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Encerrado en el hotel, hay algo que nunca cambia, dices que solo somos amigos, pero los amigos no saben cómo saborear lalala, porque sabes que ha pasado mucho tiempo, no me dejes caer...

Ustedes, quienes son? - interrogó la chica con desconfianza -.

- Pero niña, que no nos recuerdas, oh claro, eras muy pequeña. - dijo uno de ellos -.

- Sigo sin entender.

- Tú conoces a Gertrudis cierto?.

- Oh sí, es uno de los abogados de mi padre, entonces ustedes son...

- Sus secretarios, mucho gusto.

- Si, en que puedo ayudarlos?.

- Más bien, Gertrudis puede ayudarte, quieres ver a ese chico cierto?, ven con nosotros, está en su despacho.

- Mmm, no gracias, estoy bien - dudando -.

- Oh de acuerdo, y nosotros que haríamos lo posible por juntarte hacia ese chiquillo - largándose aquel par, solo para incitar a la muchacha -.

- Esperen - volteando ambos - iré con ustedes - para así hacerle escolta -.

Un rato en el camino, la chica se topó con su hermano corriendo hacia ella.

- Tn, a dónde vas y quiénes son ellos? - soltando con preocupación el niño -.

- Iré a ver a Gertrudis.

- Qué a...ella? - Hanma nunca le tuvo confianza a esa señora, le parecía una bruja hipócrita y falsa - pero qué haces Tn, vámonos no vayas con esa señora.

- Yo sabré mis decisiones Hanma, no te metas...

Una vez llegando al su despacho, la chica pudo fijarse en que uno de sus clientes, había perdido todos sus bienes.

- No, qué cree que hace, por su culpa perdí todo! - reclamaba -.

- Lo siento señor, usted no me pagó el día acordado, más los intereses, esa fue su consecuencia, acéptela!. - mientras que el señor se fue, la licenciada volteó en dirección a la chica, recibiéndola con su falsa sonrisa que la indentifica -.

- Querida, pasa pasa, no seas tímida, pero cómo has crecido, la última vez que te ví eras una pulguita.

- Bien Gertrudis, gracias.

- En que te puedo ayudar?.

- Lo que pasa es que a mi papá no le agrada la idea, de que me haya gustado un chico.

- Muy bien, continúa.

- Con la cabeza agachada la chica -Éste chico, es un motociclista, que es líder de una pandilla.

- Ay cariño, no un pandillero, sabes cómo es tu padre - con un tono de voz con lástima -.

- Podrías ayudarme?.

- Claro que puedo, pero...sabes que todo tiene costo, cierto? - desviando sus ojos, par ponerlos de nuevo en Tn, con una maliciosa sonrisa -.

- De qué estamos hablando?.

- Mira, te doy tres días para que conquistes al chico ese, a tal grado, que tenga el interés por conocer a tu padre, de ser así yo hablaré con tu papá, para que sigas siendo su novia, pero, si al tercer día sólo le agradaste, y no tiene la mínima importancia de conocerlo, podrías incluso estar en un internado en el extranjero.

- Si acepto ya no veré a Hanma y mis amigas...y que más se necesita para tu ayuda?.

- Algo muy insignificante, lo que quiero son...tus acciones de la empresa.

- No! Tn no! - el pequeño callado a la fuerza, por uno de los perros falderos -.

- No pienses de mi mal, lo hago para que ese muchacho no piense que tendrá la vida resuelta y fácil contigo, para que te ame por quien eres, y no por lo que tienes, yo me encargaré que tú posición en la empresa esté a salvo.

- Pero mis acciones?.

- No te preocupes cariño, tienes que decidir rápido, muy ocupada voy a estar, aprovecha que tu padre saldrá por dos días de viaje, si quieres que te auxilie con el favor, solo tienes que firmar, no te vas a arrepentir y hazlo ya...( que sencillo fue que tonta es) - la chica no lo pensó dos veces, tomó la pluma sin ver ninguna advertencia en el documento y firmó con ojos cerrados -.

- Muy bien, fue un gusto hacer negocio contigo, hablaré con tu padre, relájate. - sacándola de aquella oficina, siendo escoltada por ese par de arrastrados -

Mientras tanto, se escuchaban, las notas de una guitarra, una melodía familiar...

- Shinichiro, ya basta con esa tonada, nos vas a volver locos! - Mikey desesperado tapándose los oídos -.

- Si, llevas todo el día - gritaba Emma -.

- Ahh, esa voz, no puedo quitármela de la cabeza - posando su mano con frustración, para volver a ver el extraviado accesorio - dónde estará?.

- Ya Shinichiro, quédate ahí como loco, nos vamos a dar una vuelta Emma y yo, talvez vayamos a ver a Baji o algo así, ya no soportamos tus cursilerías, adiós...

En lo que los niños salían, una chica se encontraba afuera de su casa, sin saber que es el hogar de su amado, quería descansar un rato de todo eso que le pasó en un instante, ya se había despedido de su hermano, quién dijo que él si regresaría a casa.

- Hola, cómo te llamas?.

- Si, en qué podemos ayudarte? - dijo la pequeña con una sonrisa -.

- Hola, no lamento haber invadido su morada, esa no es mi intención, solo me sentía muy cansada y...

- Oigan niños, si van a la casa de Baji, pasan a la tienda por...- dirigiendo su mirada a la chica sorprendido, ni él sabía explicarse el por qué - oh, entiendo, disculpa si mis fastidiosos hermanos te asustaron, son inofensiv...- creándose una tensión visual en ambos jóvenes, olvidándose de los infantes -.

- Tu rostro me es familiar, dime, nos conocemos?.

- No lo sé, en qué preparatoria estás? - soltando con amabilidad Tn, pero con un toque de nervios -.

- En la pública de Shibuya, dime, tú en cuál, en esa también vas? - con esperanza en voz -.

- Oh bueno, no voy exactamente en esa prepa, yo voy en la...

- Shinichiro, ya nos vamos, no queremos ver cómo otra chica te rechaza, bye - dijo Mikey con fatiga, lléndose con Emma, la mayor se quedó perpleja ( rechazado, él, cómo)-.

- Bueno y como te decía - continuó la chica - yo no esque vaya exactamente en una pública pero yo la verdad... - durante el transcurso iban de camino, y Tn su zapato se topa con un bache en la acera, lo pisó mal, hasta casi caer, por suerte Shinichiro tuvo los reflejos necesarios para atraparla -.

- Espera, estás bien, oye, talvez me veré muy atrevido, pero, quisieras comer conmigo y mi abuelo?.

- Ahmm, no quisiera molestarte -.

- No, al contrario, y aparte se ve que éstos no son tus rumbos, vamos, y después de comer te llevaré a tu casa o cerca.

- Gracias Shinichiro.

Entrando a la casa, la comida por suerte ya estaba hecha por el joven, hizo el intento por distraerse de aquella mujer que lo auxilió, pero igual fue en vano.

- Me dejas pasar a tu baño? - Tn pidió permiso con vergüenza -.

- Claro, está al fondo a la derecha.

- Gracias.

- Hijo, piénsalo bien, dudo mucho que te vuelvas a encontrar con esa jovencita, recuerda, Japón es muy grande, y la probabilidades, de que veas de nuevo con ella son nulas.

- No me daré por vencido abuelo, haré lo que sea, en cuanto la encuentre, le pediré que sea mi novia...- sin despegar los ojos de la pulsera -.




Señorita (Shinichiro y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora