Los perros lloran de tristeza.

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Las palabras de la ex Serpiente aún estaban en la mente del Gryffindor, la mirada llena de burla estaba aún grabada aún en la mirada gris del león, Lucius Malfoy era el prometido de su más grande amor, una de las personas más despreciadas por Sirius se casaría con el dueño del corazón del joven león. 

El resto de los merodeadores se encontraban fuera de la habitación, escuchando atentamente el desastre que Sirius provocaba dentro del lugar, escuchaban con atención los gruñidos de frustración que el animago soltaba junto al sonido de algo rompiéndose. Peter fue el primero y único que se atrevió a ingresar en el lugar, encontrándose a un gran perro negro llorando en el centro de la habitación, las sábanas del joven Black estaban completamente destrozadas, el pequeño animago simplemente se acercó a su amigo para poder abrazarlo, dejando que el gran perro se acomodara en su regazo, una sola mirada de advertencia de Peter provocó que los otros dos habitantes de la habitación no se acercaran a ellos. 

En las mazmorras del castillo se encontraban cinco serpientes y una leona, charlando como si el mal no existiera fuera de esas paredes, como si la sangre no importará y solo fueran ellos en un mundo sin prejuicios, también habían cinco amigos burlándose de Barty sin piedad. La risa del más joven de la casa Black, era la risa que más se escuchaba en la habitación, sus burlas a su amigo eran divertidas para él y para los demás, hasta que su primera Bella tomó la palabra, recordandole a  la pequeña Serpiente su inesperada cita. 

— ¡¿SALDRÁS CON POTTER?!

El más joven de la familia Black se volvió una bolita en su sitió como si eso evitará que sus amigos lo observarán. Por las insistencias de Narcissa, Regulus les contó todo lo que había hablado con James cuando se "encontraron" en el aula el día anterior, dejando a sus amigos sin habla.

— Wow.

— Eso fue muy maduro por parte de James.

La risa por parte de Barty comenzó cuando Lily llamó maduro a James, por más que la pelirroja volvió a decir que no esperaba eso por parte de alguien como Potter, Barty simplemente empezó a relatar una cita muy romántica entre Potter y su amigo. 

Las risas que habían surgido se cortaron en el momento en que vieron a Severus ingresar a la habitación que compartía con Regulus, no hubo un saludo, tampoco los miro, simplemente se metió en el baño con rapidez, ganándose la mirada de todos los de la habitación. Una simple mirada entre todos fue lo que bastó para que ingresarán al baño a la fuerza, encontrando a Severus parado frente al espejo del baño con una herida en la mejilla. 

— ¿Sev? ¿Que paso?

La única Gryffindor se acercó a su amigo para poder observar la mejilla de su amigo con cuidado. Luego del anuncio que Lucius había dado por la mañana, Severus había ido a su casa para poder ver a su madre, poder asegurarse de que estaría bien, ahora estaba ahí con una herida en la mejilla y sus ojos rojos por aguantar las lágrimas. 

— Mi madre está hospitalizada.

Solo eso bastó para tener a sus amigos abrazándolo, el único que se mantuvo al margen fue Lucius, este simplemente odiaba no poder demasiado por su amigo más que un trato horrible con su padre. 

La rubia Serpiente le prometió a su padre un matrimonio lleno de bendición si le permitía casarse con Severus ya que era el último heredero de la familia Prince. La verdad detrás de todo eso, no era por sus amigas, Narcissa fácilmente podría escaparse con Evans con el apoyo de todos en esa habitación, el matrimonio con Severus era más una forma de salvar a su amigo del infierno en el que vivía, Lucius quería darle un hogar sin violencia o maltrato porque Severus merecía eso para él. 

Rugido de Leon y Mordedura de serpiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora