.12.

826 90 20
                                    

Jueves.

Derek observó al humano a los ojos con demasiado dolor. Su mirada brillaba un millón de veces más, lo sabía, su corazón lo sentía. No quedaba mucho tiempo.

"El viernes hay lluvia de estrellas" repitió por décima vez en el día.

"Así es" respondió el lobo con una sonrisa, casi como si hubiese escuchado aquello por primera vez, acariciando su mejilla con suavidad.

Derek y Noah llevaban por lo menos dieciocho horas sin separarse del menor, sentados en sillas increíblemente incómodas a cada lado de este y tomando sus manos de vez en cuando, observando dolorosamente su rápido deterioro.

"Quiero que la veamos juntos" susurró, dejando un suave beso sobre su mano.

"Por supuesto cariño" respondió con dulzura, jamás se cansaría de responder lo mismo.

"Papá" esta vez observó al mayor "Cuándo vendrá mamá a visitarme?" preguntó, observándole atentamente y con un pequeño puchero.

Y ante aquella inesperada y dolorosa pregunta el sheriff no supo cómo responder.

"Pronto hijo...pronto...mamá está algo ocupada en estos momentos" respondió después de un par de minutos, intentando no quebrarse.

"Anoche estuvo aquí, ustedes salieron por un café y ella vino a visitarme" contó con una sonrisa, acariciando la cabeza de Sirius distraídamente.

El sheriff no dudó en observar con dolor y curiosidad al lobo, quien se quedó en un estado ligeramente pensativo.

Era posible que aquello se tratase de una alucinación, pero también había posibilidades de que el espíritu de Claudia realmente le había visitado, pues Derek recuerda haber captado algo extraño al regresar. Pero de ser así aquello confirmaba que realmente quedaba muy poco tiempo.

"Derek, nuestro cachorro...Por qué se lo ha llevado Scott?" cambió de tema por milésima vez en el día.

"Lo han llevado a la veterinaria, con Deaton, necesita una pequeña revisión rutinaria pero estará bien, no te preocupes, volverá a nuestro lado esta misma noche" explicó con suavidad.

El menor simplemente asintió, llenando el aire con algo de tristeza y dejando la habitación en un incómodo silencio.

Ninguno sabía que decir sin terminar lastimándole o confundiéndole. Stiles ya no tenia noción del tiempo y su memoria estaba llena de agujeros.

"Hola, hola" interrumpió la voz de Melissa, entrando a la habitación con una pequeña y ligeramente triste sonrisa "Lo lamento chicos pero es hora de que Stiles tome su siesta, pueden quedarse en la habitación pero realmente necesito que mi paciente favorito descanse bien" explicó con tranquilidad y dulzura.

"Pueden ir a descansar chicos, yo dormiré un momento, prometo que estaré bien" sugirió el menor, sonriendo con cansancio.

"Derek y yo iremos al comedor por un café pero volveremos muy pronto" respondió el sheriff, poniéndose de pie y tomando a un inseguro Derek por los hombros.

Honestamente no se quería apartar del menor, pero sabía que realmente necesitaba aquel descanso para su salud mental. Necesitaba ser fuerte para el menor....necesitaba ser fuerte para llevar a cabo el plan.

"Los amo chicos" murmuró, acomodándose en la camilla "Buenas noches Der" agregó, cerrando sus ojos.

"Buenas noches Stiles, también te amo" respondió, con una suave y rota sonrisa.
...

Al llegar al comedor del hospital ambos hombres pagaron por un café y un emparedado(que posiblemente no terminarían comiendo), para después sentarse silenciosamente en una de las pocas mesas vacías.

El ambiente apestaba a tristeza, felicidad, enojo, confusión...aquello era simplemente demasiado para el lobo, quien no podía evitar sentirse sumamente abrumado, especialmente por el aroma del sheriff.

Después de un par de largos minutos Derek no pudo evitar observarle con una pequeña mueca, por un momento pensó en contarle sobre su plan, pero conocía muy bien al sheriff, por más que amaba a su hijo jamás permitiría que alguien más se sacrificase por este.

"Es muy difícil" murmuró el mayor finalmente rompiendo el silencio "Después de mi amada Claudia jamás creí que tendría que volver a pasar por...por esto" suspiró, tomando un sorbo de su café "Es simplemente injusto, ni siquiera se como es que sigo sobrio" confesó.

"Usted es muy fuerte, al igual que Stiles" respondió con suavidad, perdiendo su vista sobre la mesa.

"Se que también es muy difícil para ti...se que...se que realmente amas a mi hijo...se que también has perdido mucha gente importante en tu vida" cubrió su rostro con tosquedad, esforzándose por no quebrarse frente al lobo "Es simplemente demasiado injusto para ambos" repitió, dejando la mano sobre su rostro.

Derek simplemente pudo asentir, sintiéndose completamente incapaz de seguir con la conversación. No podía evitar sentirse ligeramente aturdido y abrumado...realmente temía no poder hacer nada por el humano.

"Cómo está?" preguntó el mayor después de un par de minutos.

"Ya esta durmiendo" murmuró el lobo, su súper oído casi completamente enfocado en el corazón del humano, sumamente alerta...estudiándole.

Derek no pudo evitar romperse ligeramente, el corazón del humano solía ser el más rápido de toda la manada, siempre le era el más fácil de reconocer entre las multitudes, incluso cuando este dormía parecía estar a mitad de un suave trote por el parque, pero ahora...dormido o despierto este parecía bombear solamente a dos tercios de lo que solía hacerlo, casi como si este se estuviese rindiendo poco a poco.

Y lo siguiente que notó fue al sheriff abrazándole con fuerza.

Hola chicos! Este capítulo está algo corto pero espero que les guste!.

Goodnight Stiles - Sterek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora