17. Los personajes ficticios son mejor

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 Algo de paz por fin reina en mi entorno, aunque los exámenes se acercan me siento tranquila; voy al corriente con mis deberes y proyectos e incluso he podido hacer unos trabajos de traducción para compañeros de la facultad, obteniendo dinero extra

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 Algo de paz por fin reina en mi entorno, aunque los exámenes se acercan me siento tranquila; voy al corriente con mis deberes y proyectos e incluso he podido hacer unos trabajos de traducción para compañeros de la facultad, obteniendo dinero extra.

Ahora me encuentro sola en la habitación pues Alenka se fue de cita con Darragh, y Bridgette... no lo sé, aunque ya han pasado algunos meses, no hemos logrado conectar con ella, por más que Alenka lo intente pues yo hace meses me he dado por vencida. Mientras estoy en videollamada con mis padres, reviso algunas cajas que tengo debajo de mi cama, con material que usaré con los niños, les prometí que haríamos piñatas.

—Ruth, ¿segura que te da tiempo de estudiar?, ¿no estás descuidando de la universidad, verdad?

—No mamá, te lo juro— le digo, sacando algo de papel de colores que tengo guardado, puedo reciclarlo.

—Recuerda que tu prioridad es la universidad.

—Lo sé pero también quiero ayudarles— respondo, mirando a la pantalla.

—Para mi fue una brillante idea Ruth— comienza a decir mi padre, quien está leyendo unos documentos. —Está bien que te hayas conseguido un trabajo... cuando yo iba a la universidad también trabajaba, dormía hasta tarde pero nunca falté a clases ni mis deberes.

—Sí, lo sabemos cariño— le sonríe mamá.

Claro que lo sabemos, quiero decir, pero mejor me muerdo la lengua para no hablar. Afortunadamente mamá lo detiene, de lo contrario, seguirá hablando y hablando de sus experiencias durante su vida universitaria. Reconozco el trabajo que ha hecho papá durante toda su vida, no lo ha tenido fácil pero siendo honesta, ¿quién sí?

Todos pasamos por nuestras luchas y batallas, no podemos compararnos unos con otros pues no estamos en la misma situación, sería injusto pero eso papá no lo entiende.

Tampoco pretendo hacerlo cambiar de opinión.

—¿Y no te hartan esos niños?— pregunta papá, ahora mirándome.

—No papá— trato no reír por su comentario —. Son buenos niños, a veces hacen travesuras, como todos, pero es divertido.

—¿Y segura que quieres hacer piñatas con ellos?

Miro la caja que tengo frente a mi, donde estoy guardando todo lo necesario para la próxima vez que los vea. Se los prometí y tengo que cumplirlo.

—Será... una experiencia agradable.

—Eso esperamos, por tu bien— responde mamá.

—No me asusten, ¿quieren?

—Para nada hija— dice mamá —. Pero esto me recuerda cuando tú y tu primos quisieron hacer piñatas para navidad y terminó siendo un desastre.

Ramón, Johanna y Rebecca, los más pequeños en ese entonces, comiendo el engrudo mientras que nosotros, los más grandes, recortábamos y seleccionábamos el material que usaríamos para los conos.

Polaroid Boy (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora