Señorita (Shinichiro y tú)

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Me encanta cuando me llamas señorita, desearía que no fuera tan difícil dejarte, pero cada toque es ooh lalala, es verdad, oh debería estar corriendo, oh me haces seguir viniendo por tí...

Y así empezó el injusto duelo del pelinegro contra 5 hombres de la banda contraria, el chico estaba en aprietos, no sabía a quién acudir en ese momento, si llamaba a la policía, no sólo ellos la iban a pagar muy caro, sino también él, no hubo lugar en su cuerpo que no recibiera impacto, se encontraba en el suelo y prosiguieron a patearlo hasta dejarlo inconsciente...

- Hanma, voy a la tienda, me acompañas?

- Si hermana.

Como la tienda quedaba al otro lado de su casa, les era más fácil pasar por el parque.

- Mira Tn, es el chico de la otra vez, pero, al parecer recibió una buena paliza - el pequeño tocándose la boca preocupado -.

- Crees que esté, muerto?.

- Solo espero que no haya recibido golpes cerca del corazón...

- Mira, está respirando, es tan hermoso - reclamando la chica con alivio e ilusión -.

In the bike, in the bike, in the backseat, i'm your baby we go fast, we go fast, we don't move.
I believe in a place you take me, make you real proud of your baby.
In your bike, i'm a star and i'm burnin through you.
Be my once in a life time.
Lyin'on your chest in my party dress, i'm a fuckin mess but i'm...

El pequeño Hanma lo veía y no lo creía, sí, al parecer su hermana recargó en su brazo, la lastimada cabeza del hombre, mientras que con la contraria, acariciaba su mejilla, ambos hermanos ya lo habían ayudado a reposar en una de las bancas.

- Hermana, vayámonos de aquí, que vienen sus amigos! - desesperado, los chicos huyeron hacia un árbol, lo suficientemente frondoso para ocultarse -.

- Shinichiro, me tenías preocupado, tuve que privarme de decirle a Emma para no espantarla - exclamó con angustia el menor -.

- A nosotros nos citaron en otra parte, para no venir a tu ayuda, esos hijos de perra, buena emboscada la que se propuso esa rata de Nakahito - escupiendo con enfado el peliblanco -.

- Una chica, vino a rescatarme...

- Pero qué dices hombre, si aquí no hay nadie - habló Benkei mirando para todas partes -.

- Al parecer esos golpes en la cabeza te afectaron Shin - soltó con diversión Takeomi -.

- Es enserio, una chica, no sé cómo lo logró, pero me limpió las heridas, y, escuché su hermosa voz...

- Vamos ya a casa Shinichiro - con Manjiro jalándolo del brazo, percatándose de que justo en aquel imponente árbol, se encontraban dos personas ocultas, a él le pareció raro, más no desconfiado, no le dió importancia y siguió su camino.

- Gertrudis, la encontramos, al parecer se siente atraída por un motociclista - escondido en un callejón comentó uno de sus falderos -.