Gustando del insoportable.

6

Desde la noche pasada tenía la maleta lista, el padre de Kyojuro le había dado la autorización de ofrecerle a Tanjiro acompañarlos juntos con la fecha en la que se irían. Ahora, convencer a los padres de Tanjiro fue un tema muy aparte, ambos adultos si bien confiaban en Kyojuro como buen chico, estarían los 2 solos y en el bosque por casi 2 semanas, las alertas en cualquier padre se encendían con bastante facilidad de ver ese escenario, por más responsable que sea un hijo, adolescentes siguen siendo. Es iluso no créer que tendrán secretos.

Pero, bajo la promesa de no dejarlos solos los padres del Kamado le vieron su confianza a Shinjuro.

Obanai iba a tener la responsabilidad de vigilarlos por lo que parecía. Detalles, en auto lo fueron a recibir, por lo que despidiéndose de su familia Tanjiro se fue, nervioso y emocionado a la vez.

— Parece que estaremos solos unos días. — Preocupada dijo.

No recordaba un momento donde ella o su hermano hayan estado fuera de esa forma. Era normal tener ese sentimiento de extrañeza. Aunque, sonreía con ternura recordando que su hermano hizo lo posible por qué sus responsabilidades en la panadería cubiertas en su estancia.

— Creo que me iré, si quieren hacer algo mientras mi hermano no está, me llaman. — Aviso. Marchandose con sus padres.

— Parece ser… — Inosuke se cruzó de brazos, ligeramente sonrojado por la frase "solos" alejándose unos pasos de la chica.

— Actúas raro últimamente con ella, ¿Sigues molesto?

— ¡Cómo no voy a estarlo! Me hicieron una canallada. — La vergüenza se volvió indignación. Volteandose hacía el rubio aprovechando la distancia entre ellos y la chica.

— Exageras, diría que enserio te gusta Nezuko para que aún sigas así.

— Claro que no. Digo, osea. No me gusta.

— Inosuke, dímelo. Que no voy a juzgarte. — Río entre dientes, fastidiandolo.

— ¿Qué quieres que te diga? ¿Que es bonita? Claro que lo es. ¿Que me cae bien? Si. ¿Algo más?

— Diría que sí te gusta pero no lo quieres admitir. Pero bueno, lo puedes resolver solo ¿No?

— ¡Claro! — Tan molesto estaba que no se dió cuenta de lo que dijo, cruzándose de brazos antes de irse. Zenitsu robo los ojos con gracia, están eran etapas de Inosuke que nunca vio.

Era aún temprano, así que tras enviarle un mensaje a Uzui le preguntó dónde estaba y si estaba disponible para atenderlo un momento. El albino le respondió que lo podía encontrar en la terraza de la biblioteca. Una ubicación rara, pero le avisó que irá a verlo.

— Pensé que no llegarías. — Se había tardado bastante en llegar, de hecho, parecía cansado. Suerte que traía agua consigo así que le dió un sorbo para que se relaje, además que se sentará.

— No esperaba que estuvieras tan lejos. — Suspiro. Siendo allí cuando se dió cuenta de la libreta en su mano. — No sabía que dibujaras.

— ¿No te lo había dicho? Es un pasatiempo que tengo desde hace siglos, después de una competencia o exámenes duros solo necesito unos minutos con esto y me relajo bastante. Te puedo dibujar si quieres. — Explicó, buscando en la libreta un par de ilustraciones que había hecho, logrando que los ojos del rubio se agranden de la sorpresa.

— Dibujas muy bien. Me sorprendes.

— Gracias tesoro. — Rio por lo bajo. Zenitsu sé acercó lentamente a él, mirándolo dibujar.

— Me impresionas un poco. Deseas ser un atleta, tienes la facilidad de hacerlo y si fallas, creo que como artista te iría bastante bien.

— Me alegra que lo pienses, pero creo que depende un poco de la suerte con lo segundo.

— No lo creo. Hasta me da envidia porque yo no sé qué hacer con mi vida aún.

— Aún estás chiquito. Espera unos años y lo sabrás. Y si no ¿No tienes ahora un pasatiempo en el que creas que te vaya bien? Podrías empezar con eso.

— Eso también sería difícil, porque haciendo memoria sólo está en cuento de los 8 años. — Y hasta le daba vergüenza recordarlo. — Me dieron ganas de quemarlos una vez lo encuentre. — Con ganas una fuerte carcajada lleno los labios del albino.

— ¿Y si lo intentas otra vez? Igual, es normal no tener una idea de eso hasta después.

— Pero igual tendré que elegir, más  pronto que tarde terminó la preparatoria. — Desviando su mirada al suelo, pasaron unos segundos antes de ver de nuevo a Uzui. Su corazón latió de forma que todo su cuerpo se calentó. Así que, pensó que este era un buen momento. Parándose para quedar frente al mayor. — Creo que solo tengo una "prioridad" para el futuro ahora, pero, es diferente.

— Y… ¿Esa sería? — Le fue fácil leer la situación. Sonriendo cómo seductor, seguro de lo que pasaría.

El aleteo de un gorrión se escuchó cerca de los 2 adolescentes, que en ese momento se besaban sin preocupación alguna.

— Te odio por haberme enamorado. Pero, ¿Me dibujarías?

— Con gusto primor. — Pasándose el pulgar por el labio disfruto los rastros de sus labios en los de él.

Poniéndose manos a la obra con el trabajo que Zenitsu le pidió. Mirándolo por el rabillo del ojo cada cierto tiempo, tanto para detallar sus rastros antes de plasmarlos en el papel como para darse cuenta de lo que ese beso dejó en ambos.

Si este beso hubiera pasado en su cuarto, Tengen se quita la camisa con gusto. Importandole poco y nada la segura presencia de su padre asquerosamente indignado.

— Mi primer regalo para mi lindo novio. — Ya terminado, le entregó el dibujo. Ayudándolo a pararse, una última vez, se besaron lentamente, Uzui era consciente que tenía que regresar al rubio a su casa, había demorado dibujándolo y ya era tarde.