O5 ❝ Murmurs ❞

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No te enamores Yeonjun, ¡NO TE ENAMORES!

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No te enamores Yeonjun, ¡NO TE ENAMORES!

Tuve que incorporarme de la cama, pues el color blanco del techo comenzaba a marearme.

Sentía un ardor en el estómago; algunos dirían que se trata de las famosas mariposas, pero para mi es un ardor, una sensación que no quiero tener.

De solo recordar su rostro, facciones delicadas, su bella sonrisa, enmarcada con una perfecta y brillante dentadura...

¿Cómo puede estar pasando esto? el mismo día de conocerlo ya tengo sensaciones raras.

Todo es culpa de Beomgyu, si nunca me hubiera hablado de esa página web, no estuviera pasando por esto. No estuviera en este debate conmigo mismo.

Una parte de mi lo quiere admitir, quiere que ya salga el sol para verlo otra vez.

Otra parte de mi lo quiere negar y desechar este sentimiento a la basura.



Otra parte de mi lo quiere negar y desechar este sentimiento a la basura

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El resplandor del sol pegaba directamente en mis ojos. Ya era un nuevo día, con nuevas cosas por hacer.

Hice la misma rutina de todas las mañanas: bañarme, cepillar mis dientes, colocarme el uniforme, desayunar y por último tomar mi mochila. Se había convertido en una monotonía.

—Adiós, mamá —me despedí como era de costumbre.

Tomé el autobús. Sólo fue cosa de unos minutos para ya estar frente a la escuela.

Al pasar por los más que familiares pasillos de la escuela, todos me miraban.

¿Acaso tengo algo en la cara?

—¡Yeonjun! ¡Yeonjun!

Escuchaba a alguien llamarme, pero decidí no girar, porque seguramente se trataba de uno de esos chicos que les gusta molestarme.

—¡Yeonjun! —la voz se escuchaba cada vez más cerca. —¡Oye!

Tenía planeado ignorar el hecho de que gritaban mi nombre, pero todas las miradas centradas en mi, incluyendo los fastidiosos murmullos, me ponían tenso.

Sentí que jalaron mi mochila hacia atrás, logrando que retrocediera de manera no intencional.

Aquella persona aún sostenía mi mochila para evitar que escapara, y antes de que pudiera siquiera reclamarle, me había girado rápidamente.

Al dar ese giro tan brusco, como consecuencia choqué con el pecho de esa persona, pues era más alto que yo.

—No querías girar por las buenas, así que tuvo que ser por las malas —noté diversión en su tono de voz.

Aún seguía contra su pecho, hasta que decidí levantar la vista para saber quién era el portador de esa dulce e irresistible voz.

Nuestras miradas estaban conectadas; no me sentía incómodo, solo algo nervioso.

—¿Por qué me miras así? —por milésima vez lo repito: su sonrisa me hipnotizó. —Soy tu novio, tienes que estar conmigo, siempre.

Las últimas palabras las dijo en un tono audible para las personas que se encontraban a nuestro alrededor, lo cual pareció desatar la 3ra guerra mundial de murmullos.

—Soy tu novio y tú eres mi novio —repitió aún más alto, haciendo énfasis en el "tu" y "mi".

—Soy tu novio y tú eres mi novio —repitió aún más alto, haciendo énfasis en el "tu" y "mi"

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❛ novio a domicilio ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora