- Gracias, que tenga buen día. - suspiré y me senté en el banquito. Hoy es domingo y el mercado está a reventar. No he descansado en un momento.
Pablo le pidió permiso al abuelo para ir a ver a su novia y el abuelo debe estar platicando con doña Mari, creo que hay algo entre ellos.
Los voy a poner al día: A las dos semanas de trabajar con el abuelo, accedió a que fuera a vivir con ellos. Al principio dormía en la habitación de Pablo y él en la sala, después gracias a Dios, salió suficiente dinero para hacer otro cuarto y ahora cada uno tiene una habitación, don Matías me pidió que lo llamara abuelo, es como si lo fuera y Pablo es como si fuera mi hermano, en unas semanas cumple 18, y yo hoy cumplo 15.
Aún no aprendo a hacer cuentas como Pablito o el abuelo, pero lo intento y me esfuerzo cada día.
- Good morning - apreté los ojos y solté un suspiro, ya estaba lo suficientemente cansada como para atender a un chistosito. Me giré y vi a un hombre del otro lado del mostrador.
- Buenos días - saludé remarcando cada palabra.
- Bue-nos días
- ¿En qué le puedo ayudar?- el chico me miraba confundido. - Pinches gringos wey - mencioné fastidiada y un poco divertida.
- Oh, you called me "gringo". I know what it means - respondió entusiasta.
Ok. No hablo perfecto inglés pero escuché Justin Bieber de joven, así algo sé.
- Madres, me toca hablarle en inglés. - me dije a mi misma. - Hum, you...¡puta madre! ¿Cómo se dice esta madre?...Can i...hum, ¡Ah ya! Can i help you? - madres, que díficil.
- ¡Sí!...¡Oh wait! i have a diccionary with me - tuve ganas de estrellarle su carita de ángel en el pavimento.
¡Estuve batallando para armar una frase y el idiota tiene un diccionario!
- Let me try - guardó el diccionario. - E-Estoy - intentaba recordar las palabras. - Con mi hermano en la ciudad y...and...we want a fruit salad...frutas. - rasqué mi ceja.
No me pagan lo suficiente para soportar esto.
- ¿Estas con tu hermano y quieren comprar frutas para una ensalada de frutas? - el chico miró confuso.
- Sí.
- Bien, ¿Qué frutas? - me miró confundido. Colapsé mentalmente. - Which fruits?! Watermelon?! Apple?! Pineapple?! Banana?! - alcé un poco la voz. - Lo siento.
- All...todas por favor.
- De acuerdo.
Lo despaché, pagó con pesos, por suerte y se marchó.
Me senté de nuevo y me dispuse a terminar mi bebida, el calor se sentía infernal.
- Buenos días. - me levanté y al darme vuelta noté que el tipo frente a mí, tenía gran parecido a el que se acababa de ir, solo que este era más alto y traía una gorra de la NASA.
- Buenos días, ¿En que le puedo ayudar?
- Mi hermano vino hace un momento pero no sabe muy bien el español.- hablaba con un acento, tratando de hablar español fluido.
- Sí, lo noté.
- Sí, y bueno necesitamos más fruta.
- Claro, ¿Cuál necesitas?
- Hum, ¿Qué me recomiendas?
- Que no te asoleés porque te vas a quemar y estas muy blanco.
- Solo entendí la mitad de lo que dijiste.
- Lo siento.
- No hay problema. Te ayudo.
- Tóqueme los melones, a ver si le gustan.
- Claro - puse todo mi esfuerzo en no reirme, el chico empezó a tocar los melones para ver cual llevarse. - Me llevo este. - me entregó uno.
- Enseguida. - respondí, aunque sonó más a chillido.
- ¡Oh banana!
¡Ay amigo te pones de a pechito!
- ¿Le gusta la banana? - pregunté.
- Sabe buena. - mordí mi labio para no reír.
- ¿Dónde le pongo la banana?
- En una bolsa porfavor.
- Claro, ¿Prefiere la chica o la grande?
- La grande, please.
- No sí, yo también.
- Bro, I found this water pistol and bought it. - apareció el chico de antes, y le entregó la pistola de juguete.
- Que pistolón oiga - el menor me miró confundido.
- She says it's a very big toy - asentí
- Gracias.
- ¿Te lo agarro? - no aguanté más y exploté en risas.
- ¿Por qué siento que nos albureaste?
- ¿Yo? Claro que no - dije limpiando las lágrimas de mis ojos.
- Chris, What's happening?- preguntó el menor
- She teased us
- Oye, no. Los albureé, no me burlé de ustedes.
- No importa, c'mon, Scott.
- Ni aguantan vara
Ví a los chicos alejarse. Pinches gringos.
Seguí con mi día normal. Los gringos son muy raros.
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BROTHERS
FanfictionVannnesa es una niña a la que su madre corrió de su casa, viaja a la ciudad y le dan la oportunidad de vivir con Pablo, un joven que vive con su abuelo. Trabaja en la fruteria junto a ellos, conoce a unos hermanos extranjeros que no dominan mucho el...