XIX

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JaeMin sintió ganas de darse la cabeza contra la punta del mueble.

¡¿CÓMO PUDO OLVIDARSE QUE HOY ERA DOMINGO?!

JeNo estaba en el baño, se escuchaba el agua de la lluvia desde su pieza.

JaeMin sabía que tenía dos opciones. O sus papás se despertaban con la imágen de él recien bañado paseándose en toalla frente a JeNo, o se metía ahora junto con él, se secaban el pelo y lo escondía en su pieza hasta que los viejos se fueran al campo a retar a los pobres empleados y a llenarse las patas de barro.

No le quedaba otra, tendría que bañarse con JeNo.

Cuando estuvo finalmente frente a la puerta, Na, pudo sentirse arrepentido. ¡No! No había tiempo para sentir nada, tenía que hacerlo por el bien de su imagen, no estaba ahí porque tenía ganas. 

Min abrió la puerta y la cerró de inmediato, dando un suspiro.

JeNo abrió la cortina con los ojos grandotes y se le extendieron más cuando vió a un JaeMin completamente desnudo meterse a la ducha con él.

— ¡JaeMin!

El cheto lo hizo a un lado y empezó a mojarse. JeNo hipeó.

— ¿Qué te pasa? — JaeMin se sorprendió al verlo con la cara roja.

— Nada, Min, nada.

— ¡Mentira, estás llorando!

El agua seguía cayendo.

— ¿Por qué lloras? — JaeMin le agarró la cara. — ¡JeNo!

JeNo siguió llorando.

— ¿Estás triste?

JeNo asintió. JaeMin pensó que había metido la pata al ser tan bruto con él. JaeMin en realidad había pensado que el turro ni sentimientos tenía y que ya estaría acostumbrado al maltrato, porque antes no le había dicho nada...¿Por qué lloraba ahora?

<<— ¿Es por lo que te dije?

— Si.

JeNo vaciló.

<<— Porque vo' te pensá que porque yo soy cumbiero yo soy malo y me cojo a toda' y tengo el sida y-y... Y so' malo... Me decí' negro y sucio y falopero...— JeNo habló rápido y tartamudeando. — Yo no me di cuenta, yo no quiero a que vo' te enoje' porque yo me comí a la rubia trola esa...porque lo hice por el iPhone nomá' no porque tuviera gana', ¡perdoname!

JaeMin por primera vez se sintió mal por JeNo, y le dió un abrazo.

— Bueno, bueno, está bien, perdoname. No quise hacerte sentir mal. — Min le dió un beso. — Está bien que por ahí se me pasa la mano y te digo algunas cosas feas, pero te juro que no me doy cuenta, perdón.

JeNo asintió.

— Te perdono.

— Ay, mí cuchuchurrumumumino — Jae le apretó las mejillas y lo abrazó.

El turro con sentimientos sintió como si su corazón se hubiese fumado un porro.

— ¿Me dejá' darte un beso?

Na asintió y lo besó, sintiendo las manos de su chorro agarrarle la cintura y pegarlo a su cuerpo húmedo.

El padre de JaeMin se despertó. Se la había pasado bien la noche anterior. Había tenido un trío con su señora y una rubia tetona de 19 años que era modelo. Había agradecido que JaeMin no estuviera en casa, porque la chica le agradaba como para que fuera su nuera.

— ¡JAEMIN! — gritó, cuando no le encontró en su pieza.

JaeMin estaba apoyado contra la pared, con las piernas sobre la cintura de JeNo, gimiendo, sintiendo la lengua del falopero jugar con sus pezones, mientras sus miembros se frotaban y el shampoo le chorreaba por todo el cuerpo.

Ah, JeNo, ¡Mmh! — JaeMin lloriqueó, mientras le tiraba el pelo, los dedos de JeNo se clavaban en la carne blanda de su culo y lo frotaban con fuerza.

— ¡JAEMIN! — su papá golpeó la puerta.

JaeMin intentó hablar, pero el turro hijo de puta lo besó de lengua a propósito, mientras lo empezaba a pajear.

Ah, ah, ah — Na se retorció, gimiendo. — ¡¿QUEEEEEEE?! — gritó lo mejor que pudo, mordiéndose el labio.

— ¡¿TE FALTA MUCHO?!

JeNo empezó a reírse despacio, pajeándolo. JaeMin tenía la cara roja y los ojos a medio cerrar, mientras gemía y jadeaba despacio.

— ¡NOOOO! — gritó y mordió a Lee.

JeNo lo masturbaba mientras se lo re comía. Min jamás había sentido tanto placer en toda su corta vida.

<<— Ah, JeNo, si, si,si ¡más!

El viejo golpeó la puerta.

— ¿QUÉ TE PASA QUE TE QUEJAS TANTO? ¿NO TE SALE EL SORETE?

Na sintió ganas de darle una piña.

— Es que...es ... — JaeMin tiró de los pelos del turro cuando éste le acarició el pito y le comió la boca. — Seguí, hijo de puta, dale, ¡oh!

— ¡JAEMIN!

— ¡AH! ¡LA PUTA MADRE PAPÁ, ME ENTRO SHAMPOO A LOS OJOS! ¡LA CONCHA DE MI MADRE!

El viejo levantó los brazos y se fué.

JaeMin empezó a gemir con ganas y cuando JeNo le chupó la cara, solo pudo correrse en el mejor orgasmo de su existencia.

El cuerpo le temblaba y sintió como todo su ser se ponía caliente como la fiebre, dejó caer la cabeza hacia atrás, permitiéndose ser sostenido por su peor desgracia. Cuando su cuerpo se relajó y pudo poner los pies en el piso, sintió como su abdomen era salpicado por largas manchas calientes.

El turro hijo de remil puta de JeNo se había corrido sobre él.

JaeMin lo miró con ganas de matarlo.

— Hermosura, ¡vení acá! — y empezó a chuparlo por todos lados.

— Bueno, eu, ¡EU! ¡En el culo no!

Lee se levantó.

— Pucha.

— A ver, dejame bañarme.

El chorro le abrazó la cintura.

— ¿Y cuando lo meto?

— ¿A qué?

— Al pito, pues.

Na le dió un bife.

— AL MENOS QUE ME DEMUESTRES QUE NO TENES SIDA, ¡NUNCA!


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Palermo Killers - NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora