviar la atención de ese pequeño asunto.

Es que no lo puedo creer, eres más idiota de lo que pensaba —expresó indignado— ¿No era más sencillo decírmelo que ponerte a la defensiva a cada instante? Eras mi mejor amigo, Build. —el contrario bajo la mirada, merecía ese reclamo, lo sabía y de alguna manera le estaba ayudando a desaparecer los nervios que aquel chico le había provocado—. ¿Tienes idea de cuánto me dolió el haberte perdido de la noche a la mañana sin motivo aparente? Y la forma en que me has tratado todo este tiempo. Yo lo habría entendido, no había nada de malo en ello porque también me gustabas.

No se lo esperaba.

De todas las cosas que pudo haberle dicho, jamás esperó que sus sentimientos pudieron haber sido correspondidos.
Todo el tiempo lo atribuyó a una confusión, algo que estaba mal, y simplemente no podía con ello. Cuando quiso confesarlo descubrió que Apo tenía novio, y entonces se había molestado tanto.

¿Qué tenía ese chico y él no? ¿Acaso no era suficiente?

No comprendió. Tampoco quiso encontrar una respuesta. Optó por alejarse en su totalidad y ahora sentía un poco de culpa.

Lo siento. —su voz salió semejante a un murmullo poco audible— Realmente lamento todo lo que te he hecho. No merecías cada insulto, malos tratos ni nada de mi parte, estuvo mal y te lastimé, perdón. —todo aquello había salido tan a prisa que Apo apenas fue capaz de comprenderlo de forma correcta.

Pasado es pasado, hombre. —entonces una sonrisa visible fue en el joven de piel morena, quien le apretó el hombro fraternalmente— Ahí que se quede, pero donde vuelvas a salir con una de tus cosas, te golpeare seguro. —Advirtió y Build asintió efusivamente, devolviendole la sonrisa al sentir un enorme peso caer de su espalda—. Bueno, pero ahora dime, ¿qué fue lo que sentiste cuando te besó? ¿Qué pasó? ¿No dices que era uno de esos chicos de iglesia? —No había comprendido bien esa parte, su atención se desvió en el momento en que su nombre salió a relucir, y ahora tenía al chico repitiendo todo otra vez.

Parecía meditar en silencio lo que había sentido.

Un remolino de sensaciones se instaló en su estómago en el instante que los suaves labios de Bible entraron en contacto con los suyos. La habilidad de su lengua explorando descaradamente cada rincón de su boca, la firmeza de su agarre y la sola sensación de su respiración cálida chocando contra su rostro, todo había sido un caos, pero uno agradable. Demasiado para su gusto.

— Todo —mordisqueo el interior de su mejilla con fuerza antes de ocultar el rostro entre sus manos, ahogando un pequeño grito, acompañado de fondo con uno por parte de Nattawin— me temblaban las piernas, las manos, absolutamente todo. Sentí que nunca había besado en mi vida y me gustó, me gustó mucho.

— ¿Se lo dijiste? Dime que si.

— No, salí corriendo de ahí. —recibió un nuevo golpe contra la cabeza a modo de reproche—. ¡Qué quieras que hiciera! Me asusté.

— Tienes que verlo otra vez. Un chico como ese no se encuentra todos los días.

— ¿y sí se burla de mí por ser un cobarde?

— Lo golpeamos y listo, yo me encargo de eso, pero de que lo vuelves a ver, lo harás. —Le animó con entusiasmo antes de levantarse y extender su mano hacía él para ayudarlo—. Ahora vamos, tienes que arreglarte un poco y preparar lo que vas a decir cuando lo veas otra vez.

Juntos entraron a la casa, riendo y molestándose mutuamente como si los años no hubieran sucedido.

La madre de Build los vio desde la cocina, más no dijo nada al respecto. Se alegraba de que por fin ese par resolviera lo que sea que hubiera pasado entre ellos.

Así sentían que su hijo ya no estaría tan solo ni amargado.

𝐓 𝐀 𝐊 𝐄   𝐌 𝐄   𝐓 𝐎   𝐂 𝐇 𝐔 𝐑 𝐂 𝐇   [ EN PAUSA ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora