La nueva familia menor

Nueva incorporación a la familia menor

Vegas se estaba riendo mientras Pete estaba de pie detrás de él, las manos de Pete sobre sus ojos mientras Venice sostenía su mano y lo arrastraba a alguna parte. Vegas no sabía lo que estaba pasando, pero los otros dos aparentemente tenían una pequeña sorpresa para él. A Vegas le gustaba recibir sorpresas de Pete y Venice, por lo que realmente no pudo luchar contra la sonrisa mientras permitía que esos dos hicieran lo que quisieran, su sonrisa creció con cada momento que pasaba.

"Está bien, ¿a dónde me llevarán ustedes dos?" preguntó Vegas y Venecia se reía alegremente.

"¡Sorpresa!" dijo el chico y miró a Pete, quien le envió un guiño.

“Sí, una gran sorpresa”, dijo Pete, con el corazón golpeando felizmente contra su caja torácica. Sabía que Vegas iba a apreciar y amar la sorpresa. Venice se reía a carcajadas porque él estaba muy emocionado: había estado ocultando este secreto durante dos días y sentía que estaba a punto de estallar. No era fácil guardar un secreto, pero le prometió a Pete que no le contaría a Vegas sobre su sorpresa.

"Ah, sabía que ustedes dos estaban tramando algo", dijo Vegas y Pete se rió entre dientes, agarrándose a Vegas mientras lo guiaba por el pasillo y sonrió cuando Venice estaba saltando alegremente cuando llegaron a la puerta. Dentro de la habitación, estaba su sorpresa. Vegas se mordía el labio inferior y luego apretó los labios.

"¿Pudiste decirlo?"

“Puedes ser bueno guardando secretos, pero Venecia no es buena, podría decir a una milla de distancia que había algo. Sin embargo, tengo que dárselo, no dijo nada cuando traté de sacarle la verdad”, dijo Vegas y Venice le sonrió con orgullo a Pete y él asintió. Sí, fue difícil, pero cumplió su promesa y luego saltó hacia Pete.

"Abre la puerta, Venice", dijo Pete felizmente y Venice asintió, abriendo rápidamente la puerta y Vegas se rió cuando Pete lo empujó lentamente hacia adelante. “Vamos, entra”, dijo Pete y Vegas permitió que Pete lo llevara lentamente a la habitación, con las manos todavía sobre los ojos de Vegas, cuyo corazón ahora latía felizmente contra su caja torácica.

Vegas no tenía la intención de dejar que las emociones lo afectaran, pero era un poco difícil no hacerlo y en ese momento se sentía como un niño pequeño en una tienda de dulces. No sabía qué tipo de sorpresa estaba recibiendo, pero la emoción se apoderó de él y no pudo contenerla, sonriendo felizmente mientras sentía la pequeña mano de Venice envolviendo sus dedos nuevamente, caminando rápidamente y Pete se rió entre dientes detrás de Vegas. .

—Tranquilízate, Venice, la sorpresa no se va a escapar —dijo Pete y Venice lo miró.

"¡Se puede, papá!" dijo Venecia y Vegas frunció el ceño.

"Espera, ¿de qué tipo de sorpresa estamos hablando?"

"Venecia, shh", dijo Pete con una sonrisa y se llevó un dedo a la boca. Los ojos de Venice se abrieron y rápidamente colocó sus manos sobre su boca y se contuvo de decir demasiado. Ya le dio a Vegas demasiadas pistas y asintió lentamente mientras mantenía los ojos fijos en su padre y parpadeó un par de veces.

"Lo siento, papá".

"Está bien", dijo Pete y guiñó un ojo.

"Está bien, deja de perder el tiempo y muéstrame la sorpresa", dijo Vegas. Pete sonrió y luego asintió, apartando lentamente las manos de los ojos de Vegas. Vegas no sabía si eso significaba que podía abrir los ojos o no, pero decidió mantenerlos cerrados unos momentos más para no estropear la sorpresa.

Pete sonrió cuando vio Vegas y se inclinó más cerca de él.

"Puedes abrir los ojos, Vegas", dijo Pete y los ojos de Vegas se abrieron lentamente y miró alrededor de la habitación, entrecerrando los ojos. Examinó la habitación varias veces, pero luego se dio cuenta de que no había nada fuera de lo común en la habitación.