Tips para escribir ciencia ficción

Ciencia Ficción social: la tercera en discordia

Artículo realizado por Lobodepeluche

El mes anterior, redactamos un artículo sobre las clasificaciones de la Ciencia Ficción en dura o blanda. En él si conocen un poco del tema, se fijarían en que tocamos un poco de pasada la ciencia ficción social, pero no la llamamos por su nombre ni nos detuvimos demasiado en hablar de ella. Esto se debió a que el autor consideraba que era una temática lo bastante amplia como para tener su propio apartado diferenciado, y ya saben lo que dice el refrán: cuando solo se tiene una idea al año, exprímela al máximo. O bueno, el refrán no, pero seguro que se dice en algún sitio.

Pues, como su propio nombre indica, es una rama este nuestro género que pone especial énfasis en especular sobre el desarrollo no de la tecnología, sino de la sociedad. El problema cuando tratas de aplicar la división tradicional de dura o blanda con estas historias es que se pueden dar, y a menudo se dan, situaciones en las que no terminen de encajar con ninguna de esas en concreto.

Por ejemplo, el tercer volumen de las aventuras de Ijon Tichy, congreso de futurología... se detiene tantísimo en explorar los cambios morfosintácticos que podría sufrir el idioma polaco con el transcurrir del tiempo, que ese elemento de la historia se vuelve esencialmente imposible de traducir. El trabajo en presentar esto de manera creíble bien podría ser comparable al de asegurarse de que todos los elementos de tu cohete espacial se correspondan con nuestra realidad tangible. Sin embargo, la historia apenas hace énfasis en el funcionamiento de los elementos tecnológicos en sí. ¿Dónde la metemos entonces? ¿En blanda por la tecnología? ¿En dura por lo del idioma? De ahí la necesidad de una suerte de tercera opción que las pueda agrupar con mayor precisión.

Si son avispados, se habrán dado cuenta de adónde nos lleva esto. Y es que, en su base, no deja de ser parte del enésimo cisma entre las ciencia sociales y las ciencias exactas. La sociología, la lingüística, la historia, la política... son disciplinas a las que siempre se les ha puesto una suerte de invisible linea divisora para con otras como puedan ser la biología, la física, la química o la astronomía.

Entonces, una forma de entender muy fácilmente qué es realmente la Ciencia Ficción social, sería pensar en ella como la scifi de la gente de letras. Incluso, hilando muy muy fino, hasta se podría hablar en términos de duros y blandos según lo mucho o poco apegado al realismo que estén estos elementos humanistas en tu historia.

Innumerables, claro. Para empezar, la idea que muchos tienen de la Ciencia Ficción como medio que nos permite explorar nuestros problemas del presente con la suficiente distancia abstracta que nos otorga un cambio de marco, es completamente social. Todos los ejemplos que puse en el anterior artículo, sobre Ciencia Ficción blanda "sesuda" bien podrían aplicar a esto.

¿Necesitan más? Bueno, pues series como Star Trek tienen en su haber innumerables capítulos donde, a través de una alegoría, se explora una problemática del presente. Uno de los capítulos más famosos de la serie original, The City On The Edge Of Forever, se sigue recordando a causa de su emocional conclusión y su interesante dilema moral: ¿Podrías matar a alguien si eso fuese a generar una reacción en cadena que salvara muchas más vidas? Lo que ya no tanta gente recuerda, o elige no recordar a causa de sus implicaciones algo más desagradables, es que ese episodio se emitió en pleno auge del movimiento en contra de la guerra de Vietnam. Huelga decir que el subtexto es bastante claro, y a quién estaban criticando, pues también.

Además de presentar historias con fuerte contenido alegórico, otro elemento cien por cien típico de la scifi social sería explorar los efectos que la tecnología futura podría tener en nosotros, como humanidad. Esto puede ser un poco más sutil de comprender, pero lo puedes pensar así: si tu historia sobre un señor que viaja por el espacio tiene muy poco de la tecnología del cohete o de las aventuras del tipo, pero mucho sobre los efectos de la soledad, la falta de estímulos y la sensación de desasosiego que a una persona normal le puede generar encontrarse ahí fuera en el espacio... amigo o amiga, te comunico que estás escribiendo scifi social de libro.

Finalmente, lo más obvio: todo tipo de historias con énfasis en una ciencia social en sí. Las ucronías me parecen el ejemplo más obvio para terminar de comprender esto. Tomas un punto concreto de la historia, lo cambias, y te vas imaginando todas y cada una de las posibles ramificaciones que ese cambio hubiese hecho en nuestro presente. Si conocen la premisa de El hombre en el castillo, que explora lo que hubiera pasado si los Nazis hubiesen ganado la guerra, saben a qué me estoy refiriendo.

Importante antes de cerrar el artículo sería señalar que todo esto es una cuestión de enfoque. Se pueden encontrar obras de ciencia ficción puramente social, sí, pero también es súper común que una obra sea analizable desde más puntos de vista. Por ejemplo, La voz de su amo, también de Stanislaw Lem, se puede entender como una novela de Ciencia Ficción dura tradicional sobre un primer contacto, sí Pero es que luego si la examinas desde el prisma social también tienes un ensayo increíble sobre las limitaciones de la traducción entre dos culturas que esencialmente no tienen nada en común.

Por eso es importante no perder la perspectiva con esto y darse cuenta, como siempre digo, de que al final todo el tema de los géneros tiene un carácter más clasificatorio que otra cosa, y nada te impide realmente mezclar los enfoques o ideas que te salgan de las narices siempre que te devuelvan una historia que funcione.

Ya sea a modo de adición, para enriquecerla, o como elemento principal, los elementos humanistas en tus historias probablemente te arrojen resultados muy interesantes de leer. Además, pueden ser una buena puerta de entrada para que el no iniciado en ciencias exactas escriba esa ciencia ficción sesuda que siempre quiso publicar. De nuevo, las posibilidades son tan infinitas como lo que tú quieras hacer. Y desde aquí te animamos a que pruebes alguno de estos enfoques.