Capitulo O1.

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"Sin música la vida sería un error"Friedrich Wilhelm Nietzsche






Estas durmiendo, cuando sientes que te golpean el hombro.

Te remueves en tu cama, quejándote y escuchas un timbre muy conocido, pero como estás cansado, ya que no hacía mucho habías tenido sexo con tu esposa, solo te tapas los oídos con tu almohada.


- Frank... atiende tu celular... - escuchas que te dice Jamia, y haces como un gruñido, ella te golpea el brazo y te mueve con un poco de fuerza – Frank... - te vuelve a decir, y quitas tus manos de la almohada, estiras tu mano, tanteando sobre la mesita hasta que agarras tu celular, dejando como nota mental "Apagarlo antes de dormir" y contestas.

- Hola... - preguntas con la voz ronca, sin siquiera mirar quien te llama.

- Frankie.... Necesito tu ayuda – escuchas del otro lado, y si no fuera porque estas dormido, habrías adivinado de quien era la voz.

- ¿Quién habla? – preguntas, apretando los ojos, un poco molesto.

- Gerard idiota – te dice la voz del otro lado, y todo el sueño que tenías se va de golpe, abriendo tus ojos y quitando tu celular de tu oído para ver la pantalla que decía "Gerard". Luego miras la hora y frunces tus cejas.

- Gerard... - dices, volviendo a poner tu celular contra tu oído – son las tres de la madrugada – le dices en un tono de reproche y escuchas la risa nerviosa del otro lado.

- Perdón... pero es que de verdad necesito tu ayuda... - te dice y suspiras, resignado.


No puedes decirle que no a Gerard.




*






Escuchas el ruido del timbre, te levantas de tu sillón con tu hijo en brazos y vas a abrir la puerta. Del otro lado estaba Gerard con Bandit. La pequeña al verte se tira encima tuyo, abrazándote por las piernas, logrando sacarte una sonrisa un poco tonta, pero jamás lo admitirás.


- Hola tío Frank – te dice y le sonríes, porque... ¿Cómo no sonreírla a ella?.

- Hola princesa – le contestas, acariciándole la cabeza con la mano que tenés libre y te agachas un poco para darle un beso en la frente, luego miras a Gerard, quien te sonríe mostrándote los dientes y solo suspiras – hola Gerard – le saludas, un poco cortante.

Aun estás enojado con él por haber decidido que la banda no seguiría más.

De igual forma, se amigaron, porque una noche tomaste de mas, lo llamaste, para mandarlo a la mierda, insultándolo con palabras que ni vos mismo te acordabas que existían.

Lo insultaste tanto, que luego ya no sabías que decir.

Y por más que esto sea un golpe para tu orgullo (porque lo es), te largaste a llorar. Siempre llorabas cuando estabas enojado. Gerard sabia eso, y después de unos segundos en silencio el muy hijo de puta te dijo "Te quiero Frankie" y eso fue suficiente para todo tu enojo hacia su persona se fuera.

Desde ese día (hace dos meses atrás, no es que llevaras la cuenta) se habían amigado, pero de igual forma, no se habían vuelto a juntar, hasta hoy, dos días después de haberte llamado e interrumpido tu sueño.


- Hola Frankie – te saluda y se acerca hasta donde estabas, haciendo que la distancia entre ustedes desaparezca, y si no fuera por tu hijo, en vez de un beso en la mejilla, le hubieras corrido la cara y le hubieras comido la boca, "no es que lo extrañes, es solo costumbre", te dices mentalmente. De todos modos, solo lo miraste de reojo – hola pequeño Frank – dijo, ahora, besando a tu hijo, que estaba dormido.


Lo invitaste a pasar y Bandit se va corriendo a buscar a tus hijas supones, no le prestaste importancia, ella sabía dónde era el cuarto de ellas, aunque solo se iba a encontrar a Cherry ya que Lily se había ido con Jamia a no sabes dónde, porque estaba dormido, o simplemente no las escuchaste.

Pero es que cuando estás pensando en algo, normalmente te olvidas de tu alrededor.

Fuiste hasta el living de tu casa y te sentaste, acomodando a tu hijo y Gerard se sentó en uno de los sillones individuales.


- Y entonces... - comenzaste hablando vos, ya que veías que él no decía nada - ¿Qué es eso tan importante que necesitabas para llamarme a las tres de la madrugada? – le preguntas y ves como el rostro de Gerard comenzaba a reflejar nerviosismo.

- Bueno, veras... Bandit quiere participar de un concurso de belleza – te dice y solo levante una ceja confundido, aunque teniendo una leve idea de a donde lleva la conversación.

- ¿y eso que tiene que ver conmigo? – le preguntas de igual forma, confundido, y Gerard se comenzó a rascar la nariz, un tic que siempre tuvo cuando se pone demasiado nervioso. No es algo que supieras por mirarlo mucho, no, claro que no.

- Ayúdame a prepararla – te pidió y juras que esperabas que te dijera que es broma.

Lo esperaste y lo esperaste, pero esa palabra nunca llego.

Esto tenía que ser una broma...

Princesitas - FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora