9. The Foreigners

22 5 4
                                    

Nunca había querido tanto quedarme en mi cama un viernes por la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca había querido tanto quedarme en mi cama un viernes por la noche. Hoy volví a ir con los niños McLoughlin y aunque Niamh se portó mucho mejor que el primer día, fue una tarde pesada, además del montón de tarea que tuve que hacer mientras los cuidaba. Fue demasiado difícil pues no quería perderlos de vista en ningún momento, menos a esa pequeña traviesa que se paraba cada cinco minutos de la mesa y yo tenía ir detrás de ella, para que continuara con sus deberes.

Eoghan sólo se reía de nosotras mientras meneaba la cabeza en signo de negación. Claro, como él no tenía que obligarla a regresar.

Ayudarlos, checar sus tareas -menos las de irlandés, ahí les debo una porqué con trabajos sé hablar inglés- prepararles un snack y hacer la parte que me tocó del proyecto grupal, así pasé mi segundo día de trabajo.

Durante todo mi trayecto a la universidad ya me imaginaba en mi camita mientras veía alguna serie de Netflix pero de pronto Alenka cambió todos mis planes y es que no podía negarme.

Quisiera decir que fue por ella, por que es mi nueva amiga y no quería dejarla ir al pub tan tarde pero todo cambió cuando me dijo dos cosas que llamaron mi atención; la primera era que, según ella desde hace días quería contarme pero no podía, se consiguió un novio y la ha invitado a ver a su banda. Él no toca, sólo es el representante y quiere dar a conocer a los chicos, quienes se hacen llamar The Foreigners.

Mi primera respuesta fue no. Ya estaba en pijama y preparada para ver el catálogo de Netflix, elegir una película y disfrutar de la noche. Puse varios pretextos; como que tenía frío, no conocía a sus amigos o que no sabía que tan buena seria la dichosa banda. Alenka saltó a mi cama y me mostró su celular para que viera un video de una de sus presentaciones. Abrió Instagram y entró a la cuenta de la banda.

Mi respiración falló cuando el video comenzó y lo vi.

El chico de la guitarra, el violín.

El chico de las polaroids.

Era él.

Antes de decir que sí, porqué claramente no podía dejar pasar esta oportunidad. Le pedí a Alenka que me contara como es que conoció a ese chico, necesitaba detalles pero me dijo que era una historia demasiado larga y no le daría tiempo de platicarme todo pues ya íbamos tarde. Así que acepté con la condición de que me contara todo después.

Claro, dije que sí porqué era una oportunidad única. ¿Es sólo una coincidencia que justamente el nuevo novio de mi amiga conozca al chico de la guitarra o es el destino? Honestamente no creo en tal cosa pues nunca me había pasado algo parecido pero sin duda ha llamado mi atención. Me parece bastante curioso y peculiar. Aunque no por ir quiere decir que voy a hablarle ¿cómo podría? No soy una persona muy social, mucho menos cuando alguien me gusta.

Lo he pensado mucho, demasiado diría yo, durante todo el trayecto al pub No.1 y creo que sí, he llegado a esta conclusión.

Me gusta ese chico que no conozco, con quien nunca he hablado y mucho menos sé su nombre pero las veces que lo he visto he sentido algo. La emoción al verlo tocar la guitarra al mismo momento que un rubor corre por mis mejillas junto una sonrisa estúpida en mi rostro. Aquí y en cualquier parte del mundo esos son signos de cuando alguien te gusta. Pero no es nada más que un crush, un amor platónico, como cuando te gusta un cantante o actor.

Polaroid Boy (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora