La noticia llegó algunos días después de que el líder Nie desapareció. No podía tomar un luto como debía ya que nadie sabía de la relación secreta que tenía con el líder Nie. Sabía que había muerto, lo sentía en el alma, pero las noticias y los rumores se negaban a aceptar la muerte de Nie Mingjue.
No podía hacer un luto, pero si podía sufrirle en silencio. No comía y no dormía, buscaba su alma por las noches, deseando una respuesta mientras sus lágrimas salían con libertad. Allí, en el silencio y la oscuridad de su habitación, donde nadie podría verlo llorar por Nie Mingjue.
Fue eso lo que lo hizo desmayarse frente a los discípulos, simplemente sintió como todo comenzaba a dar vueltas, entonces su vista se nubló completamente y terminó por ceder a la oscuridad. Despertó en su habitación, Wangji le veía preocupado.
- Wangji... si el tío se entera que has venido... -
- Él me ha enviado –
Miró como su hermano, el hombre que había recibido 33 azotes con un látigo, lo ayudaba a enderezarse en aquella cama. Se sentía débil, demasiado cansado para pensar en lo que había pasado. Wangji le acercó con cuidado la bandeja con comida, limitando sus movimientos. Xichen le agradeció con una sonrisa y se dio cuenta de que no recordaba la última vez que había comido algo. Tomó despacio aquella sopa, notando que el sabor le desagradaba.
Entonces, justo después de pasar aquella cucharada, estaba devolviendo el escaso contenido de su estómago en una vasija que Wangji le había pasado. Su tío entró momentos después.
- ¿Hasta cuándo pensabas decirme? – preguntó con enojo mal disimulado – Hasta que tus túnicas no pudieran ocultarlo más y tu vientre te delatara – los ojos de Xichen le miraron con sorpresa - ¿De quién es? –
Lan Xichen miró a su hermano después, quien se veía bastante preocupado. Y de nuevo miró a su tío.
- ¿Qué cosa? –
- Tu estado... tu embarazo... -
Xichen inhaló con fuerza, sintiéndose miserable por no haberse dado cuenta de ello antes. Los poco perceptibles mareos y las náuseas que tenía. Llegó a pensar que se trataba por su renuencia a comer, pero ahora se daba cuenta. Y se sentía tan miserable por haber puesto en peligro a su bebé con su ayuno e insomnio. Comenzó a llorar, esta vez con mayor intensidad. Qiren solo se calmó, entendiendo que su sobrino no sabía siquiera de su propio estado. Y Wangji le abrazó.
Su hermano, el líder de Gusu Lan, acababa de romperse en sus brazos. Y Lan Qiren se sintió culpable por dejar pasar la tristeza de sobrino ante la partida de Nie Mingjue.
¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬
Despertó y notó que Wangji tocaba una suave melodía al otro lado de la habitación. Estaba recostado de lado, quizás y había caído dormido después de tanto llorar. Acarició con suavidad y cariño su plano vientre, que prontamente se notaría redondeado y lleno por su bebé. Su bebé y el de Nie Mingjue.
- Wangji... - su hermano le miró – Serás tío... - la sonrisa en Lan Wangji fue bastante clara – A-Yuan tendrá un primo para jugar... y Huaisang también tendrá un sobrino... debería decirle pronto –
- Tío no quiere que esto se sepa... -
- Tío no podrá evitarlo –
Ambos se miraron, Wangji con una sonrisa cálida, sus ojos riéndose. Y Xichen riendo en voz alta, mientras comenzaba a comer. Porque no podía sufrirle a Mingjue si eso significaba lastimar a su hijo. Porque Nie Mingjue sería capaz de regresar hasta él para decirle que proteja al pequeño de ambos.
ESTÁS LEYENDO
Lo que has dejado. NieLan OneShot
FanfictionLan Xichen, en su luto, se da cuenta de que su amante, Nie Mingjue, ha dejado en él algo más que recuerdos. Publicado de forma gratuita en wattpad, ao3 y el grupo de la página El Diario de Melones Sin Igual.