BROTHERS

YOU SPEAK SPANISH?

- ¡Pablo! Hasta que te dignas a venir. - regañé cuando lo ví acercarse al puesto.

- Valentina no me soltaba. - rodé los ojos.

- No sabes lo que me pasó.

- Sí no me dices, no lo sé. - le conté todo lo que pasó con los chicos que vinieron y sobre como se enojaron cuando empecé a alburearlos.

- Se hicieron los dignos y se fueron enojados. - concluí.

- Así son, se enojan por todo. ¿Y ya no los haz visto?

- No, desde que se fueron no han regresado. - Pablo estaba a punto de decir algo cuando unos fuertes gritos femeninos nos alertaron.

- ¿Qué habrá paso, tú? - preguntó mientras nos parabamos al mismo tiempo.

- Sabe - caminamos a donde se empezaba a aglomerar la gente.

Todas las personas se acumularon como si rodearan algo, Pablo y yo luchamos por llegar al centro de todo. Logramos atravesar a toda la gente y lo primera imagen que vi fue a Belén a punto de colapsar en el piso, la pobre lloraba desconsoladamente y ella era la persona que gritaba, varias personas igual lloraban desconsoladas.

- ¡Llamen a la policia ya! - gritó Santiago, uno de las muchas personas que trabajaban ahí. Pablo y yo nos miramos desconcertados.

- ¿Qué está pasando? - preguntó Pablo.

- ¡Don Pepe! - gritó una señora que había visto varias veces ahí y aún no sabía su nombre.

- ¿Se puso mal otra vez? - pregunté preocupada.

Don Pepe era un señor que junto a su hija (Belén) tenían un negocio de comida, era muy amigo del abuelo y eran queridos por todo el mercado. Las personas que lo conocian quedaban sorprendidos de sus anécdotas de joven.

- ¡Está muerto! - gritó otra persona.

Mi corazón se detuvo por un momento, todo me comenzó a dar vueltas, la mrada se me nubló y un nudo se formaba en mi estómago. Las piernas me temblaron y de no ser por Pablo que estaba junto a mí, hubiera caido al piso.

- ¿C-Cómo que está muerto? - preguntó Pablo igual de afectado que yo.

- Belén lo encontró. - habló un poco más tranquilo Carlos. - Pero como ven ahora no puede decir nada. - me sentía mareada y desorientada.

- ¿Estás bien, Ness? - la voz no me salía. Solo lloraba sin poder asimilar la noticia.

- Será mejor que te la lleves a descanzar y veas como decirle a tu abuelo.

- Sí, le va a afectar mucho. - sentí mis pies lejos del piso y despues todo se volvió negro.

[...]

Un fuerte olor a alcohol me alertó e hizo que mis ojos de abrieran, pero los cerré inmediatamente por la fuerte luz. Tuve que parpadear varias veces para que mis ojos de acostumbraran a la claridad. Pablo estaba a lado de mí con un algodón y con cara de preocupación.

- Temía que no despertaras.

- N-No tienes tanta suerte. - sonreí débil

- Ya pudimos saber que fue lo que en realidad pasó con don Pepe.

- ¡¿Qué sucedió?!

- Lo asesinaron. - eso era imposible, ellos no tenían enemigos.

- Es imposible.

- No lo es, las autoridades le dijeron a Belén que probablemente fue un ajuste de cuentas. Aún no encuentran a los asesinos

- ¡No! ¡Ellos no tiene enemigos! - mencioné alterada.