Capítulo 17

236 18 0
                                    

Sasuke sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar, así que se dió prisa para ir a su departamento, pero en el camino chocó con alguien.

—No me fijé...– Llevanta la vista y encuentra con un pálido rostro con ojos color aguamarina. –Gaara...–

—¿Qué tienes? ¿Qué sucedió?– Mira al azabache preocupado al ver sus ojos acuosos.

—Es qué...– Sin poder decir más, se suelta a llorar, el pelirrojo lo abraza y Sasuke se recarga en su hombro para ocultar sus lágrimas.

—Después me cuentas, cuando te sientas mejor... Vamos, te acompaño a tu departamento.– Acarició su cabello y el azabache asintió.



Naruto se sentía destrozado por el rechazo de Sasuke, pero aceptó que ya lo había perdido, y que seguir detrás de él sería acosarlo, Sasuke estaba en todo su derecho de no querer volver a verlo y aunque le doliera con toda el alma, lo iba a respetar.

Regresó a Konoha derrotado, se quedó encerrado en su departamento por unos días, diario revisaba el kimono que Sasuke iba a llevar en el altar, llegó dos días antes de la fecha para la boda que fue cancelada, sólo imaginaba lo precioso que se hubiera visto vestido con él y se lamentaba todo lo ocurrido, estuvo deprimido, pero poco a poco siguió con su vida.

Después de la tormenta viene la calma.

Dos años después de lo ocurrido.

El tiempo había pasado y cada uno tomó su propio camino, Naruto cumplió su promesa y no lo volvió a molestar, de Sasuke no se volvió a saber nada después de un mes de aquella situación, no se supo de él en el club ni en cualquier otro lado, el rubio intentó averiguar simplemente para tener la tranquilidad de que se encontraba bien, algunos rumores decían que uno de sus acaudalados clientes lo tomó como esposo y lo sacó de ese mundo, y otros simplemente que había fallecido en X o Y situación.

Naruto no pudo estar tranquilo por un buen tiempo, pero sabía que Sasuke estaba bien, él no moriría fácilmente, quizá solo estaba viviendo tranquila y discretamente en algún lugar lejano.



Naruto y Hinata se encontraban afuera de la casa del Kazekage, el cuál curiosamente ya vivía solo, iban a entregarle la invitación a su boda, en la que invitarían a todos los Kages. Tocan la puerta y poco después abre Gaara.

—Hola, ¿Se puede?– El rubio le sonríe levemente.

—Claro, adelante.– Se hace a un lado invitándolos a pasar.

Ambos agradecen con una reverencia, y después de quitarse los zapatos entran.

—¿A qué se debe su visita?– Pregunta curioso el pelirrojo en el camino.

—Bueno, es qué vinimos a invitarte a un día especial para nosotros.– Hinata dice con un tono suave.

—¿Ah, sí? ¿Y qué es?–

—Vamos a casarnos...– Habló Naruto con una ligera sonrisa que se borró al ver a Sasuke caminar por la sala, lucía igual de precioso que la última vez que lo había visto, se quedó atónito e inmóvil sobre su lugar, el azabache solo lo mira y sigue en lo que estaba sin darle importancia.

Gaara nota su sorpresa e intenta suavizar la situación retomando el tema, aunque sabía que tendría que dar una que otra actualización de lo que había pasado entre ellos.

Redención (Narusasu¿)(M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora